Vista del edificio incendiado en el barrio de Campanar seis meses después. /EFE El edificio incendiado en el barrio valenciano de Campanar el pasado 22 de febrero, que en menos de una hora quedó devorado por unas llamas que acabaron con la vida de diez personas y dejaron sin hogar a un centenar de familias, dará este lunes el primer paso hacia lo que será su futura reconstrucción.
Ese primer paso es el inicio de las labores de desescombro del edificio ubicado en el número 2 de la calle Poeta Rafael Alberti, en el que a pesar el alto grado de destrucción que el fuego ocasionó en las 138 viviendas de las dos torres del edificio, un informe pericial ha concluido que no hay daños en la estructura que impidan la rehabilitación.
La empresa Giticsa es la encargada de llevar a cabo la retirada de los escombros del edificio, en cuyo interior la mayoría de viviendas han quedado prácticamente diáfanas, sin tabiques, y acumulan restos de cables, estructuras y, en el mejor de los casos, restos de algunos electrodomésticos, mobiliario y enseres.
Cuatro meses para retirar miles de toneladas
La resolución favorable emitida por parte del Ayuntamiento de València a la ocupación de la vía pública y a los trabajos de desescombro permitirá empezar este lunes, primer día laborable de septiembre, con unos trabajos cuya duración prevista es de cuatro meses y el presupuesto de 1,5 millones de euros, que asumirán las aseguradoras.
Los primeros días se dedicarán a la descarga y acopio de materiales, equipos y contenedores, así como a la colocación del vallado perimetral y de las medidas de seguridad, según han explicado desde la asociación de propietarios afectados (Aproicam).
A partir de ahí, comenzará el desescombro propiamente dicho de las viviendas y la zona común y la piscina, en el que se retirarán miles de toneladas entre pavimentos, carpintería metálica, vidrios de ventanas y balcones, cabinas de ascensores o restos de la fachada ventilada, y se limpiará la lana de roca adherida a la fachada.
Segundo paso: redacción del proyecto de rehabilitación
En paralelo, el despacho de arquitectos Arqueha -que diseñó la torre Ikon de València, obra póstuma de Ricardo Bofill- lleva trabajando desde julio en el segundo paso: la redacción del proyecto de reconstrucción del edificio, tras recibir el encargo de la comunidad de propietarios con un presupuesto de 1,1 millones de euros y un plazo de siete meses.
Varios propietarios de viviendas del edificio de Campanar con perfil técnico forman parte de un comité para la rehabilitación que se ha constituido para tener un contacto directo con el despacho de arquitectos y aportar ideas sobre la renovación del edificio, que mantendrá la estructura pero cambiará por completo su fachada.
La intención es que los vecinos del edificio voten las propuestas que se planteen para la nueva fachada, un cambio que se hará para que "no recuerde a lo que pasó" en él, pero permita volver a su hogar a sus ocupantes, según han explicado desde Aproicam.
Tercer paso: ejecución de la reconstrucción
Una vez se tenga el proyecto definitivo, se pasará al tercer paso: un concurso para adjudicar las obras a una empresa constructora, que dispondrá de entre 12 y 17 meses para ejecutar la reconstrucción del edificio, según las estimaciones que se barajan en estos momentos.
De esta forma, si se cumplen los cálculos que maneja Aproicam, a finales de 2026 o 2027 podrían volver al edificio los ocupantes que lo abandonaron -algunos solo con lo puesto- la tarde del 22 de febrero, cuando una pequeña fuga de refrigerante en el condensador del frigorífico de una cocina, según la investigación policial, desató el mayor incendio estructural de la Comunitat Valenciana.
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