Carlos Gil. Confieso que hay
momentos, cada vez más, que no sé en qué día estoy. Y eso que no
llevamos ni veinte días con la movilidad restringida, y seguimos sin
ver el momento de “doblegar la curva” que, aunque siempre nos
digan que cada día está más cerca, sigue sin llegar. Pero lo que
peor llevo es que, a cualquier hora, me encuentro en televisión a un
ministro, o dos, que, a falta de argumentos convincentes, intenta
entretener el rato con un monólogo tan aburrido como estéril.
Alguien debería recordar
al Gobierno aquello de que “los españoles no merecemos un Gobierno
que nos mienta”. Al fin y al cabo, el eslogan es suyo. Así
llegaron a la Moncloa en 2004 y así, o peor, van a acabar dejándola,
por mucho tiempo, en 2020. Ni la improvisación ni las verdades a
medias nos sacarán de esta situación. Y más, parece que son
incapaces de aportar.
Por más avalancha de
ruedas de prensa y de milongas que nos quieran contar para intentar
convencernos de que hacen todo lo que saben (que es más bien poco),
los españoles tenemos espíritu crítico suficiente como para saber
cuándo nos intentan tomar el pelo. Y hasta ahora, nos lo intentan
tomar un día tras otro.
En este momento, en que
nos preocupa la salud de todos, pero especialmente la de nuestros
mayores, que nos inquieta el futuro de nuestros autónomos, nuestras
empresas, nuestros empleos y nuestra economía, que el presidente del
Gobierno nos diga que ha aumentado el consumo de Internet y ha bajado
el de la gasolina nos importa un bledo.
Sánchez (y Puig, Illa,
Barceló, Ábalos, Marlaska, …) se han tomado esta emergencia como
una campaña publicitaria. Solo ofrecen información incompleta y
tendenciosa, de forma que no sabemos hoy por donde saldrá el sol
mañana. Es probable que tampoco ellos lo sepan, pero llevamos ya con
esto bastantes muertos como para que, si siguen sin saber, den un
paso al lado y dejen que alguien competente nos salve de esta
situación.
La penúltima ocurrencia
es negar a los alcaldes la información sobre la situación en
nuestros municipios. A ver, que no es por cotillear ni por contarlo
en el bar (que, además, está cerrado). Si queremos esa información,
es para poder tomar las medidas necesarias de prevención en nuestros
pueblos o para intensificar las labores de desinfección en alguna
zona concreta. Les guste o no, somos responsables en nuestros
municipios y queremos cumplir responsablemente con nuestra labor de
protección de la salud pública.
Seguiremos tomando
medidas, aunque sea a ciegas, porque nos importan nuestros vecinos y
nuestros pueblos, porque hacemos todo lo posible por cuidar a
nuestros mayores y a nuestros jóvenes, y porque queremos que, en
breve, todo esto quede como un mal sueño, pero sin más
consecuencias. Seguiremos confinados, pero sin dejar de trabajar,
aunque sigamos encerrados, pero desinformados.
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