Los populares de Albalat dels Sorells denuncian agresiones verbales sufridas en la última sesión plenaria por parte de militantes de Compromís. Los hechos sucedieron durante el transcurso del pleno, convocado por el PP, con motivo de la reclamación de la Diputación de Valencia al Ayuntamiento para que devuelva una subvención de 31.440 euros de los trabajos de restauración de dependencias del palacio castillo, más 6.601 de intereses “por haber incumplido las condiciones establecidas en las bases reguladoras de la subvención” y por “haber presentado un proyecto modificado incumpliendo la prohibición de cambio de obra”.
Su portavoz, Javi González ‘Viza’, recuerda que hace un año ya advirtió al alcalde de este incumplimiento, “le advertimos de que lo estaba haciendo mal, pero él no nos hizo caso, nos dijo ‘mentiders’ y ahora, por su mala praxis y orgullo, finalmente, la hemos perdido y hay que devolverla con intereses que vamos a pagar todos los vecinos de Albalat”, continúa “faltaba documentación tan simple como la firma del alcalde o certificados de estar al corriente de la Seguridad Social y Hacienda, lo que denota una dejadez absoluta”, asevera, “nos está saliendo muy caro este gobierno”.
A la sesión asistieron una veintena de personas como público, entre ellos dos militantes de Compromís, "habituales en todas las sesiones ordinarias, que suelen interrumpir las intervenciones del portavoz popular con 'cuchicheos, insultos y desprecios', como señala González. Pero, "el jueves la situación fue más cuando terminó el pleno y el edil popular salía del salón de plenos y estos dos militantes, que concurrían en las listas electorales, le increparon y le vertieron todo tipo de insultos".
"Me llamaron gilipolla, come mierda, imbécil y payaso, entre otras injurias, con el puño cerrado, con cara satánica y pegando prácticamente su cara a la mía para intimidarme”. Según González, “esta situación ha sobrepasado todos los límites, no se puede permitir esta agresividad en los plenos, somos un pueblo pequeño, donde todos nos conocemos y las cuestiones políticas se deben de quedar en el pleno, pero el alcalde convoca a sus militantes para que nos increpen y su respuesta es el silencio y una sonrisa, mientras que la de su portavoz es darme unas palmaditas en la espalda y decirme que es lo que hay”, concluye, “ante el consentimiento del alcalde Nicolau, vamos a solicitar la presencia de la policía, esto no es un ring, esto es la casa del pueblo y los vecinos merecen unos representantes dignos y, sobre todo, respeto”.
Por su lado, el secretario general del PP de Albalat, Pepe Celda, ha publicado en sus redes que “los insultos que le dijeron son de un calibre que pueden calificarse de delito de odio. La propia secretaria del ayuntamiento, los concejales del PSOE y todos los asistentes pudieron ver la agresividad manifiesta, buscando la reacción del portavoz del PP, que en ningún momento entró a la provocación. Esto es una agresión en toda regla, volvemos a los escraches, esto no es democracia es otra cosa”, concluye.
No obstante, el alcalde, Nicolau Claramunt, advierte de que los insultos ser produjeron una vez acabada la sesión plenaria, y que los ediles de su formación no participaron en la discusión. Respecto al tema de debate, el concejal de Compromís, que contó con el apoyo de los socialistas, socios en el gobierno, explicó que las deficiencias en el expediente se han debido a que la conselleria exigía documentación gráfica de los ladrillos del siglo XV de las dos salas del castillo (actual ayuntamiento), donde se iba a realizar la intervención, pero no existen en el archivo, "por lo que no se llegó a tiempo a los plazos de la Diputación".
Por su parte, el alcalde defendió la gestión del equipo de gobierno, tras la solicitud de los populares de que el alcalde asuma el pago de los más de 6.000 euros de intereses. Claramunt recordó que en la gestión del anterior primer edil popular se pagaron 81.000 euros en intereses de demora de las obras del centro cívico, y los acusó de hacer una política de "acoso y derribo" a su persona. "Estas cosas pasan por desgracia en todas las administraciones, y este es el caso de une edificio público e histórico del siglo XV para el que hay que pedir permiso a la conselleria", añadió.