Avance del virus en València. EPDAEl coronavirus entró en España por València, al menos según los datos oficiales. Los encuentros deportivos en febrero y marzo de los clubes valencianos con sus homólogos del norte de Italia, por aquel entonces el epicentro europeo de la Covid-19, reportaron las primeras redes de contagios nacionales. Esta situación, sumada a las concentraciones diarias con motivo de las Fallas, podrían haber provocado un cóctel molotov y una situación más complicada, a la ya difícil situación que se dio en el país en la primera gran oleada de contagios.
Sin embargo, uno de los últimos estudios de seroprevalencia mostraron que solo un 2,1% de los ciudadanos de la provincia de València tenían anticuerpos al virus tras la primera ola, una de las cifras más bajas del país, frente al 11,4% de los madrileños, el 7,4% de los barceloneses, el 5,2% de los zaragozanos o el 2,7% de los sevillanos. Del mismo modo València presentó datos más favorables de contagio que todas las provincias del País Vasco y que muchas andaluzas. La situación ha venido cambiando desde fi nales de mayo. En concreto, en la ciudad de València los datos de rastreo en aguas residuales mostraron el descenso de presencia del virus en la conocida como fase de desescalada.
Desde el inicio del estudio el 12 de Mayo hasta el 9 de Junio el número de barrios afectados por el virus es cada vez es menor, llegando a no detectarse presencia del virus en ninguno de ellos. De acuerdo con los resultados de este análisis “se puede concluir que en esta fase la incidencia del virus está en claro retroceso hasta fi nalmente estar prácticamente controlado”. Sin embargo, llegado junio y con el regreso a la nueva normalidad se inicio la “Fase de inicio de rebrote”.
En la etapa que va desde el 10 de Junio hasta el 17 de Julio los análisis en las aguas residuales permiten apreciar una tendencia creciente en el número de sectores afectados y el crecimiento es continúo desde 0 hasta 13 casos donde se detectan positivos.
Precisamente es en las zonas periféricas, y especialmente en los poblados marítimos, donde el virus empieza a coger fuerza otra vez. A partir del 20 de Julio se aprecia un salto cuantitativo que se mantiene constante y habría presencia del virus de forma regular en prácticamente todos los barrios de la ciudad, con un punto álgido en los meses de julio y otro pico en agosto, una situación que preocupaba al Ayuntamiento y que coincidió con el cierre del ocio nocturno. Sin embargo, según los estudios presentados por el Consistorio valenciano, desde fi nales de agosto y durante septiembre, se ha venido produciendo una estabilización en la concentración del virus en las aguas residuales.
De acuerdo con la administración local la contención es muy positiva, ya que el fi n de las vacaciones y la vuelta a las aulas, conlleva un aumento de la movilidad de personas y esto no está provocando un aumento en los valores de presencia del virus en las aguas subterráneas, una situación que también se confi rma en los datos que Sanidad ofrece sobre pruebas PCR positivas realizadas en la ciudad. Dentro de estos valores, si se puede destacar que la situación es más complicada en algunos barrios frente a otros.
Según los últimos análisis, la zona de Nou Campanar, Ciutat Vella, Quatre Carreres y el pueblo del Palmar mostraron a finales de septiembre una presencia del virus mayor a la del resto de la ciudad, frente a otros barrios donde la situación ha mejorado con respecto a análisis anteriores, como fue el barrio
de Tres Cruces, Fuensanta y
Malilla, donde la incidencia
del virus es ya menor.
La situación dista de lo que
sucede, por ejemplo, en Madrid donde el virus tiene una
mayor presencia en los distritos del sur, coincidiendo con
las zonas más empobrecidas
de la ciudad. Frente a esto, en
el Cap i Casal, zonas de rentas
altas, como Nou Campanar o
Ciutat Vella, presentan peores datos que distritos ligados
a la población más humilde.
Por su parte en términos
globales, en la ciudad de València se han diagnosticado
en total menos de 10.000 positivos, un porcentaje que supone menos del 2% de la población total.
En cuanto a la incidencia
acumulada por provincias,
la provincia de València, presenta a principios de octubre
uno de los mejores datos a
nivel nacional. En esta línea,
las cifras positivas, son solo
comparables a las de Alicante, Cádiz, Lugo, Pontevedra,
y algunas islas del archipiélago canario.
Esta situación de control
deja lejos, al menos por el
momento, la posibilidad de
un confinamiento limitado
como el que ya se está produciendo en la Comunidad
de Madrid.
En este caso, de acuerdo
con Sanidad, en la provincia de València no se cumple
ninguno de los tres factores
de riesgo que se deben cumplir para decretar un encierro controlado, limitando la
movilidad como se está dando en gran parte de la comunidad madrileña.
La ocupación de las UCIs
valencianas sigue por bajo
del 35%, el número de pruebas PCR positivas es inferior
al 10% y la incidencia acumulada sigue muy por debajo de
los 500 contagiados por cada
100.000 habitantes.
No es una situación muy
común, la mayoría de comunidades presentan al menos
alguna provincia donde se
cumple alguno de los parámetros de riesgo. De hecho,
a finales del mes de septiembre, Madrid superaba todos
estos ratios, Navarra superaba dos de ellos, y el resto de
comunidades autónomas superaban al menos uno.
Las comunidades cuyas
provincias se encuentran,
por el momento, con datos
positivos en todos estos ratios, al margen de la Comunidad Valenciana, serían Galicia, Asturias, Cantabria, País
Vasco, Cataluña y los archipiélagos.
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