La Coordinadora Feminista de València realiza en el cementerio general de València "un acto de reconocimiento en memoria y recuerdo de todas las asesinadas por el terrorismo machista. /EFE /Ana Escobar Con el fin de visibilizar que "no estamos todas, porque faltan las asesinadas", la Coordinadora Feminista se ha congregado este miércoles ante el monolito en recuerdo de las víctimas de violencia machista del Cementerio General de València para mostrar a quienes sufren este maltrato que "no están solas" ante el "rearme" de quienes niegan los ataques contra las mujeres.
Así lo explica la portavoz de la Coordinadora Feminista de València, Cándida Barroso, en declaraciones, que afirma que se pretende "volver a poner el foco en ellas, en las víctimas de asesinatos machistas, que son la punta del iceberg de esta violencia".
Las 69 mujeres asesinadas por sus parejas y exparejas en España (y cuatro niños y niñas) desde noviembre del año pasado, cuatro de ellas en la Comunitat Valenciana, "no son cifras", asegura Barroso, sino "nuestras hijas, madres, hermanas, compañeras": "Plasmar sus nombres es muy duro".
La portavoz de la Coordinadora Feminista considera que este tipo de "llamamientos" a las que sufren este tipo de ataques son especialmente importantes en un momento en que la Comunitat Valenciana "es la que más denuncias por violencia de género está registrando", algo sobe lo que es partidaria de "hacer pedagogía".
"Ya he oído algún chascarrillo de quienes se preguntan si eso significa que los hombres valencianos son más maltratadores", lamenta Barroso, que subraya que la violencia contra las mujeres "es una cuestión estructural, mundial" pero en territorio valenciano "lo que las cifras muestran es que hay más trabajo colectivo y más responsabilidad de las administraciones".
En este sentido, y aunque considera obvio que "no se ha alcanzado el nivel óptimo", celebra que el trabajo de los poderes públicos en la Comunitat haya permitido "acercar los servicios de denuncia a las mujeres, lo que hace más fácil atenderlas".
"Las cifras de denuncia no son las cifras de la vergüenza, aunque sí para vergüenza de los maltratadores; son las cifras de la esperanza de conseguir llegar a esas mujeres", manifiesta.
Mujeres afganas, iraníes y una "sociedad pornificada"
Este año, con motivo del 25 de noviembre, Día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres, la Coordinadora Feminista pretende reforzar su mensaje "internacionalista" y Barroso recuerda que "hay muchas mujeres que sufren especialmente", sobre todo en escenarios de conflicto.
"Los cuerpos de las mujeres siguen siendo territorio de batalla en las guerras que empiezan ellos y que sufren también y de forma especial ellas", señala, y menciona las causas feministas de las mujeres iraníes o afganas como ejemplos de "un aprendizaje permanente" del movimiento.
En este sentido, aunque considera que "hay avances", advierte de que "la situación de las mujeres siempre está en peligro, ya sea por el negacionismo machista o por el integrismo".
Entre estos peligros, destaca los que trae consigo "una sociedad pornificada": "Nos tratan de putas, hacen apología de la violación... Las mujeres estamos atravesadas permanentemente por la violencia sexual o la objetivización de nuestros cuerpos".
"Seremos muy libres de estudiar lo que queramos, pero si luego nos encontramos con que un jefe, o un compañero, nos considera un objeto sexual, es que tenemos un problema como sociedad", lamenta.
Asimismo, alude a la violencia contra las mujeres en redes sociales, fruto, afirma, de "un sector joven, no toda la juventud, en el que calan los discursos negacionistas y supremacistas de los 'youtubers', de las canciones, de las películas".
"Que no nos vendan la cabra de que son bromitas", reclama, y cita casos como el de los gritos machistas en el Colegio Mayor Elías Ahuja de Madrid o, más recientemente, la investigación abierta por la Universidad Complutense de la capital por los cánticos de "violación, estupro, cohecho. ¿Quién domina? Derecho" entonados durante un partido de rugby.
Ante esa tendencia, la Coordinadora Feminista llama a la unidad en el seno del movimiento, y por ello han propuesto como lema del 25-N de este año 'Mujeres vivas y unidas contra el machismo'.
"Cuando el feminismo cuestiona privilegios es incómodo y nunca ha caído bien al patriarcado", afirma Barroso, y asegura que el "rearme" del machismo responde a que se les ve "como una gran amenaza".
"Lo que planteamos es que tenemos políticas de igualdad pero que estamos lejos de conseguir la igualdad real; la realidad es muy tozuda", concluye.
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