El jugador del Levante Jorge de Frutos, celebra su gol durante el partido de LaLiga Santander de la jornada 24 contra el Atlético de Madrid. EFE/ Chema Moya Sin la pegada de meses precedentes ni la firmeza defensiva
de toda la era Simeone, el Atlético de Madrid es un líder hoy en duda, herido
este sábado por el Levante y José Luis Morales para agitar la Liga en la misma
medida que decae el equipo rojiblanco, que permitió el 0-1, reaccionó demasiado
tarde y recibió el 0-2 de Jorge de Frutos cuando Jan Oblak subió al remate
final.
No hay mejor ni peor síntoma que los resultados. El bloque de Diego Simeone ha
pasado de lo primero a lo segundo con una rapidez imprevista. De sus 16
victorias en 19 jornadas a la única que ha festejado en cuatro citas, empatado
por el Celta y por el propio Levante y superado por éste en el Wanda
Metropolitano. No caía allí el Atlético desde hace 27 partidos. Desde diciembre
de 2019. Quizá no mereció perder, pero lo hizo. Y eso desata la inquietud.
Son seis puntos sobre el Real Madrid y nueve, con un partido más, sobre el
Barcelona. Hubo Liga antes y la hay ahora, entre otras cuestiones porque la
caída defensiva del Atlético es visible. Su estructura, no hace mucho
inaccesible, es más vulnerable que nunca en la era Simeone. Oculta en los
últimos tiempos por su efectividad ofensiva, no hay evidencia más clara que el
partido de este sábado.
La primera ocasión del Levante lo ratificó, con la pérdida de balón en la
esquina del área contrario del irreconocible Lodi; el pase largo cruzado y el
duelo Morales-Oblak. El fallo del futbolista -cruzó demasiado su tiro- tampoco
disimuló el problema evidente del Atlético: a la media hora entregó otra
ventaja a su oponente.
Son demasiadas veces ya. En cinco de los últimos seis partidos, el Atlético
recibió primero el gol de su oponente. Y eso, en estos tiempos, en partidos tan
comprometidos como ahora, aún en el margen que se ha ganado su liderato, es una
concesión impropia de un equipo que pretende ganar la Liga, porque la distancia
no es eterna ni es suficiente, menos aún al ritmo que pone en apuros sus
encuentros. Ni porque a nadie le da para remontar y para ganar todos los días.
Es cierto que el Levante ofreció una oposición certera, minimizó a su
adversario y su orden, su plan y su salida al contragolpe funcionaban como lo
había planeado Paco López, pero también que sin la concesión del Atlético nada
habría sido igual como fue el 0-1 a la media hora, facilitado por Kondogbia
-blando en un cruce que no admite términos medios al borde del área- y anotado
por Morales.
No resultó extraño. No porque el Levante hubiera surgido mucho más por el marco
de Oblak, sino porque cada vez que lo hacía incidía en la alarma permanente que
siente últimamente el Atlético cuando defiende su portería. Son diez goles ya
en las últimas siete citas de la Liga. En las 16 anteriores encajó seis. Ni
siquiera el doble rebote del gol -en Felipe y Hermoso- lo sirve de excusa al
Atlético, que tampoco es lo que fue en ataque. Sobre todo no es tan efectivo.
En todo el primer tiempo, apenas contó en el otro área una volea de Luis
Suárez, un trallazo de Giménez, un tiro de Hermoso o algún testarazo. Nada muy
complejo para el portero Dani Cárdenas, inesperado titular en el Wanda
Metropolitano. Ni nada muy prometedor para el Atlético, que siente unas
dificultades que antes, hace un par de meses, doblegaba con la contundencia de
su fútbol, no sólo con la rotundidad de su pegada, de la que vive ahora el
líder.
Ahí, algunas decisiones de Simeone -o algunas bajas- influyen de forma
determinante en las últimas citas. Marcos Llorente es esencial en el Atlético,
pero mucho más por el medio o en el ataque que como improvisado carrilero,
donde volvió a proponerle Simeone en el once. Lo rectificó, como otros
aspectos. Y el cambio es indiscutible, como también lo fue cuando acercó a Joao
Félix a la portería contraria.
Hasta entonces, al portugués no se le vio, en esa pelea que tiene con la
elección correcta muchas veces de la jugada apropiada en el momento exacto,
pero también enjaulado en las exigencias tácticas; a Correa menos aún, relegado
por momentos a toda la banda derecha, cuando no parece el futbolista más acorde
para esa misión; y Luis Suárez no dispuso de ninguna ocasión de verdad en 50 y
tantos minutos...
Hasta que el delantero uruguayo estrelló un lanzamiento de falta en el poste,
hasta que entre él, Marcos Llorente y Joao Félix relanzaron el partido y a su
equipo para dirigirlo más cerca del gol. Fue entonces cuando el portugués falló
lo que no se debe fallar dos veces, aunque una con la atenuante de la parada de
Cárdenas, y fue entonces cuando el Levante tuvo más dudas que nunca. Le faltó
pegada. Y cayó por 0-2 en el minuto 94, en un lanzamiento lejano de Jorge de
Frutos con Jan Oblak en el otro área. La Liga exige más.
- Ficha técnica:
0 - Atlético de Madrid: Oblak; Llorente, Felipe, Giménez (Lemar,m. 54),
Hermoso, Lodi; Kondogbia (Torreira, m. 60), Koke (Moussa Dembélé, m. 74);
Correa (Ricard, m. 60), Joao Félix; Luis Suárez.
2 - Levante: Cárdenas; Coke (Son, m. 71), Vezo, Duarte, Rober Pier, Toño
(Clerc, m. 71); Malsa, Bardhi; Rochina (De Frutos, m. 62), Morales (Vukcevic,
m. 80); Sergio León (Dani Gómez, m. 62).
Goles: 0-1, m. 30: Morales. 0-2, m. 94: De Frutos.
Árbitro: Melero López (C. Andaluz). Amonestó a los locales Lemar (m. 70) y Koke
(m. 70), y a los visitantes Ruben Vezo (m. 36) y Cárdenas (m. 68).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima cuarta jornada de LaLiga
Santander disputado en el estadio Wanda Metropolitano sin público.
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