Se premia no solo su trayectoria profesional, sino también su vocación, compromiso y aprecio por el centro y su alumnado. Preguntado por la clave de la conexión con sus últimos estudiantes ha hablado "de la proximidad de la propia asignatura" confesando que, para él, es “como si fueron sus hijos”.
Impronta en los alumnos
Asegura que para él, "significa que guardan un buen recuerdo de nuestro tiempos juntos y han valorado positivamente el trabajo al aula". Para el maestro "es un premio compartido, porque la enseñanza es un camino compartido" y les da las gracias, "por dar sentido al que hago cada día". Abrumado, explicaba al alcalde que le costaba traducir en palabras lo que siente, "no es un premio al que me haya apuntado, sino que los estudiantes lo han hecho posible".
"Monti", que es como le llaman en clase, ha reflexionado sobre la importancia de "la pertenencia que todavía tienen los jóvenes con su instituto”, a pesar de haber salido ya de las aulas. “Significa que el esfuerzo de todos estos años ha dejado una impronta real", asegura.
Guillermo Luján ha reconocido la importancia del papel de los docentes en general y de Antonio en particular, "es un orgullo para Aldaia contar con maestros excelentes, que marcan positivamente la vida de tantas generaciones y que llevan el nombre de la educación de Aldaia muy alto".