La joven Isabel junto a su familia./Foto facilitada por la familia
Hoy, 28 de septiembre, se cumplen 16 meses desde que
Isabel se precipitó por el balcón de su casa de Requena. El pasado 27 de mayo
de 2022 marcó un antes y un después para esta humilde familia requenense. Más
de un año después de este trágico suceso continúan luchando para exigir
justicia para su hija Isabel.
Echando la
vista atrás, la joven de Requena se precipitó por el
balcón de su casa dos días antes de su cumpleaños y en presencia de su hermano
menor tras dos años de lucha con
anorexia y depresión y tras un largo proceso en diferentes hospitales como la
Unidad de Salud Mental de Requena (USM), su ingreso en La Fe de Valencia y una lista de
espera de ingreso en la UTCA que nunca llegó.
La familia denunció la nula intervención profesional y
que actuaron “con absoluta negligencia e imprudencia en el tratamiento y
diagnóstico” debido a su “nula formación sobre la enfermedad de Isabel”.
También lamentaron que una de las médicas no permitía que los padres asistieran
a las terapias lo que “suponía una barrera en el tratamiento de nuestra hija”,
según indica en el documento que se entregó al juzgado. Su denuncia por negligencia lo ratificó un peritaje el cual vio mala praxis en el tratamiento de Isabel.
Por todo ello y porque no se le
estaba dando un buen tratamiento a la menor interpusieron una querella el
pasado octubre de 2022, aunque fue posteriormente desestimada por
el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción
Nº4 de Requena.
Ahora la historia ha dado un giro de 180º, pues ha salido a
la luz una conversación que mantuvo la hija de Rafael Martínez, Isabel, con
otro joven a través de su red social de Instagram y sobre la cual este medio de
comunicación ha tenido acceso a ella gracias a uno de los atestados de la
Guardia Civil compartidos por la familia. En dicha conversación ambos acuerdan
quedar esta misma noche del viernes del 27 de mayo. De hecho, esta versión está
respaldada por una testigo que vio todo lo sucedido y que dio declaraciones
dado que estuvo en el lugar de los hechos junto a la madre de la víctima una
vez se precipitó por el balcón. La testigo es una vecina del patio de al lado. Según
se describen los hechos Isabel iba a quedar con estos tres jóvenes con quienes
contactó por medio de Instagram y le esperaban bajo en su coche, estos tres
individuos tienen entre 24 y 27 años. Dado que la puerta de su casa estaba
cerrada con llave, la víctima no podía salir, por lo que según se lee en la
conversación la opción era saltar por el balcón para fugarse de su casa. En primera
instancia ella se niega porque “me puedo matar”, indicaba la joven. En dicho
intercambio de palabras solo aparecen los mensajes de ella, pues la otra
persona borró los suyos.
La testigo que estuvo presente afirmaba en sus
declaraciones que vio como el coche de los tres individuos se marchó del lugar
tras lo sucedido, ella se bajó del coche para auxiliar a Isabel, posteriormente
bajó su madre. Tras un minuto aproximadamente uno de los jóvenes volvió al
lugar.
La familia presento una querella a los tres varones adultos
por omisión de socorro e instar a la fuga a una menor. “Dichas personas fueron
las últimas en tener contacto con la joven la cual, y tras la revisión de los
hechos el motivo de su muerte no fue suicidio”, sostiene el padre de Isabel.
“Mi hija no se suicidó esa noche. La causa de la muerte es
por accidente provocado por una actitud de unos individuos más que reprochable
y su conducta imprudente. Pedimos que se investigue a los tres implicados que
contactaron con ella y la convencieron para abandonar nuestra casa por el balcón,
a sabiendas del riesgo que corría, dado que mi hija lo advierte en la conversación.
Como adulto debes tener el suficiente conocimiento para que, aunque una menor
quiere voluntariamente fugarse debes hacerla desistir de dichas intenciones”, subraya
Rafael Martínez, padre de la víctima.
Sus familiares ven motivo de investigación a estas tres personas porque sus declaraciones no coinciden con la de la testigo y con la conversación con Isabel. "Dicen que no sabían ni se imaginaban que vivía en un piso alto, cuando mi hija sí que lo mencionó por Instagram mientras intercambiaban mensajes", subraya Rafael, padre de la menor.
La familia se muestra sorprendida y decepcionada porque no
han llamado a declarar a ninguno de los tres hombres. “Me sorprende más aún
porque somos un país donde luchamos por los derechos de la mujer. Mi hija era
una niña enferma, vulnerable y mi mujer, una madre destrozada. Isabel no
tendría que haber estado en casa dado que cumplía con los requisitos para estar
ingresada por su enfermedad. También creo firmemente que, si estos individuos
no la hubieran llamado ni insistido a mi hija con más de 25 mensajes para que
bajara con ellos, ella esa noche hubiese seguido durmiendo y con vida”,
finalizaba el padre de la joven.
Su padre, madre, hermano y familia entera continúa
luchando para que se haga justicia y no se deje apartado su caso.
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