El ambiente festivo no se podía reservar tan solo al Partido Popular, y así lo han demostrado los socialistas en la celebración del Congreso Federal en Valencia, que arrancó ayer entre paradas de comida para llevar, cerveza, música, merchandising y colegueo. Celebrado en el edificio de Feria Valencia, el Congreso se ha inaugurado esta mañana con cierto retraso, en un acto que pretende unir a los miembros socialistas y reivindicar el papel de Pedro Sánchez en la pandemia, en una simbiosis entre gobierno y partido para convertir la gestión de crisis en el emblema de la próxima temporada. Una medalla que ha venido utilizando Ximo Puig durante el transcurso de la crisis sanitaria por la baja incidencia general y que al ejecutivo nacional aún se le dificultaba. “Te escuché decretar el confinamiento de todos los españoles sabiendo que era una medida dificilísima”, elogiaba José Luís Rodríguez Zapatero al presidente durante el evento, siendo uno de los protagonistas del mismo
Ximo Puig fue el encargado de presidir y dirigir el Congreso, celebrado en su autonomía, que se ha convertido en los últimos meses en uno de los bastiones fuertes del socialismo, liderando la conversación en torno a la descentralización de Madrid y la lucha contra la pandemia. El acto se ha enmarcado dentro de la historia del partido: la reivindicación del casi siglo y medio de longevidad servía para mostrar confianza en el proyecto e inspirar a los presentes con los valores originales del socialismo. Igualdad, sanidad pública, cohesión social, feminismo y socialdemocracia repetidos hasta la saciedad. El Congreso recuperó también la figura de su fundador, Pablo Iglesias, a través de un holograma proyectado en la pantalla. “Hoy parecen utopías, mañana serán realidad”, fue una de las frases pronunciadas por Puig, de las pocas que aludieron al futuro, porque los socialistas se centraron en gran medida en reivindicar su mandato durante la crisis del Covid-19 y a recordar los inicios de la formación.
La imagen de reconstrucción y recuperación está codiciada también por los populares, pues desde hace años se reivindican como el partido garante de la estabilización económica tras las recesiones, cosa a la que los socialistas pretenden darle la vuelta. “La derecha nos ha hecho creer que hay que elegir entre crecimiento y personas, pero hay una recuperación justa y con cohesión social. Decimos sí a la esperanza para todos, y no solo para unos pocos. Necesitamos el rearme de la socialdemocracia”, defendía Adriana Lastra en el escenario. De esta manera, los vídeos proyectados intercalaban imágenes de sanitarios luchando contra el Covid con discursos de Pedro Sánchez, en una combinación peculiar pero que, al menos, dejaba claro cuál era el mensaje que pretenden transmitir: el presidente de España ha liderado el trabajo para paliar la pandemia.
De esta manera, se podía observar en el Congreso la vuelta del relato de Sánchez recorriendo el camino del héroe, en ocasiones de manera muy explícita, como cuando Ximo Puig aseguró que la moción de censura era “un imperativo moral” en su camino a la presidencia, así como las elecciones autonómicas “otra prueba superada” en el camino al poder. El último hito rescatado fue la victoria socialista en Catalunya, aunque sin demasiados aspavientos y sin discurso de Salvador Illa, que se quedó sentado en la silla. El volcán de La Palma también salió a la luz, como una de las dificultades a las que se ha enfrentado el ejecutivo. Así, se intenta que la pandemia sirva como impulsora de una nueva mirada hacia el socialismo, y no desgaste en exceso la figura del presidente de cara a los próximos comicios.
Si los populares rescataron a Rita Barberá, los socialistas lo hicieron con diferentes miembros del partido, con especial protagonismo de Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón, momentos emotivos en los que todo el público se levantó. Zapatero y González le dieron toques de nostalgia al acto, mostrando unidad sin dejar de recalcar que diferentes visiones convivían en el mismo proyecto, como también se encargó de remarcar Lastra. De esta manera, Felipe González cargó contra los socios de gobierno del PSOE: “Me siento orgulloso de pertenecer a eso que llaman el régimen del 78”. También alabó el papel de Sánchez durante la pandemia, cuando “la única certidumbre que tienes es la incertidumbre”, poniendo énfasis en la necesidad de vacunar a otros países con menos oportunidades. “Cuando los socialistas miramos atrás lo hacemos orgullosos”, señaló Lastra en su intervención en la que también mencionó en diversas ocasiones a Felipe González.
Al contrario, se mostró el periodo de gobierno del Partido Popular como un momento de “recortes”, y Adriana Lastra añadió que no iban a parar hasta acabar con sus “enemigos”, que eran la “desigualdad y la corrupción”. “He sido siempre moderado, excepto en una cosa, me repugnan los tiranos”, dijo González al principio de su discurso, en un mensaje cargado de fuerza. Zapatero también se recreó en el pasado del partido: “El PSOE tiene la mejor historia de España”, señalando que este Congreso, como los anteriores, eran una “antesala de grandes avances”. Recuperó la igualdad de la mano del feminismo, que tuvo una exposición en Feria Valencia al lado del escenario: “Ese discurso antifeminista no es más que un discurso contra la igualdad”, matizo el expresidente contra la oposición.
También tuvieron su momento Pepe Álvarez, secretario general de UGT, y Unai Sordo, de CCOO, para reclamar la derogación de la Reforma Laboral impulsada por el PP tras la crisis anterior. Destacaron a España como “ejemplo de la gestión de la pandemia”, con la subida del salario mínimo y las ayudas a autónomos. “Viva el socialismo, viva la libertad”, acabó diciendo Álvarez en su discurso. Puso el foco también en el retorno del “fascismo” en Italia y en España, con esperanza de que “la socialdemocracia se renueve” para poder atender a la población del presente.
El acto también sirvió para poner a Valencia en el mapa socialista, como después demostraron los nombramientos de la nueva dirección, en la que ahora se incluyen cuatro valencianos como son Arcadi España, que será el secretario de Transportes, Movilidad Sostenible y Agenda Urbana, Diana Morant, que ya había sido designada ministra de Ciencia e Innovación y ahora pasa a convertirse en la responsable de Ciencia, Investigación y Universidades, Patricia Blanquer, secretaria de Industria, Comercio y Turismo, así como Amparo Marco, alcaldesa de Castelló, designada ahora secretaria de Emprendimiento e Impacto Social.
Un Congreso que pretende seguir uniendo los puntos de un partido que aún tiene que aguantar hasta los próximos comicios. Para ello será clave mostrar su capacidad de diálogo y heterogenia, intentando agrupar a una izquierda que ya no teme a Vox con la vehemencia de 2019 mientras se consolida al otro lado del tablero el proyecto de Yolanda Díaz. Así, impulsar una visión de futuro, la gestión de los fondos europeos y encontrar nuevas herramientas laborales serán la clave si se quiere dilatar en el tiempo la confianza en el partido socialista.