Un vestidor recoge los ramos de flores de las falleras que participan en la Ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados, el acto más devoto y multitudinario de las Fallas de València, que celebra la primera de sus dos maratonianas jornadas de destile ante la patrona del mundo fallero, que este año acogerá un río continuo de más de cien mil falleras y falleros para tejer el manto gigante de la "El fervor de las
decenas de miles de falleros que han empezado a desfilar a los pies de una
renovada figura de la Virgen de los Desamparados de València empieza a perfilar
un colorido manto, que como es tradición se teje a base de claveles blancos y
rojos, en el que cada año es el acto más multitudinario de la fiesta de Fallas.
Esta intensa jornada
de procesión festiva y religiosa ha arrancado a las 15.30 horas con un emotivo
minuto de silencio por las 10 víctimas mortales que dejó el incendio del barrio
de Campanar y concluirá previsiblemente pasada la medianoche.
A lo largo de dos
jornadas, cerca de cien mil falleros de unas 400 comisiones depositarán sus
ramos ante el catafalco de madera de 15 metros de altura ubicado entre la
Basílica y la Catedral y pedirán la bendición de su patrona.
Como es ya costumbre
desde hace 79 años, la Ofrenda luce como uno de los actos más familiares y
entrañables de las Fallas, con la presencia de familias completas, con niños
recién nacidos o personas mayores para quienes este pequeño recorrido es un
reto que coronan con ojos vidriosos.
Al margen de creencias
o ideologías, la plaza de la Virgen se convierte este domingo en epicentro de
tradición y sentimientos, de sonrisas y complicidades en este peregrinaje de
promesas y anhelos que pasa de madres a hijas en este "kilómetro cero de
la felicidad fallera", como lo ha denominado una de las primeras falleras
en depositar su ramo.
El 'cadafal' de la
Virgen, sobre el que los "vestidores" colocan milimétricamente los
miles de ramos que llegan a los pies de la figura, fue diseñado en 1987 por
José Azpeitia, premio nacional de Escultura, y ha sido recientemente restaurado
en el taller valenciano Ceballos y Sanabria.
Los 50 responsables de
dibujar el tradicional manto floral de la Virgen cuentan ahora con nuevas
líneas de vida a las que sujetarse mientras trabajan en alturas de hasta 9
metros.
Tanto en la reparación
de esta estructura de madera como de la imagen de la Virgen se han invertido
54.500 euros y la labor ha corrido a cargo de artistas falleros con formación
en arquitectura técnica.
Hacía 23 años que no
se reparaba la figura de la 'Geperudeta' -Jorobadita-, nombre familiar con el
que se conoce en Valencia a la Virgen de los Desamparados, desde que se
repintaron las caras de la Virgen y el niño Jesús. A pesar de que únicamente se
expone al aire libre durante una semana aproximadamente cada año, el deterioro de
las figuras era ya visible.
En la intervención se
ha devuelto el esplendor original a la escultura, eliminando grietas y
desconchones y colocado materiales resistentes a la oxidación. Además, se ha
colocado pan de oro en las zonas de orfebrería, en sustitución de la purpurina
anterior.
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