La delegada del gobierno Pilar Bernabé y el alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga les entregan a los militares una placa durante un acto simbólico por la construcción de un puente nuevo . EFE/ Kai Forsterling
El regimiento de Pontoneros y Especialidades de Ingenieros número 12 de Zaragoza ha finalizado la instalación del puente militar provisional tipo Mabey sobre el río Túria, que permitirá volver a recuperar la conexión de 3.500 vecinos de las urbanizaciones de la zona norte con el centro urbano de la ciudad y del resto de la ciudadanía con la carretera CV-336.
Este sábado se ha celebrado el acto de recepción de las obras del puente provisional sobre el Túria a la Diputación de Valencia, titular de la carretera, y un reconocimiento al trabajo realizado por el Regimiento de Ingenieros Pontoneros de Zaragoza, al que han asistido la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, y al alcalde de Riba-roja, Robert Raga.
Tras el trabajo previo de preparación del terreno y cimentación, los cuarenta militares desplazados a la zona, alojados en una instalación municipal, han trabajado para habilitar esta vía de comunicación que abrirá al tráfico entre el 11 y 12 de diciembre, según informan fuentes del Ayuntamiento de Riba-roja.
El puente provisional sustituye al que discurría y que resultó afectado por la DANA y va a permitir restablecer la movilidad y las conexiones para el tráfico rodado de la parte norte del municipio, ha manifestado el alcalde.
Se trata de una estructura prefabricada, tipo Mabey, con capacidad de soportar 30 toneladas de peso. Con una amplitud de 4,20 metros y 1,5 para peatones, el puente será de un solo carril y estará regulado por semáforos, permitiendo únicamente el paso de vehículos a la vez, en una u otra dirección.
Para ejecutar la obra, se ha construido una escollera de piedra ampliando la calzada para facilitar el giro de los autobuses y afianzar el talud existente en el camí de les Ánimes. Por la misma línea de la escollera transcurre una acera por la que pasarán los peatones.
A partir de este lunes seguirán los trabajos de acondicionamiento de los accesos con rampas de hormigón y señalización viaria necesarios para la apertura del puente.
Esta estructura provisional será utilizada hasta que se disponga de la solución definitiva. Una vez dragada el agua del cauce, los ingenieros están estudiando la afectación que ha tenido la dana sobre las pilastras del puente y, una vez se disponga de los informes pertinentes, se aprobará la reconstrucción o la construcción de un nuevo puente, ha explicado el alcalde.
La dana del 29 de octubre provocó graves desperfectos en los dos puentes sobre el río. Uno de ellos se construyó tras la riada de 1957 y la fuerza de las cañas arrastradas por el agua hace un mes lo dejó intransitable, obligando a los vecinos y vecinas a utilizar otras vías alternativas de entrada y salida de la población, como la CV-370 o la Carretera de Vilamarxant.
El alcalde ha insistido en la necesidad de estudiar una nueva vía de comunicación sobre el Túria en la zona oeste de la población, a la altura de Mas de Escoto, que sirva como alternativa ante posibles irrupciones en la circulación de la CV-336.
Ha alertado de que se trata de una zona en obras y por lo tanto, se deberá incrementar la precaución, especialmente los escolares que transiten por la zona para acceder a los centros educativos, en alusión al IES El Quint, con cuyos responsables ya se ha reunido al ser un centro lindante con el puente.
Se establecerá la señalización viaria correspondiente y habrá presencia policial a las horas punta para garantizar la seguridad de los escolares.
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