Mamen Peris. EPDA Cuando
desde la Administración Pública prefieres imponer tu ideología a
realizar una televisión de calidad, inevitablemente, es la crónica
de una muerte anunciada. Hace tres años se apostó, de nuevo, por
una radiotelevisión pública, a la que bautizaron como À Punt. Su
objetivo, reflotar el sector audiovisual valenciano. Lamentablemente,
la dirección hizo todo lo contrario, contrató abusivamente a
productoras no valencianas, y con ello, solo aumentó la
incertidumbre en el sector. Es cierto que el audiovisual valenciano
no debe depender únicamente de las subvenciones de la
Administración, pero la cruda realidad es que À Punt tampoco
alcanza ese objetivo.
No
se ha conseguido entrar en los hogares valencianos, con su
programación poco atractiva y un planteamiento más del siglo XX que
del XXI. Y, con ellos, los resultados están siendo nefastos, la
audiencia, irrisoria y los ingresos publicitarios, tan extremadamente
bajos, que agravan aun más el gasto público. A esto hay que añadir
los continuos enfrentamientos entre la Dirección y el Consejo Rector
y un modelo bicefálico mal diseñado desde el inicio. Y ahora, el
PSPV ya no quiere dejarle más el juguete de la radiotelevisión a
Compromís.
En
vez de apostar por corregir los errores de la estructura del ente,
buscar una programación atractiva, aumentar los ingresos en
publicidad y crear un plan para elevar la audiencia, para el
tripartito lo prioritario ha sido colocar en la dirección a los
afines del PSPV.
Tras
la experiencia de los últimos años, la clave debería ser elegir un
buen perfil de dirección. De los diez candidatos presentados, todos
ellos con dilatada experiencia en medios de comunicación, el Consejo
Rector ha querido que prime un perfil muy claro, el ideológico, el
político. ¡Qué casualidad! Los dos seleccionados han sido cargos
electos en el PSPV.
¡Qué
decepción! Me consta que se presentaban perfiles muy buenos, había
más candidatos con talento, mérito, capacidad, con reconocida
trayectoria profesional y experiencia suficiente como para optar al
cargo con garantías. Lo que no tenían era el logo del PSOE en su
curriculum.
Resultado
final: de Telecompromís a TelePSPV, ya solo hay un paso.
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