Más de veinte entidades sociales y centros educativos
de Orriols y Torrefiel apoyan públicamente las alegaciones presentadas por la plataforma
vecinal Orriols en lucha al Plan Especial de San Miguel de los Reyes, promovido por el
Ayuntamiento de València. Este apoyo colectivo tan extendido pone de manifiesto la
preocupación compartida por el futuro de estos barrios limítrofes y la necesidad de un
modelo urbanístico más justo y participativo que tenga en cuenta las necesidades del barrio
donde se encuentra el monasterio de San Miguel de los Reyes.
Entre las asociaciones sociales del barrio que se suman a las alegaciones en este plan se
encuentran la Asociación de vecinos i vecinas de Orriols Rascanya, la falla Agustín
Lara-Padre Viñas, Fundación Altius, Associació Cultural Els Elegits, Infàncies i dones
del món, València Acull, Orriols Convive, Centre Cultural Islàmic, Comité de apoyo al
pueblo palestino, Fisat Salesianos Social y la asociación evangélica de Barona.
También los centros educativos de Orriols, tanto públicos como privados, se han adherido a
las mejoras planteadas por la plataforma vecinal: el AMPA del Bartolomé Cossio, el Miguel
Hernández, el Instituto de secundaria Orriols, el Centro de formación permanent de
personas adultas Reina Doña Germana, además del Centro de Estudios Marni y el
Colegio Mercerator.
La Asociación de comerciantes y profesionales Rascanya, que reúne al tejido
empresarial tanto de Orriols como de Torrefiel, se ha sumado también en la defensa del
territorio y de los derechos de estos dos barrios de las afueras de València, así como las
asociaciones Acción Social Puerta Amiga y la Federación Unión Africana, ambas
situadas en Torrefiel.
Todas ellas coinciden en la crítica al proyecto municipal y en la necesidad de un proceso
que escuche el vecindario: «Al presentar las alegaciones al Plan Especial a los diferentes movimientos sociales, la respuesta ha sido muy positiva. Ya tenemos experiencia y
sabemos que las mejoras para el barrio las tenemos que luchar y en este caso, cuando la
mayor parte del tejido cívico estamos de acuerdo, pensamos que el ayuntamiento no podrá
negarse a aceptar unos cambios que son tan necesarios como viables», cuenta Mari
Carmen Tarín, presidenta de la plataforma Orriols en lucha.