Una de las inundaciones en Aldaia. EPDA El proyecto de desvío del Barranco de la Saleta a su paso por Aldaia cuenta con financiación y ha superado todas las fases necesarias para comenzar a ejecutarse a excepción de un informe negativo del departamento de Medio Ambiente de la Generalitat quien pide que el nuevo encauzamiento sea soterrado. El cauce causa problemas de inundaciones en el caso urbano en episodios de lluvias.
Así, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha instado a la Conselleria de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana a desbloquear el proyecto de desvío del barranco de la Saleta e Aldaia. En una carta, la CHJ recordó que en 2021 redactó un plan de drenaje completo para el barranco, actualizando proyectos anteriores de 2006 y 2010, con el fin de prevenir inundaciones en Aldaia. La conselleria había expropiado 17 hectáreas de huerta valoradas en 8,5 millones de euros para esta obra.
En julio de 2022, la CHJ pidió al Ministerio de Transición Ecológica iniciar la tramitación ambiental del proyecto, pero este proceso está bloqueado por informes contradictorios de la Generalitat. El conflicto se centra en cómo encauzar el barranco: la CHJ propone un canal a cielo abierto compatible con la huerta, mientras que la Generalitat prefiere un encauzamiento soterrado, lo cual, según la CHJ, viola la normativa vigente y encarece el proyecto. El Gobierno de España ya ha asignado más de 44 millones de euros para la ejecución del proyecto.
Por eso, la CHJ ha pedido a la conselleria que responda en un mes sobre la viabilidad de su propuesta para continuar con la tramitación y licitación de las obras. Si no se desbloquea la situación, la CHJ devolverá a la Generalitat su proyecto de 2006 y podría revertir las expropiaciones, devolviendo los terrenos a su uso original.
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