Una joven baila en el festival Rototom Sunsplash que se celebra en Benicàssim.
El festival internacional reggae Rototom Sunsplash ha presentado una propuesta al Ayuntamiento de Benicássim para la reestructuración del recinto de festivales con el fin de "diversificar, ampliar y potenciar su utilización como epicentro de eventos culturales y abierto al público los 365 días del año".
El objetivo de Rototom Sunsplash es perfilar una propuesta que optimice el disfrute de las instalaciones dirigidas actualmente de forma exclusiva a festivales de música para diversificar su uso, reforzando de este modo la oferta de ocio y cultura en la localidad y la provincia de Castellón, y dinamizando su tejido comercial y hotelero, según han informado fuentes del evento musical.
El proyecto pretende transformar este espacio de 100.000 metros cuadrados (el recinto incorpora 9.000 m2 extra tras la adquisición de los terrenos por parte del Ayuntamiento de Benicàssim) en una gran instalación modular, capaz de adaptarse y configurarse de forma sencilla en función del aforo y características particulares de cada evento.
Estos pueden ser festivales, conciertos de hasta 4.000 personas, eventos musicales de gran formato pero de carácter puntual o ferias, exposiciones y cualquier otro tipo de cita gastronómica, artesana, deportiva, cultural y de ocio al aire libre.
El recinto incluiría una serie de estructuras fijas -cuyo uso dependerá del tipo de evento que se realizara-; dos accesos (uno norte y uno sur); un gran parque central de 27.000 metros cuadrados abierto todo el año con arbolado sendas y elementos para practicar deporte diariamente; un escenario fijo para conciertos pequeños; dos puntos de taquillas; oficinas de producción y camerinos; barra de bar permanente; tres estructuras de baños y aseos públicos; infraestructuras subterráneas de luz, agua y alcantarillado; galería permanente para exposiciones y un palco VIP para conciertos.
La organización plantea un recinto versátil con varios usos como conciertos de pequeño formato, muestras comerciales y uso diario; conciertos puntuales de más de 4.000 asistentes y grandes festivales de música.
Esta transformación, según han explicado, permitiría "optimizar el espacio público y amortizar la inversión con un recinto operativo los 365 días al año", así como un impacto en la cultura con la adaptación del recinto no solo para pequeños conciertos sino para hacerlo "parada obligatoria para las giras de los artistas".
Tendría asimismo un impacto sostenible en Benicàssim, que contaría con un nuevo pulmón verde de 27.000 metros cuadrados abierto a la ciudadanía, y diversificaría y multiplicaría los usos del recinto con eventos periódicos de tipo comercial o cultural.
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