Ejecutiva comarcal socialista La
ejecutiva del PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares afirma que, en ningún
momento, el Partido Popular ha querido llegar a un acuerdo previo a la moción
de censura de la mancomunidad sino que su única intención era imponer su
postura con el objetivo de convertir al Ramón Martínez en un presidente
decorativo de pies y manos. Tal como explican desde la ejecutiva comarcal,
"no es oro todo lo que reluce en la oferta generosa" que, según el
PP, hizo al grupo socialista para que Ramón Martínez mantuviera la presidencia
de la mancomunidad. "Es más, el Partido Popular retuerce la realidad a
base de mentiras y medias verdades para acomodarla a sus intereses y que
parezca lo que no es porque más que una oferta generosa era un caramelo
envenenado que no se podía aceptar", aclaran desde la ejecutiva comarcal.
El
PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares aclara que la cesión de presidencia al
grupo socialista tenía una letra pequeña que convertía a Ramón Martínez en un
presidente de paja. Es por ello que desde la ejecutiva comarcal explican cómo
fue realmente la negociación y lamentan que el Partido Popular haga de la
mentira su estrategia política.
En
primer lugar, aclaran que no es cierto que el PP propusiera una vicepresidencia
para el grupo mixto, como han dicho públicamente. El PP quería crear dos
vicepresidencias y que las dos fueran del PP. Criticaron la propuesta del grupo
socialista y la del grupo mixto porque decían que estaban sobrerrepresentados.
Además, el PP proponía una Junta de Gobierno formada por 16 miembros y se
negaron a ampliarla hasta el máximo legal que son 18 para tener una
representación más amplia, como propusimos los demás. Lo cierto es que de los
16 miembros (9 del PP, 6 del PSOE y 1 del Grupo Mixto) que ellos proponían,
solo 12 tenían delegaciones de área (8 delegaciones para el PP, 3 para el PSOE
y 1 para el Grupo Mixto) y 4 eran vocales sin ninguna delegación, de los cuales
3 (qué casualidad) eran del partido socialista y solo 1 del PP. Lo cierto es
que la propuesta del grupo socialista y la del grupo mixto creaba una Junta de
Gobierno de 18 miembros en la que todos tenían delegaciones de área.
Reuniones
La
negociación para conformar una junta de gobierno en la mancomunidad, con
presencia de los tres grupos políticos representados, tuvo una primera reunión
en la que cada grupo expuso su punto de vista sobre cómo había que afrontar la
nueva situación a raíz de la incorporación de los pueblos adheridos. "Era
una toma de contacto y un intercambio de opiniones que fijaban un punto de
salida para cada grupo y nos emplazamos para una segunda reunión para que cada
grupo presentara una propuesta por escrito. Tres documentos sobre los que
comenzar ya una negociación", apuntan.
En
la segunda reunión, se suponía que cada grupo entregaría a los otros dos su
documento para trabajar. Pero la sorpresa fue que el Partido Popular se negó a
mostrar el suyo hasta conocer previamente las propuestas de los otros dos
grupos. La excusa fue que ellos habían preparado dos propuestas, una más
radical y otra menos radical, en palabras de su portavoz, y que en función de
las otras decidirían cuál de las dos presentaban. "No se puede calificar
de juego limpio esa estrategia", señalan desde la ejecutiva comarcal.
Finalmente,
y después de ver los documentos del grupo mixto y el grupo socialista, el PP se
decidió por presentar la "menos radical", según ellos. A este
respecto, desde la ejecutiva comarcal afirman que " nunca sabremos cuál
era la más radical, pero si la que enseñaron era la más benévola, no nos lo
queremos ni imaginar". Desde la ejecutiva comarcal defienden que cuando se
entra en una negociación y se presenta un documento con una propuesta,
"ese documento es de máximos y que en el transcurso de la negociación hay
que ceder para llegar a un acuerdo. Nunca son iguales la propuesta con la que
uno se sienta a la mesa que el acuerdo con el que se levanta de ella. Pero esto
el Partido Popular no lo entiende así. Después de más de dos horas de reunión
fue imposible acercar posturas y nos emplazamos a una tercera reunión. Eso sí,
se acordó que cada grupo presentaría una segunda propuesta y que todos
intentaríamos en ese segundo documento ceder en nuestras posiciones para
intentar acercarnos a las de los otros".
En
la tercera reunión, el PP volvió a exigir conocer previamente las propuestas de
los otros dos grupos antes de enseñar la suya. El grupo mixto presentó su
segundo documento en el que renunciaba a algunos de los planteamientos que
había hecho en el primero. Entre otras cosas, renunciaron a tener una
vicepresidencia y no exigieron gestionar ninguna área en concreto.
Seguidamente, el grupo socialista presentó su segunda propuesta, en la que
también había cesiones respecto a la primera. Proponían tres vicepresidencias,
dos para el PP y una para el PSOE, y no se reservaban ningún área de gestión en
concreto, dejándolas todas en blanco para que fueran asignadas dentro del
proceso de negociación. Fue entonces cuando el grupo popular anunció que ellos
no tenían ningún documento que presentar, porque no iban a cambiar ni una coma
de su primera propuesta. Querían imponer su postura y, como es comprensible,
esa intransigencia imposibilitaba un acuerdo. Aún tuvo la osadía el portavoz
del PP de llamar al presidente Ramón Martínez días más tarde para preguntarle
si pensábamos presentar una tercera propuesta. "Así entienden ellos la
negociación, los demás debemos hacer sucesivas propuestas hasta que ellos nos
den su visto bueno. Evidentemente, con esas formas, es imposible llegar a
ningún acuerdo, porque eso no es negociar, es simplemente, imponer",
lamentan desde la ejecutiva comarcal.
Asimismo,
el PSPV-PSOE del Alto Palancia-Mijares aclaran que en esas reuniones ya
se les dijo que "nosotros no somos las marionetas de nadie, que si
teníamos la presidencia era para poder trabajar desde ella y poder aplicar las
políticas y los proyectos que tenemos para la comarca. Si Ramón Martínez tenía
que seguir siendo el presidente debía ser con un margen de maniobra razonable
para poder trabajar, y que de ninguna manera íbamos a mantener una presidencia
meramente testimonial. Es lo que ellos nunca han querido entender, que lo que
importa no es el reparto de puestos, es saber qué se puede hacer desde esos
puestos, para qué se quiere gobernar".
"Ese
es el debate de fondo en el que el PP no quiere ni puede entrar. Si se tiene un
proyecto para la comarca o si no se tiene nada. Porque, cuando no se tiene nada
que aportar, es cuando de lo único que se puede discutir es del reparto de
sillones. Si es para trabajar y aplicar las ideas y los proyectos que tenemos
para la comarca, hablamos. Si solo es para figurar, para eso ya están ellos.
Pero que dejen de enredar", concluyen.
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