Concentración del vecindario de Benimaclet contra el cierre del ramal que permite regar sus huertos. EFE/Associació Veïnal de Benimaclet
Asociaciones y colectivos de Benimaclet han protestado este sábado contra la intención del Ayuntamiento de València de cortar el ramal de la acequia de Mestalla mediante el que se riegan 40.000 metros cuadrados de huerta en producción de este barrio, y han exigido una solución.
Los convocantes -la Asociación vecinal del barrio, los Huertos Urbanos, CSOA l'Horta, Cuidem Benimaclet y Entre Barris- se han concentrado este mediodía en la plaza del Ayuntamiento de València, donde han plantado un pequeño huerto y han reclamado que se defienda la huerta y el patrimonio.
El portavoz de los Huertos Urbanos de Benimaclet, Arturo Sanz, ha explicado a EFE que el Ayuntamiento de València les ha comunicado que, a raíz de unas denuncias del Seprona por vertidos ilegales de algunos edificios a la acequia de Mestalla, va a cerrar el brazo de Alegret, lo que dejaría sin riego de 40.000 metros cuadrados de huerta.
Ha indicado que los huertos a los que se dejaría sin agua por ese corte son los que hay desde la Ronda Norte hacia adentro, justo la zona en la que está pendiente de ejecutar el PAI Benimaclet Est, y ha considerado que al Consistorio "le da igual" que se pierdan, ya que están en terrenos que se van a urbanizar en un futuro y no considera que los huertos urbanos tengan "regantes con derechos".
Sanz ha asegurado que el problema del vertido de aguas residuales viene de mucho tiempo atrás y afecta a un tramo de 600 metros de longitud, el comprendido entre Viveros y la calle Alegret de Benimaclet, por lo que no supondría "una obra descabellada" proceder a separar en esa zona el agua de riego de las aguas residuales.
El portavoz de los Huertos Urbanos de Benimaclet, que llevan en funcionamiento nueve años y tienen entre sus usuarios dos colegios públicos y asociaciones del barrio, ha afirmado que el Ayuntamiento no les ha dado una fecha concreta para proceder al corte del ramal, y ha lamentado que tampoco se les haya dado "ninguna alternativa".
Los convocantes de la concentración han reclamado al Consistorio de València una solución a este problema "que no atente contra el patrimonio cultural, el tejido social del vecindario, la sostenibilidad, la resiliencia ni la capacidad de autoconsumo".
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