Una calle de Alfara de la Baronia. / Foto: Borja PedrósRebajar los principales impuestos y tasas municipales. Esta fue la principal propuesta que el PP llevó al último pleno de Alfara de la Baronía, celebrado el pasado 28 de octubre. La moción, presentada por su portavoz, Pepe Terrádez, defendía la necesidad de “aliviar la presión fiscal” sobre los vecinos debido al incremento del coste de la vida y el aumento de la inflación en los últimos años. El PSOE rechazó, de momento, la propuesta, alegando que el gobierno municipal "bajará los impuestos con datos objetivos sobre la mesa, con cautela y no por impulsos".
En el texto de la iniciativa, el PP argumenta que la subida del precio de productos básicos y servicios, junto a incrementos en diferentes tributos, “ha reducido el poder adquisitivo de las familias”. Por ello, reclamaba aprovechar el superávit municipal para aplicar una rebaja generalizada en impuestos como el IBI, el impuesto de vehículos (IVTM), la tasa de vados, la basura, la plusvalía o el ICIO. Además, proponían realizar un estudio para revisar las tarifas del agua potable, recientemente actualizadas al alza.
Terrádez citó como referencias las medidas fiscales aprobadas en otros ayuntamientos de la Comunitat Valenciana y de España, donde se han reducido impuestos o aplicado bonificaciones para favorecer el consumo y la inversión. “Es el momento de trasladar el superávit municipal a la mejora de la calidad de vida de nuestros vecinos”, defendió.
Sin embargo, la propuesta no salió adelante. Según explica el portavoz popular tras el pleno, el equipo de gobierno votó en contra y argumenta que una rebaja fiscal debe estudiarse en profundidad. “Presentamos una moción proponiendo una bajada de impuestos y nos dijeron que es una cuestión que deben estudiar muy bien. Dijeron que si la bajan y luego la tienen que subir es peor… excusas”, lamentó Terrádez. “Entiendo que si el pueblo tiene un superávit se deberían bajar los impuestos”, añadió.
La moción quedó finalmente rechazada, aunque el PP avanzó que seguirá defendiendo la necesidad de aliviar la carga impositiva en el municipio en los próximos presupuestos municipales.
El gobierno no descarta una bajada de tasas, "pero con cautela, cabeza, datos encima de la mesa y no cuando lo diga el PP"
En declaraciones a El Periódico de Aquí, el alcalde, Carlos Herrera, explica que el gobierno municipal votó en contra porque considera que una rebaja de impuestos debe estudiarse “con criterios objetivos y pensando en el futuro del municipio”. "Claro que a nosotros también nos gustaría pagar lo mínimo posible, pero el PP sabe que eso no va así; y saben que es están haciendo demagogia".
Herrera defiende que el Ayuntamiento está “ahorrando para otras prioridades” y recuerda que durante los 15 años en los que Terrádez fue alcalde “se esperó a bajar los impuestos justo antes de las elecciones de 2015, que resultaron en un cambio de gobierno, y aquella rebaja la tuvimos que asumir íntegramente desde el gobierno del PSOE con todas las consecuencias”. El primer edil insiste en que el ejecutivo local no rechaza la idea de una reducción fiscal, pero sí subraya que esta decisión “se tomará cuando sea lo mejor para el pueblo y no porque lo pida el PP”.
Herrera afirma que cualquier bajada deberá hacerse “con datos y con cabeza” y no de forma precipitada. "¿Qué pensarían los vecinos si bajamos los impuestos al tuntún y de repente los tenemos que volver a subir?". Según el alcalde, la propuesta popular se tendrá en cuenta para futuros análisis, pero recalca que “cuando se modifiquen los impuestos será porque el Ayuntamiento lo considere adecuado”. Además, acusa al portavoz popular de actuar con intención de confundir a la ciudadanía: “Cuando este señor [Terrádez] dice una verdad, la acompaña de una mentira o una media mentira. No va con la verdad por delante, sino lanzando acusaciones infundadas”, afirma.
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