Pimientos, el vegetal fruto de esta investigación, en una imagen de la UPV. Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) han
desarrollado el mapa genético más completo del pimiento, lo que
permitirá tanto establecer la huella genética de las Denominaciones de
Origen (DO) y otras variedades de prestigio y calidad diferenciada como
ayudar a evitar fraudes.
El estudio abre la puerta a la obtención
de nuevas variedades con mejores propiedades organolépticas e incluso
más resistentes al cambio climático, y sus resultados permiten conocer
hasta el más mínimo detalle de este cultivo, del que España es uno de
los principales productores mundiales, según los datos de la
investigación a los que ha tenido acceso EFE.
El responsable del
estudio e investigador del Instituto de Conservación y Mejora de la
Agrodiversidad Valenciana (COMAV) de la UPV, Adrián Rodríguez-Burruezo,
detalla que "proporciona información completa y relevante sobre el
origen y las relaciones de las variedades locales españolas".
"Ayuda
también a evitar fraudes, así como a hacer cruzamientos en programas de
mejora, para conseguir pimientos prácticamente a la carta, por ejemplo,
con más sabor, más color o mejor resistencia frente a patógenos o
condiciones climáticas extremas", resalta.
El pimiento (Capsicum
annuum) es uno de los cultivos vegetales más importantes de España
aunque, hasta la fecha, los estudios genéticos que se habían hecho sobre
él fueron de menor envergadura que otros realizados sobre otras
solanáceas de relevancia como el tomate, la patata o la berenjena.
En
este estudio, que forma parte de la tesis doctoral de Leandro Pereira y
que ha sido publicado en la revista especializada Horticulture
Research, los investigadores del COMAV UPV analizaron una colección de
190 variedades de pimientos, 183 de especies cultivadas y 7 silvestres.
Entre
los analizados están todas las DO españolas y abarca desde pimientos de
tipo grueso y dulce (morrones) como el Pimiento Valenciano, Trompa de
Vaca, Largo de Reus, Morrón de Fresno y Benavente, de Infantes o de Asar
vascos a los de conserva o procesado como Piquillos, Bierzo, Riojanos,
Ñora/Bola de Murcia, Jaranda de la Vera, Gernika/choricero, Guindillas,
Padrón, el Pimiento Amarillo de Mallorca o el Blanco de Villena.
Además,
se analizaron tipos procedentes del Europa y Asia y del centro de
domesticación de México y Estados Unidos como jalapeños,
anchos/poblanos, pasillas, chiles serranos (forma cultivada más
ancestral), chiltepines (forma silvestre), cayenas o chilhuacles, así
como especies relacionadas de Sudamérica y el Caribe (habaneros y
diversos ajíes).
El análisis consistió en un genotipado masivo
por secuenciación de las variedades evaluadas, que arrojó miles de
polimorfismos de ADN de tipo SNPs. Se trata de la herramienta más
potente para detectar diferencias entre variedades a nivel de
nucleótidos, los eslabones de la cadena de ADN, aseguran desde la UPV.
La
comparación de las variedades según estos polimorfismos permitió
establecer las relaciones filogenéticas entre ellas y, por ejemplo, los
morrones de tipo Valenciano forman una rama específica, agrupada a su
vez, en una rama mayor de pimientos gruesos del Mediterráneo, como Largo
de Reus o Trompa de Vaca de Murcia, que se diferencia claramente de los
gruesos de Castilla y León (Bierzo y Fresno), País Vasco y norte de
España.
El trabajo ha constatado las fuertes relaciones entre
determinadas variedades españolas y sus ancestros mexicanos, o
materiales del resto de Europa, de forma que, por ejemplo, los Piquillos
están relacionados con los Poblanos y las Guindillas con Cayenas o
Numex.
Se ha detectado que Bola de Murcia, Piquillo y Pimiento de
Mojo están en una rama común, pese a ser diferentes morfológicamente, y
lo mismo el Morrón de Fresno y Benavente con el pimiento del Bierzo, o
una estirpe genética con Pimientos de Padrón, Gernika, Piment
d´Espellette, Guindilla de Ibarra y Peperone di Senise.
Ello
indica que, en general, la similaridad morfológica se corresponde con la
genética, pero otras veces la proximidad geográfica (posiblemente
flujos genéticos comunes o intercambio de materiales) es más
determinante, una información clave para abordar la mejora genética de
una determinada variedad.
El equipo ha identificado polimorfismos
SNPs específicos de cada variedad, información esencial para establecer
en un futuro próximo la huella genética de denominaciones de origen y
otros materiales de reconocido prestigio y calidad diferenciada, lo que
ayudará a evitar fraudes y que se vendan como DO pimientos que no lo
son.
"Además, es fundamental también para el desarrollo y
explotación de variedades experimentales que incorporen caracteres de
interés agronómico, como resistencias a estreses y patógenos, calidad de
fruto o productividad", añade Rodríguez-Burruezo.
El
investigador concluye que es el mapa genético más completo y
"proporciona información de gran relevancia para los productores, hasta
ahora desconocidos sobre el origen y las relaciones de las variedades
locales españolas".
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