Benidorm/EPDA La pandemia del Covid19 ha pasado una gran factura a toda la población, tanto a nivel emocional, debido al confinamiento, las restricciones y el distanciamiento social, como a nivel socio-económico, ya que ha provocado un hundimiento de la economía global. En la provincia de Alicante, el PIB sufrió en 2020 una bajada de un 13,5% respecto al año anterior. Las comunidades que viven en mayor proporción del turismo, como por ejemplo los territorios insulares, han sufrido en mayor medida las consecuencias de la crisis que aquellas que están más ligadas
a las actividades del sector primario. Aquellos territorios que partían de menores niveles de actividad han conseguido contener el golpe del coronavirus. Alicante, una de las provincias más turísticas de España, se ha visto gravemente afectada por el covid19.
Pérdidas
Uno de los sectores más afectados por la pandemia de la Covid19 ha sido el turismo, que vivió en 2020 el peor verano de su historia en la provincia de Alicante. El terrorífico efecto del coronavirus sobre el turismo alicantino ha
hundido un 26% el PIB de la provincia, lo que se traduce en que el sector ha pasado de aportar 12.800 millones al Producto Interior Bruto a añadir solo 3.600 millones al PIB. El sector turístico acumula unas pérdidas desde marzo de más de 11.400 millones de euros en la Comunitat Valenciana, de los que 9.200 corresponden a la provincia de Alicante. Estos datos representan una pérdida del 70% de actividad en el turismo provincial y suponen la caída del Producto Interior Bruto alicantino hasta los 25.800 millones de euros.
Después del confinamiento y las restricciones de horario y aforo que han afectado al sector, los hosteleros de Alicante cifran en más de 65.000 los negocios que se han visto obligados a bajar la persiana, sumado a la pérdida de más de 35.000 puestos de trabajo y una caída en la facturación del 50% respecto al año 2019. A finales de diciembre, el Ayuntamiento de Alicante aprobó la concesión de 372 ayudas directas a locales de hostelería con terraza, por las pérdidas derivadas de las limitaciones en la ocupación de vías y espacios públicos durante la pandemia por un importe de 207.889 euros. En el sector hostelero, un 99,3% de las empresas tienen menos de 50
trabajadores y es un sector del que depende “una importantísima cadena de valor, desde el mar, el campo, la industria agroalimentaria, los servicios financieros, de reforma, etc.”, según apuntan los colectivos FEHPA, ARA, Alroa y Hostelería de España.
Por su parte, el ocio nocturno de Alicante estima unas pérdidas debido a la pandemia de más de 7 millones de
euros. En Alicante capital las pérdidas ascienden a 2,5 millones de euros. Benidorm, emblema turístico de la provincia, registra unas pérdidas similares a las de la capital, mientras que la patronal ilicitana cifra en más de un millón de euros lo que ha dejado de ingresar. Otras localidades con pérdidas significativas y que completan el total de la pérdida provincial en el sector del ocio nocturno son Torrevieja y Dénia.
¿Qué pasará en 2021?
El sector turístico valenciano prevé cerrar el ejercicio 2021 con una caída de ventas de casi el 50% respecto a los valores de 2019, lo que deja entrever la poca confianza del sector en lograr una recuperación completa en el presente año 2021. Según la encuesta de perspectivas realizada por el lobby Exceltur, los empresarios hosteleros de la zona del Mediterráneo y Baleares, que cuentan con una alta actividad durante el periodo veraniego y una elevadísima demanda extranjera, se muestran muy cautos en cuanto a la capacidad de recuperación en el año
2021, para el que esperan unas ventas del -47%.
Toni Mayor, presidente de la Asociación de Hosteleros de Benidorm (HOSBEC), asegura que, aunque la campaña
veraniega comenzará más tarde en 2021 debido al proceso de vacunación contra el coronavirus, para la temporada
estival se podrá salvar un 40% de la campaña en turismo. Todo parece indicar que el sector turístico y hotelero es uno de los que más está deseando alcanzar ese ansiado 70% de vacunados que anuncia el gobierno como punto
de partida de su lenta recuperación.
El citado informe de Exceltur señala que también “descuentan una muy reducida recuperación”, que estiman que se sitúe al cierre de 2021 en un -49% respecto a 2019. En una situación muy parecida se encuentran Barcelona,
Madrid y las ciudades andaluzas y vascas más internacionales. Estas previsiones se producen después de que la
Costa Blanca sufriese en 2020 una de las mayores caídas de ventas de todos los destinos de sol y playa de nuestro país, con un -76,6%, por detrás de Barcelona, (-90,9%), la Costa Dorada (-83%) y la Costa del Sol (79,7%), según datos de Exceltur.
Este dato es una prueba fehaciente de que las restricciones de movilidad se han dejado notar especialmente en la
provincia de Alicante, principal destino de británicos en la Comunitat Valenciana, hasta dejar el volumen de ventas
en una cuarta parte de lo que sería en un ejercicio normal. Los meses de verano propiciaron una buena parte de esos
ingresos, en los que durante un breve periodo de tiempo se permitió la movilidad entre Reino Unido y España.
Acuerdo con Reino Unido
Benidorm, lleva casi un año sin recibir turistas procedentes de Reino Unido. El gobierno de España ha puesto el 17
de mayo, como fecha en la que la desescalada permita los viajes internacionales con Inglaterra, aunque la medida se revisará el 12 de abril en función de cómo evolucione el ritmo de vacunación y la incidencia del virus. Desde el sector turístico alicantino han celebrado esta decisión, que les permite poder empezar a planificarse.
El presidente de HOSBEC ha valorado de manera muy positiva tener ya una fecha con la que empezar a trabajar y planificar sus estrategias, aunque destaca la importancia de que los contagios bajen en España para que “desde Londres nos vean con confianza y como una opción para sus vacaciones”.
Juanjo Pérez Parker, presidente de Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Benidorm (AVIBE), asegura
que se han visto especialmente perjudicados por la decisión que tomó Boris Johnson el verano pasado de imponer
una cuarentena obligatoria de 14 días a todos los visitantes que llegaran al país procedentes de España. Esta medida
acabó con el optimismo que reinaba en el sector de cara al verano de 2020.
Todas las esperanzas del turismo alicantino están en el mes de abril y en esa ansiada confirmación del acuerdo para
que los ingleses vuelvan a nuestras playas.
La vacuna, la esperanza
El virus nos ha cambiado a todos la vida y ha alterado nuestras costumbres diarias, impidiéndonos, entre otras cosas, hacer algo tan popular y tan necesario como viajar. Ojalá que pronto, tanto ciudadanos españoles como extranjeros puedan descubrir Alicante y la Costa Blanca.
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