El menor condenado/EFE La Audiencia de Valencia ha ratificado la sentencia del Juzgado número 1 de Menores de València que condenó a un chico a dos años de internamiento en régimen semiabierto, como cómplice responsable de un delito de auxilio al suicidio por la muerte de su padrastro, que sufría una enfermedad degenerativa.
Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019 y el joven fue detenido en junio de 2020 por la Policía Nacional, como sospechoso de haber colaborado con su madre en la muerte de su marido discapacitado en Godelleta (Valencia), cuyo cuerpo fue hallado enterrado, con signos de violencia y en descomposición.
El Juzgado de Menores número 1 de València consideró en su sentencia probado que el joven, que en el momento de la detención tenía 17 años de edad, fue cómplice de su madre en la muerte del hombre, que falleció por estrangulamiento, y le ayudó a ocultar el cadáver.
Según la sentencia, la víctima, que padecía una enfermedad degenerativa que lo incapacitaba físicamente para cualquier tarea básica de la vida diaria, con fuertes dolores, había manifestado en diferentes ocasiones a sus familiares y amigos su voluntad de recurrir a la eutanasia.
Los investigadores del caso, por su parte, consideraron que la mujer, que tardó cuatro días en denunciar la desaparición, pudo haber simulado un intercambio de mensajes para hacer creer al entorno del fallecido que éste había decidido suicidarse.
El citado juzgado valenciano impuso al menor una pena de dos años de internamiento en régimen semiabierto, y la prohibición de aproximarse a menos de 200 metros a los hijos del fallecido de su domicilio, centro docente o lugar donde se encuentre, que la Audiencia provincial establece por un periodo de dos años y a indemnizarlos con 12.500 euros.
Los hijos de la víctima recurrieron la sentencia que ha sido ratificada por la Audiencia Provincial de Valencia, que desestima sin embargo el recurso interpuesto por el Ministerio Fiscal, quien había pedido que se revocara la sentencia del juzgado.
La Fiscalía considera que el menor participó en el "asesinato" del hombre y "no en un auxilio ejecutivo del suicidio", al considerar que no se ha probado que hubiera una "petición seria, expresa e inequívoca" de la víctima del mismo.
Señalaba asimismo en el recurso que las acciones del menor "no pueden considerarse de mera complicidad sino de cooperación necesaria" y que participó en "una acción concertada entre ambos para matarlo" que ideó su madre.
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