La Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia
Climática y Transición Ecológica, a través de la Dirección
General de Medio Natural, ha declarado como microrreservas de flora,
8 enclaves naturales localizados dentro de la provincia de Castellón,
tal y como publica una orden del Diari Oficial de la Generalitat
Valenciana (DOGV). La declaración afecta en concreto a un total de ocho espacios,
como son el Barranc de l'Assut (Eslida), Mas Riu d'En Bosch
(Benasal), Mola d'Ares D (Ares del Maestrat), La Moreria (Coves de
Vinromà), Ombria del Mas de la Vall C (Ares del Maestrat), Platja
del Serradal (Castellón de la Plana), Tancat de la Torre (Morella) y
Umbría del Villar (Algimia de Almonacid). Una microrreserva de flora es una zona, de menos de 20 hectáreas
de extensión, que busca favorecer la conservación de las especies
botánicas raras, endémicas o amenazadas, o las unidades de
vegetación que la contienen. Por ello, con el objetivo de llevar a
cabo esta preservación y evitar el pisoteo generalizado de las
microrreservas, queda prohibido a los usuarios salirse de las sendas
o caminos existentes en estas zonas. Se prohíben también, salvo en excepciones recogidas en la orden,
otras actividades, como la captura o recolección de hongos, ya que
suponen una pieza clave en el correcto funcionamientos de las
microrreservas, así como la realización de señales con pintura u
otros materiales.
También quedan limitadas, en la mayoría de casos,
el desarrollo de actividades de escalada, aprovechamientos madereros,
clareos, labores silvícolas, la circulación de bicicletas y de
vehículos a motor. La declaración permite también el establecimiento de posibles
medidas para reducir el impacto del exceso de visitantes, si se
comprobase una degradación de la vegetación existente. Corresponde la gestión de estas microrreservas de flora a la
Dirección Territorial de Castellón de la pertinente Conselleria.
Igualmente, corresponde a esta misma institución conceder las
autorizaciones correspondientes para el desarrollo de actividades
educativas, científicas y conservacionistas a desarrollar en la
microrreserva, o para el alzamiento excepcional de las prohibiciones
establecidas en esta orden.
Todas estas limitaciones se incluyen dentro de los planes de
gestión de estos espacios, entre los que se contemplan la
realización de diferentes actuaciones para preservar la
sostenibilidad de la zona, como la instalación de carteles
informativos y muros de protección, realización de censos de las
especies, actuaciones de conservación, mantenimiento de sendas,
eliminación de especies exóticas e invasoras o la recolección de
semillas, en algunos casos.
25 años de microrreservas
La red actual de microrreservas de flora incluye más de 300
lugares que cubren una superficie que supera las 2.300 hectáreas,
acogiendo una representación del 67% de las especies de nuestra
flora nativa. Precisamente este año se celebra el 25 aniversario de
la creación de esta figura de protección por parte de la
Generalitat Valenciana (Decreto 218/1994), figura que ha inspirado
propuestas similares en otras Comunidades Autónomas y otros países
europeos.