Punto en el que interviene la Generalitat Valenciana este verano. / Fuente: GVA
Un tramo de la carretera afectada. / Foto: Google MapsLos alrededor de 500 residentes estivales de la zona de La Llacuna, ubicada entre los términos municipales de Villalonga (Safor) y la Vall de la Gallinera (Marina Alta), se han quedado con un único acceso rodado a sus viviendas. El motivo: el corte total de la carretera CV-702 por parte de la Generalitat Valenciana. La medida se prolongará durante al menos dos meses y ha generado ola de quejas entre vecinos y autoridades locales, que temen por la seguridad de la zona en caso de emergencias, como incendios forestales, y denuncian la falta de alternativas viables de acceso.
La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha comenzado las obras de “ampliación de la capacidad hidráulica” en el punto kilométrico 0,890 de dicha carretera, dentro del término de la Vall de la Gallinera. Según el comunicado remitido por la Generalitat al Ayuntamiento de Villalonga, la actuación consiste en sustituir tres antiguas tuberías de drenaje por 65 metros de marcos prefabricados de gran tamaño (2x1,5 metros), con el objetivo de mejorar el desagüe en caso de lluvias torrenciales y evitar inundaciones en la vía.
Sin embargo, la ejecución de estas obras ha supuesto el corte total de la circulación en ambos sentidos, justo en plena época estival, cuando la población de esta zona rural de montaña se multiplica por la llegada de residentes a segundas viviendas. La única alternativa ofrecida por la Generalitat es un desvío provisional por caminos rurales de difícil tránsito, que muchos vecinos consideran inadecuados para un tráfico continuado.
El alcalde de Villalonga denuncia la situación: "Nos avisaron un jueves y al día siguiente cortaron la carretera"
Juan José Sanchis, alcalde de Villalonga, ha calificado la situación de "grave" y ha expresado su malestar ante la "falta de previsión" por parte de la administración autonómica. "Nos comunicaron oficialmente el inicio de las obras el jueves 29 de junio, y al día siguiente ya estaba cortada la carretera. Es una actuación que afecta directamente a la movilidad y a la seguridad de decenas de familias, y se ha hecho sin margen de reacción ni diálogo con los ayuntamientos afectados", ha declarado.
El alcalde también ha subrayado que La Llacuna es una zona especialmente vulnerable al riesgo de incendios forestales, especialmente en verano: "Nos preocupa que, con solo una vía de salida operativa, cualquier emergencia —como un fuego en la zona este— podría dejar atrapadas a muchas personas, dificultando tanto la evacuación como el acceso de los servicios de extinción".
Reclamaciones a la Generalitat: acceso de emergencia o aplazamiento de las obras
El Ayuntamiento de Villalonga ha elevado una queja formal a la Dirección General de Infraestructuras Viarias, en la que solicita que se mantenga al menos un carril de emergencia habilitado y transitable durante la ejecución de las obras. En caso de que no sea técnicamente posible, exige la suspensión temporal de las obras hasta el mes de octubre, cuando el riesgo de incendios es significativamente menor y la población en La Llacuna disminuye.
A esta petición se ha sumado también el Ayuntamiento de la Vall de la Gallinera, que comparte la preocupación por la falta de planificación y por el impacto que estas obras tienen sobre la conectividad de la zona.
La Generalitat recuerda que sí existe un camino hacia la Vall de la Gallinera, aunque los ayuntamientos lo consideran impracticable para la mayoría de vehículos y destacan que, en caso de incendio, la presencia de depósitos de agua para bomberos en esa vía la bloquearía, agravando la situación. Aun así, la Conselleria ha comunicado la situación a Emergencias para que tengan en cuenta estas limitaciones en sus planes de actuación.
Las obras en la CV-702 responden a una petición de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que alertó sobre la acumulación de agua en la carretera durante lluvias intensas, lo que suponía un riesgo para la circulación. El tramo afectado se sitúa en la confluencia de los términos municipales de la Vall de la Gallinera, Villalonga y l’Orxa, zona donde la carretera permanece incompleta y aislada, lo que históricamente ha generado críticas por su difícil acceso y falta de continuidad.
Una carretera polémica desde su origen
La carretera CV-702, que comunica la Llacuna con l’Orxa (Comtat), es una vía singular que discurre por una zona montañosa, alcanzando los 500 metros de altitud en su punto más elevado. Aunque inicialmente fue proyectada para conectar los cascos urbanos de Villalonga y l’Orxa, finalmente la Generalitat solo ejecutó el tramo central, que conecta por un lado con caminos locales de Villalonga y por el otro con vías forestales hacia l’Orxa.
Este "tramo aislado" ha generado históricamente críticas por parte de vecinos y ciclistas —ya que es una vía muy transitada por aficionados al ciclismo de montaña de toda la comarca— y, por el momento, no hay ningún proyecto para completar la conexión entre los núcleos urbanos.
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