Imagen de archivo del pelotón de la Vuelta Ciclista a España pasando junto a la central nuclear de Cofrentes. EFE/Javier Lizón
La central nuclear de Cofrentes Valencia mantiene parado su reactor mientras los técnicos analizan cómo reparar una fuga en la barrera de presión, localizada concretamente en el incremento en el aporte de agua de refrigeración al sumidero de suelos del pozo seco.
La compañía Iberdrola, titular de la central nuclear, notificó esa parada no programada del reactor al Consejo de Seguridad Nuclear el pasado domingo y este lo ha hecho público en un comunicado remitido a última hora de esa jornada, en el que remarca que no ha tenido impacto en los trabajadores, el público ni en el medio ambiente.
Asimismo, con la información disponible hasta este momento, el CSN lo clasifica con nivel 0 (fuera de escala) en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).
El incidente se produjo sobre la 1.30 horas del domingo, cuando se detectó un aumento del número de arranques de las bombas encargadas de extraer el agua que llega a dicho sumidero, detalla el comunicado del organismo estatal.
"Ante esta situación, y de manera conservadora puesto que no se habían alcanzado los límites establecidos por las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento de la planta, el titular decidió iniciar a las 12.40 horas una parada ordenada de la central para desacoplarla posteriormente de la red eléctrica y poder así acceder al interior del pozo seco, a fin de identificar el origen del problema", añade.
Una vez alcanzadas las condiciones de planta adecuadas, Iberdrola llevó a cabo la determinación del origen del aporte de agua, "localizándose en una línea de instrumentación de caudal de ¾” conectada al lazo A del sistema de recirculación del reactor, lo que constituye una fuga en la barrera de presión".
En estos momentos, según el CSN, Iberdrola "se encuentra analizando un método de reparación". Este lunes, la plataforma ecologista Tanquem Cofrents denunció que ese incidente es el tercero en menos de mes y medio y el cuarto desde la última parada de recarga de combustible y mantenimiento el diciembre pasado.
"Esta sucesión de mal funcionamiento y averías continuas ya había hecho que, incluso antes de este último problema, el CSN pusiera a esta central bajo vigilancia especial y le exigiera un análisis de las causas de las averías repetidas y además frecuentemente en los mismos sistemas", señala la plataforma.
Para Tanquem Cofrents, la central de Cofrentes ha cumplido 38 años en funcionamiento y está "vieja y deteriorada", lo que, unido a "la política de su dirección de maximizar la producción y los beneficios por encima de la seguridad", supone "un aumento exponencial en la probabilidad de accidente grave, de consecuencias inimaginables para nuestra población y territorio".
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