Eva María Tejedor durante la entrevista concedida a El Periódico de Aquí en su despacho en el ayuntamiento de San Antonio de Benagéber. / EPDA
Un instante durante la entrevista en el ayuntamiento de San Antonio de Benagéber. / EPDA Esta información se ha publicado en la edición impresa de El Periódico de Aquí Camp de Túria, que puedes ver haciendo click aquí.
¿Fue realmente alcaldesa por sorpresa o había un pacto previo?
No había ningún acuerdo previo. Fue sorpresa. Es cierto que subiendo al pleno me dijeron que estaban pensando apoyarme, pero tampoco había nada claro. Lo que sí teníamos todos claro es que queríamos un cambio de gobierno. Se me atacó porque dije que yo era la única opción viable, pero lo dije porque reconocía que había unas líneas rojas entre partidos que eran difíciles de cruzar. Entonces yo, como independiente, era la única opción. Pero en ningún momento pensé que sería alcaldesa. De hecho, mi cara en el pleno, que lo vi el otro día porque no la había visto aún, fue de sorpresa real. Además hubo un baile de papeletas, salió un voto en blanco y se vivió hasta última hora un poco el desconocimiento, al menos por mi parte.
Fue un pleno con mucha expectación…
Fíjate que bajando del pleno, la gente me decía “asómate al balcón” y yo decía “¿al balcón para qué?”. Me asomé y estaba todo el mundo en los bares, viéndolo en YouTube, la gente chillando, una ovación cuando me asomé… Fue muy bonito, la verdad. Llegué a mi casa creo que a la una de la mañana. Fue especial, la verdad es que sí. Además yo he nacido en esta calle, por eso siempre tengo la persiana abierta, me encanta ver mi casa.
¿Por qué cree que AISAB no logró llegar a ningún acuerdo, siendo la fuerza más votada?
Yo, que lo conozco desde dentro, sé que es por el trato. Pero no hay más que ver el histórico, los plenos, la falta de comunicación con la oposición… De hecho, les quitó hasta las retribuciones. Ha sido todo. Ha sido un ataque, por ejemplo a Guanyem de payaso para arriba lo tachaba en todos los plenos. Entonces dice mucho que no haya conseguido ni un solo apoyo la lista más votada. Eso sin hablar de todos los vecinos a los que se les ha dado una mala respuesta, se les ha bloqueado, etcétera.
La vida política en San Antonio de Benagéber podría definirse como tensa. Usted misma fue víctima de amenazas durante la campaña electoral. ¿Ha mejorado esta situación?
Solo son tensas con AISAB. Lo de las amenazas, no puedo dar datos porque está todo en manos de la Guardia Civil, pero fue una persona en concreto, todo el pueblo sabe quién fue y no creo que fuese por la política. Un poco sí que fue a raíz de montar yo el partido, pero creo que fue más un ataque de celos. Parece ser que es una persona que lo hace habitualmente. Lo que pasa que yo, a pesar de ser de aquí de toda la vida, no lo sabía. No conocía a esta persona hasta ese punto. Entre el resto de partidos nos llevamos muy bien.
¿Cómo se fraguó la configuración del actual equipo de gobierno?
La misma tarde del pleno, hablamos. Ya te digo que se nos hicieron aquí la una o las dos de la mañana. Durante esa misma semana, se fraguó.
Recientemente, el president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha llamado tránsfugas a dos concejales del PP de San Antonio de Benagéber por “gobernar con Compromís y Vox”. ¿Qué pacto hay realmente y quién forma parte del equipo de gobierno?
A ver, aquí el pacto, el equipo de gobierno es UCIN y PP. Y de hecho es el acuerdo que hay y son los que estamos en el equipo de gobierno. En la Junta de Gobierno, que nos has pillado justo antes de la entrevista, somos tres: Luis (PP), Pedro (PP) y yo (UCIN). No hay nadie más. Yo sí que propuse a la oposición (de hecho es una idea que en su momento me venía de Santafosta, de cuando estuve con él) darles delegaciones. Él nunca lo llevó a cabo, yo me quedé con esa idea y entonces yo se lo propuse a Guanyem y a Vox. Somos un pueblo grande y para dos o tres personas es una sobrecarga de trabajo. Guanyem no quiso y Vox, sí. Estoy abierta a delegar. Además, es que es mejor para el vecino. La gente ahora me está dando la razón, porque yo le decía: “si yo me voy a cenar con mis amigas, tengo unas de Podemos y otras de Vox, y nos queremos tantísimo, ¿por qué no llevarlo a término en un pueblo, donde todo el mundo estamos velando primero por los vecinos?”.
Su partido lleva la palabra independiente entre sus siglas, pero ha logrado formar gobierno con dos ediles del PP y ha delegado concejalías en Vox. ¿Influye la ideología en la política municipal? Muchas veces dicen que, en los pueblos, ideología poca…
Eso te iba a decir. Lo estábamos comentando justo antes de venir tú. Hay un compañero que hizo un estudio analítico de todos los programas electorales y decía que del PP a UCIN creo que cambiaba una cosa, pero es que del PP a Compromís cambiaban dos. Al final, tú tapas los logos de cada uno y, vamos, yo creo que no sabrías elegir cuál es el programa electoral de cada uno. Puede haber casos puntuales, pero al final vas mediando un poco con todos. Pero es como todo. Mi hijo es lo que más quiero en el mundo y discuto también. Al final es mediar. Yo lo veo muy fácil. Supongo que tú, igual que yo, tendrás amigas de todos los sitios, y no podrías elegir entre una u otra.
Por lo que comentaba, respecto a temas como la violencia de género o la diversidad LGTBIQ+, ¿han encontrado diferencias?
No. Es que aquí tampoco son extremistas, ni un lado ni otro. Ellos han dado un paso, han mirado qué es lo mejor para sus vecinos y ya está. Por ejemplo, no participan en nada, en este caso Vox, se va a mantener al margen, pero tampoco te impide trabajar. Igual que si fuese al revés. Son gente muy muy coherente y muy sensata. Es que no hay ninguna discrepancia.
¿Fueron difíciles las primeras semanas como alcaldesa?
Yo fui concejala hace ocho años aquí, durante tres años y medio, y la verdad es que conozco a todo el mundo, los quiero muchísimo, ellos a mí, entonces estoy siempre tranquila. De hecho, a pesar de la sorpresa, en ningún momento he tenido miedo porque sé que me responden todos. Yo en aquel momento llevaba varias áreas, entonces no ha sido mucho más el ser alcaldesa. Sí que es verdad que toco todas las áreas ahora, pero que, al final, como tienes los técnicos que te sacan toda la faena… Pero claro, me lleva todo el día. Por la noche, a las 5 de la mañana… Como yo madrugo, hay veces que desayuno a las 6 de la mañana y ya tengo gente esperando para reunirse conmigo. Pero bueno, estoy muy feliz, veo a la gente muy contenta. Lo bueno también de estar con grupos tan distintos es que está todo el mundo contento. Igual los de derechas que los de izquierdas.
Yendo un poco a la gestión, cuando entran en el Ayuntamiento, ¿cómo se lo encuentran?
Pues, fatal. Yo pensaba, Judith, que cuando tú alardeas mucho de una cosa, es que lo tienes que tener todo perfecto, pero no es así. Me ha sorprendido muchísimo porque, así como ahora somos tres personas, antes eran siete, entonces daba por hecho que tenía que estar todo mejor. Contratos que no se han sacado a licitación, convenios con las asociaciones, que llevaban dos o tres años sin cobrar subvenciones. La empresa de recaudación, un año y pico caducada. Hay cosas que, por plazo y falta de personal, tienes que continuar haciéndolo, pero ya estamos iniciando todas esas licitaciones para que eso se solucione lo antes posible. Yo vengo de la empresa privada y no es lo mismo que la pública. Aquí las cosas van muy lentas y, además, tenemos el personal que teníamos cuando éramos 4.000 habitantes. Se han triplicado los vecinos. Vamos a ahorrar en salarios, porque antes eran siete concejales con dedicación exclusiva y ahora somos dos. Por ahí vamos a poder ampliar la Policía Local. Otra cosa que también dijeron y es mentira es que yo me había subido el sueldo. Yo cogí el salario que puso Santafosta hace ocho años. Lo que pasa es que él se puso un 75 o un 80%, porque tenía su trabajo, y yo estoy al 100%. Luego pues fiestas. El 8 de abril, que es la fiesta local, una super fiesta que ni se había pagado, pero encima no había ni partida presupuestaria para eso. Es que al final, ni limpieza ni servicios públicos. No se había contemplado que tenemos un segundo cole y no han contratado personal para eso. La empresa que hay ha quitado personal de otros edificios municipales para cubrir el cole. Y es todo así. Ha habido dejadez. Se han centrado mucho en cosas que se ven en la foto, pero la documentación estaba muy abandonada.
¿Cuáles diría, a grandes rasgos, que van a ser los principales proyectos de la legislatura?
Acabar las obras, que había muchas empezadas, eso es cierto. Hemos tocado un poco diferentes áreas: vamos a intentar mejorar lo que es la limpieza, vamos a promover el comercio (el concejal de Comercio tiene muy buenas ideas). De hecho, también han cobrado la subvención, porque llevaban varios años los pobres sin cobrarla. En el tema de deportes, se me ha dado mucha caña este verano. Aquí se sacó todo a una única agrupación que, además, sabemos todo el mundo de dónde vienen, que es del anterior equipo de gobierno y coinciden casi todos los cargos. Y a esa asociación se le cedieron en exclusividad todas las instalaciones municipales y todos los coles. Eso me han dicho los asesores que es ilegal. Yo no puedo ceder un espacio municipal a nadie en exclusividad. Entonces, clubs de toda la vida de aquí como el de fútbol, el de karate, se han tenido que ir fuera. Era súper fácil; simplemente dividir y decir “oye, este fin de semana tenemos partido nosotros, ¿nos dejáis todo el campo?”. Estoy maravillada, porque al final es que no era ningún problema. Ahora, se están compartiendo todos los espacios, también con el AMPA. He encontrado un par de temas así feos, el agua, pero al final todo se ha arreglado y hoy por hoy veo a todo el mundo contento.
San Antonio de Benagéber es una ciudad dormitorio. En este sentido, ¿se plantean llevar a cabo alguna iniciativa para fomentar la identidad y la pertenencia y promover la vida local?
A veces no es fácil, porque la gente viene a dormir. Pero sí que estamos moviendo mucho el tema de hacer cosas en las diferentes urbanizaciones. De hecho, este año, por primera vez, se van a alumbrar las entradas de todas las urbanizaciones del municipio, que nunca se ha hecho, para que vean que nos acordamos de todos. Vamos a intentar llevar fiestas, estamos mirando para restaurar un par de edificios que tenemos en algunas urbanizaciones. Un poco para trasladar algunas actividades como gimnasia, talleres… Mucha gente se queja, aunque haya en redes sociales, de falta de información. Por ejemplo, Montesano, yo creo que el 80% va antes a l’Eliana que aquí porque no se enteran. No todo el mundo está en redes sociales, entonces hay que ver un poco cómo llegar a esa gente.
¿Qué les diría a los vecinos y vecinas de San Antonio de Benagéber?
Que aquí el trato es muy cercano. Todo el mundo sabe que las puertas del ayuntamiento están abiertas. Por la calle, igual, es que vivo aquí, en la calle de al lado. Entonces la gente lo valora muchísimo. Vienen los vecinos y me dicen: “gracias por atenderme”. Digo: “no, gracias por venir”. Porque al final me están pagando a mí, yo soy la trabajadora, y si tú vienes y me dices: “tengo este problema en esta calle”, me estás quitando la faena de tener que ir y averiguar las necesidades. He aprendido muchísimo en cuatro meses, y lo que me queda, pero lo hago a gusto. Me han llamado de otros sitios para meterme en política y he dicho que no. A mí solo me importa mi pueblo. De hecho, me metí otra vez por los vecinos, que me lo pidieron. Yo me iba a vivir a la playa, ni me lo había planteado. Mira cómo han cambiado las cosas, pero estoy muy feliz. La verdad es que es lo mejor que he hecho.
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