Imagen de archivo dela Policía Nacional. / EFE
Carlos, oficial de la Policía Nacional y vecino de l’Horta Nord, ha fallecido tras más de dos semanas ingresado en estado crítico en el Hospital Clínico Universitario de Valencia. El agente no logró recuperarse del gravísimo traumatismo craneal que sufrió al ser golpeado con una piedra de gran tamaño durante una intervención fortuita en Vinalesa, donde intentó impedir un robo cuando se encontraba fuera de servicio.
La familia tomó la dura decisión de autorizar la retirada del soporte vital después de que los médicos confirmaran que el policía había entrado en muerte cerebral. La Policía Nacional anunció el deceso durante la noche del martes, transmitiendo su pesar a los allegados y compañeros del agente.
Un ataque inesperado en plena calle
El suceso tuvo lugar a última hora de la tarde del 8 de noviembre. El oficial, que residía muy cerca del lugar, se cruzó con dos jóvenes que, según la investigación, se disponían a entrar en una vivienda para sustraer palomos deportivos de alto valor. Al intervenir para evitar el robo, uno de ellos —el mayor, de 21 años— lo habría agredido por la espalda con una piedra, dejándolo inconsciente en cuestión de segundos. Un vecino lo encontró tendido entre dos vehículos y dio aviso inmediato a los servicios de emergencia.
Los sanitarios del SAMU lograron estabilizarlo y trasladarlo de urgencia al hospital, donde fue inducido al coma con la esperanza de contener el daño neurológico. Sin embargo, su evolución nunca llegó a mostrar signos de recuperación.
La ausencia de testigos directos obligó a los investigadores de la Guardia Civil a apoyarse en un análisis exhaustivo de cámaras de seguridad del municipio y de propiedades privadas. Ese trabajo permitió identificar a los dos hermanastros presuntamente implicados, vecinos de Burjassot, y reconstruir con precisión su recorrido tras la agresión.
El menor de ellos, de 15 años, quedó en libertad sin medidas cautelares, al considerarse que no participó en el ataque. En cambio, su hermanastro de 21 años permanece en prisión provisional como presunto autor del golpe mortal y acusado también de tentativa de robo.
Una vez confirmada su identidad, la Guardia Civil desplegó un operativo en el barrio de las 613 Viviendas de Burjassot para localizar a los jóvenes. Con apoyo de unidades de intervención y de las policías locales y nacionales, los agentes practicaron las detenciones en pocos días desde la agresión, una rapidez que fue clave para asegurar las pruebas y testimonios necesarios.
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