Un tractor fumiga zonas de jardines del municipio del Puig para combatir la presencia de los insectos. / epda Daniel teletrabaja desde que empezó la pandemia en su vivivienda, ubicada en una urbanización de Godella. “Hasta hace meses no tenía ningún problema para poder trabajar en el porche de mi casa”, cuenta este vecino que, sin embargo, en los últimos tiempos ha tenido que cambiar los hábitos por la presencia de los mosquitos. “Ahora -añade- tengo que trabajar en el interior de la vivienda porque es realmente imposible lidiar con los mosquitos”. Una escena similar se ha vivido en muchas localidades de la comarca que se están viendo obligadas a activar mecanismos especiales para tratar de combatir una plaga que está afectando a la práctica totalidad de la Comunitat Valenciana y que se ha recrudecio con las lluvias y las altas temperaturas de septiembre.
Uno de los municipios donde se han recibido muchas quejas vecinales por las picaduras de estos insectos ha sido La Pobla de Farnals. El propio alcalde, Enric Palanca, se vio obligado a hacer público un post en su cuenta de la red social Facebook para tratar de aclarar la situación que, como bien señala, “no afecta solo a La Pobla de Farnals”.
Palanca empieza explicando que “los mosquitos y en especial los mosquitos tigre no necesitan grandes masas de agua para reproducirse. De hecho, cuánta menos agua mejor porque sus depredadores naturales acuáticos lo tienen más difícil (peces, ranas...). Con las altas temperaturas y las últimas lluvias el problema endémico de las marjales y la huerta de la comarca se ha agravado. Esta plaga afecta desde el Grao de Castelló hasta València: no es un problema único de La Pobla de Farnals”. De normal, un Consistorio como el de La Pobla gasta 11.200 euros al año en desratización, desinsectación y desinfección de los cuales la Diputació en su plan contra el mosquito tigre subvenciona 1.200 euros. Estos recursos se utilizan para hacer tratameintos ordinarios. Pero la situación ahora es extraordinaria, lo que ha llevado a este consistorio a solicitar tratamientos aéreos como los que se están realizando en nueves marjales de Castellón “para hacer más efectiva la lucha contra la presencia masiva de mosquitos a nivel municipal”.
Quejas también de la ciudadanía en la vecina localidad del Puig donde, según informan desde el Consistorio, “la fumigación contra los mosquitos se está llevando a cabo todas las semanas desde el mes de abril hasta el día de hoy”. Indican que “las lluvias han provocado una nueva plaga de mosquitos. Esta plaga está afectando casi a la totalidad del litoral de la Comunitat”, por lo que “el Ayuntamiento intensificó durante toda la semana pasada la fumigación por todo el término municipal (parques, colegios, IES, montañas, playa, lindes de campos...)”. Además, se ha solicitado tanto a la Diputació como a la Generalitat la ayuda para la fumigación en avioneta sobre las zonas de marjal, que es donde se encuentran los focos. “Seguimos trabajando para la eliminación de esta plaga que se ha producido tanto en nuestro municipio como en municipios vecinos y en la práctica totalidad del litoral valenciano”, remarcan.
El tercer municipio de la comarca en solicitar la fumigación aérea del marjal para combatir la plaga de mosquitos ha sido Puçol, donde también se ha agravado esta problemática en las últimas semanas, sobre todo en la zona de la playa.
Del mismo modo, el Ayuntamiento de Massamagrell está realizando desde hace varios días tareas de fumigación contra este insecto. Los trabajos, que se realizan de madrugada para no molestar a la población, comenzaron a finales de la semana pasada y continuarán durante los próximos días hasta terminar de tratar todos los espacios del municipio. Para ello, se han equipado dispositivos que pulverizan sustancias fungicidas contra los mosquitos, con el objetivo de frenar esta problemática y prevenir su propagación.
El alcalde de Massamagrell, Paco Gómez, señaló que “el final del verano ha sido bastante lluvioso, y estamos en época de que las lluvias continúen, factor que provoca más acumulaciones de agua y encharcamientos, y con ello la presencia de mosquitos. Por eso hemos intensificado estas labores”.
La fumigación se está llevando a cabo principalmente por zonas verdes. Además, con el fin de proteger a los más pequeños y pequeñas, también se han realizado por los diferentes colegios del municipio.
Zonas de interior
Pero la plaga no solo está afectado al litoral. Tal como relataba Daniel, vecino de Godella, y corroboran otros residentes de esta localidad de l’Horta Nord, los mosquitos “nos están masacrando todo el verano y se ha notado mucho el cambio en la fauna de estos insectos en una zona donde antes solo se veía el mosquito tradicional y ahora el predominio absoluto es del mosquito tigre con unas dimensiones distintas, aunque parece ser que las picaduras no están siendo tan agresivas”, cuenta Andres.
En Godella, fuentes municipales emitieron un comunicado en el que explicaban que la empresa adjudicataria del control y prevención contra el mosquito tigre, Anticimex, “ha informado a la Concejalía de Medio Ambiente de que las trampas instaladas en diferentes puntos de la población están dando muy buen resultado.
La ayuda de Diputació
La Diputació de València coordinará la lucha contra el mosquito tigre en los espacios naturales de los municipios afectados, en especial zonas húmedas como los marjales que ocupan el término de distintas localidades de la provincia. Así lo ha avanzado el presidente de la corporación, Toni Gaspar, tras reunirse este sábado con los responsables locales de Puçol, El Puig, Rafelbunyol y La Pobla de Farnals, cuatro consistorios de L’Horta Nord que han solicitado ayuda a la Diputación frente a la propagación del insecto.
Durante el encuentro, en el que han participado las alcaldesas de Puçol, Paz Carceller, y El Puig, Luisa Salvador, el alcalde de La Pobla de Farnals, Enric Palanca, y el concejal de Servicios Urbanos y Agricultura de Rafelbunyol, Santiago Bellver, el presidente Gaspar ha destacado la importancia de “la coordinación entre la Diputació y los municipios afectados no solo para hacer frente a la problemática del mosquito tigre sino también para prevenir su propagación de forma conjunta”. Y eso es lo que hará la corporación provincial, que tras el diagnóstico previo de la situación pondrá en marcha “un plan de acción y prevención en espacios naturales que coordinará el área de Bienestar Social”.
Al margen del papel de coordinación, el presidente ha recordado a los responsables locales el mecanismo a través del cual los consistorios pueden solicitar ayudas para hacer frente a estas plagas. En palabras de Gaspar, “la Diputació es consciente de que la competencia en las zonas urbanas es de los ayuntamientos, pero también tenemos claras las molestias que generan estos problemas de salud pública en muchos municipios y su entorno y es nuestra intención contribuir para que dispongan de las herramientas oportunas, en cumplimiento de la normativa de la Dirección General de Salud Pública, para hacer frente a las plagas”.
En este sentido, el área de Bienestar Social que dirige Pilar Sarrión ha reforzado este año la lucha contra el mosquito tigre y otros vectores al ampliar sus ayudas para campañas de salud pública a los municipios de menos de 20.000 habitantes que soliciten las subvenciones, que en total cuentan con una dotación de 350.000 euros para la desratización y desinfección de edificios municipales y alcantarillado y control de insectos como la mosca negra y el mosquito tigre.
La Diputació convoca anualmente una línea de ayudas destinada a la realización de campañas de salud pública.
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