Turismo Comunitat Valenciana El sector turístico en la Comunitat Valenciana, que representa el 15%
del PIB, vive a raíz del coronavirus la “tormenta perfecta” y la
solución, difícil mientras no se despejen las muchas incertidumbres que
todavía oscurecen el horizonte, parece apuntar al mercado nacional y,
específicamente, a los valencianos, alicantinos o castellonenses.
Así lo señala Herick Campos, el director general de Turisme, quien en
declaraciones a EFE apunta que es el turismo nacional y, en concreto, el
valenciano, junto a los extranjeros que tienen segunda residencia,
quien está en mejores condiciones, a corto plazo, para encender una luz
al final del túnel en el que por ahora permanece confinado el sector. Y
todo ello, siempre, desde una base: el turismo seguro.
En esa misma línea se pronunciaba el pasado jueves el secretario
autonómico de Turismo, Fransesc Colomer, en un seminario sobre las
medidas a adoptar en las playas de la Comunitat: “es muy importante
hacer un gran esfuerzo de divulgación de las medidas de seguridad, ese
debe ser un aspecto central en nuestras estrategias de comunicación. En
ese sentido", añadió, "todos podemos ser parte del problema o parte de
la solución”.
Hoy por hoy, añade Campos, “cualquier planificación se enfrenta a una
gran incertidumbre, porque la prioridad es sanitaria. Pero puede haber
luz al final del túnel”.
En un reciente boletín publicado por Turisme Comunitat Valenciana se
recoge un informe según el cual la facturación del turismo en la
Comunitat habrá caído cuando acabe 2020 un 33,6%, unas perdidas solo
superadas por Baleares y Cataluña.
La asociación Exceltur, por su lado, señala en su Plan Renacer Turismo
2020-2023 que los empresarios del sector consideran que la demanda
nacional será el primer mercado en reactivarse, aunque de manera
paulatina, según transcurra el verano.
No obstante, esa demanda se verá afectada por la menor capacidad
adquisitivaen un contexto deelevado nivel de desempleo, menor
disponibilidad de días de vacaciones y laposible inseguridadpor
compartir espacios públicos.
La necesidad de transmitir seguridad es compartida por todas las fuentes
consultadas y, así, Javier Jiménez, de la escuela de negocios
turísticos de Alicante FORST opina que “aunque al 100% no es posible dar
seguridad, sí podemos acercarnos. Creo que los hoteles tienen que
adoptar medidas sanitarias eficientes y, luego, comunicarlas”.
Por su lado, Miguel Jiménez, presidente de la Asociación de Agencias de
Viaje, considera que, si se puede salvar la temporada, lo que dependerá
de la evolución del COVID, “inicialmente tendrá que ser con el turismo
nacional”.
“Estamos poniendo en marcha un proyecto con una gran cantidad de
asociaciones de diversas comunidades autónomas para promocionar el
turismo entre comunidades. Se trata de crear productos destinados al
turismo nacional”, señala Miguel Jiménez.
Y con ello apunta al tercer pilar de la nueva estrategia, el producto:
“a pesar de que la crisis implicará una caída de la demanda, tenemos que
poner en marcha iniciativas con buen precio y mucha seguridad”, añade
Jiménez.
Campos, por su lado, opina que “debemos pensar en promocionar todo el
producto que tenemos, no solo el sol y playa: el turismo urbano también,
y todo el turismo de interior”.
“Es un gran momento para crear”,
opina a su vez Javier Jiménez, de FORST: “es el momento de dar mucho
más. De dar verdadero valor añadido. Si los clientes van a tener que
cenar en la habitación porque no se va a poder garantizar la distancia,
pues vamos a darles un valor extra, aunque suponga subir el precio”.
"Esto solo lo van a poder hacer unos pocos. De modo que, por otro lado,
será inevitable una bajada de precios". Y concluye proponiendo “un
INSERSO a partir de los 30 años” como manera de promocionar el turismo
desde el sector público.
Respecto a los productos a promocionar, Campos dibuja un paisaje tan
variado como es el de la Comunitat. Y destaca las segundas residencias.
“La Comunidad Valenciana es muy heterogénea. Pero es cierto que somos la
primera comunidad en turismo residencial, el 32% del turismo
residencial está en nuestra comunidad, en especial en Alicante". Son
muchos cientos de miles de belgas, franceses, alemanes o nórdicos, pero
también una gran cantidad de familiares y amigos que vienen a visitar
sus casas en la Comunitat. "Pero para que vengan, necesitamos que se
abran las fronteras”, concluye Campos.
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