Labores de desescombro en el edificio incendiado de Campanar. EFE/Biel Aliño Las labores de desescombro del edificio incendiado el pasado febrero en el barrio valenciano de Campanar, donde murieron diez personas y un centenar de familias se quedaron sin hogar, han permitido ya limpiar completamente la fachada y retirar los escombros de las cuatro primeras plantas.
Así lo han indicado a EFE fuentes de la asociación de propietarios afectados por el incendio de Campanar (Aproicam) respecto a la evolución de unos trabajos que comenzaron el pasado 2 de septiembre y está previsto que se prolonguen cuatro meses, con un coste de 1,5 millones de euros que asumen las aseguradoras.
De momento, la empresa Giticsa, encargada de retirar las miles de toneladas de escombros que acumula el edificio, se ha centrado en limpiar con hidrolimpiadoras industriales la fachada ventilada -donde había lana de roca adherida- y en retirar los restos de carpintería, pavimento, vidrio y otros materiales de las viviendas de las plantas más bajas.
Aún no se ha intervenido en las zonas comunes y en la piscina de este edificio residencial ubicado en el número 2 de la calle Rafael Alberti de Valencia compuesto por 138 viviendas distribuidas en dos bloques, uno de catorce pisos de altura y otro de diez pisos de altura.
Esta semana, el juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, encargado de investigar el incendio, ha denegado la medida cautelar de paralizar el desescombro del edificio que había solicitado la asociación de residentes y damnificados de este incendio (Ardic).
El titular del juzgado ha considerado que la petición de Ardic no puede ser incluida como una diligencia de investigación penal, por lo que queda "fuera de la investigación criminal", y que una vez entregado el edificio siniestrado a la comunidad de propietarios esa solicitud debe dirigirse al ámbito del derecho civil.
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