La hostelería de Russafa reclama activar vías de diálogo en el barrio después de 19 meses de sacrificios y sufrimientos

La Asociación por una Hostelería Responsable en Russafa  (Al Balansí) muestra su estupor ante la postura radicalista y desproporcionada por una parte de los vecinos del barrio, representados por la asociación Russafa Descansa, con sus continuos ataques a la actividad de las pymes hosteleras y del ocio.

 

Después de 19 meses de sacrificios y sufrimientos provocados por la pandemia, los hosteleros piden al colectivo altura de miras para abordar las necesidades del barrio y un minucioso plan para la sostenibilidad económica y medioambiental de la actividad del sector turístico, cultural y de la hostelería y el ocio, dada su importancia para la riqueza económica y social de la zona, y de la propia ciudad.

 

Un reto que desde Al Balansí ven cada vez más cerca y viable con la puesta en marcha del Observatorio del Ocio y el Turismo, anunciado por el Ayuntamiento de Valencia, a petición de la propia Federación de Vecinos y las asociaciones hosteleras, y que esperan que la propia administración local no alargue más su activación.

 

En este contexto, desde la Asociación por una hostelería Responsable en Russafa insisten en el necesario acercamiento de posturas, así como en buscar foros de debate y soluciones acordes a los nuevos retos que presentan las ciudades del siglo XXI, dentro de un modelo sostenible para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos; en vez de retroalimentar conflictos y enfrentamientos sociales absolutamente innecesarios, como se desprende de las continuas declaraciones e informaciones tendenciosas y con falta de rigor de Russafa Descansa.

 

Sobre todo, remarcan desde Al Balansí, cuando "estamos en un momento clave para la reactivación de la actividad del ocio, la hostelería, el comercio local, la cultura y el turismo de la ciudad de Valencia, en la que Russafa tiene un peso importante, tras haber sufrido la crisis más grave desde la guerra civil con la pandemia y que debería exigir lo mejor de nosotros mismos apostando por el diálogo y la solidaridad". Y, además, sostienen, "cuando el anunciado Observatorio por el Ocio y el Turismo  brinda la posibilidad de encontrar vías alternativas y satisfactorias para todos los colectivos, alejadas de las políticas y medidas más drásticas que han provocado daños irreparables en la ciudad tanto para el tejido empresarial como para el propio vecindario, como es el caso de las ZAS".