Miles de turistas han visitado València y alguna de las cerca de 800 fallas esparcidas por la ciudad. EFE/ Biel Aliño/Archivo
El buen tiempo que ha predominado durante todas las Fallas ha facilitado el cumplimiento de las previsiones de ocupación hotelera en la ciudad de València, que han superado el 75 % de media en la semana del lunes 13 al domingo 19 y el 90 % la noche del sábado 18 de marzo.
La ocupación media de la semana se ha ido incrementando desde el 63 % del martes 14, y la noche del domingo 19, San José y la cremà, se ha mantenido con un elevado porcentaje de ocupación por encima del 75 % debido a que este lunes es festivo en la Comunidad de Madrid.
Turisme Comunitat Valenciana ha confirmado que el buen tiempo ha facilitado que las previsiones iniciales, ya buenas, se hayan ratificado en la ocupación final.
Las últimas previsiones apuntaban a una ocupación hotelera del 86,5 % las noches del 17 y 18 de marzo de estas Fallas, 3,5 puntos porcentuales superior a la registrada en 2022, y una ocupación en toda la semana fallera (del 13 al 19 de marzo) del 72,9 %.
Respecto al precio de la estancia, se estimaba un precio medio de 266,65 euros. Terminadas las Fallas 2023 se confirma que el precio medio de los hoteles de la ciudad durante el fin de semana ha superado los 266 euros/noche, lo que supone un récord sobre la serie histórica, según apunta Turisme.
En la ciudad de València, el número de plazas hoteleras asciende a 21.406, según datos de la Generalitat a cierre de 2022.
Por su parte, la patronal hotelera valenciana, Hosbec, ha valorado como muy positiva la ocupación hotelera de las Fallas y las Fiestas de la Magdalena ya que en ambos casos se ha rozado el lleno técnico durante los dos fines de semana consecutivos en los que ha tenido lugar las fiestas, mientras que durante la semana ha oscilado entre el 80 y el 85 %.
En el caso de la ciudad de València, el precio medio ha estado en 150 euros por habitación y día, con puntas de más de 200 euros en los días de mayor demanda.
El impacto total de las Fallas se han calculado en cerca de 700 millones de euros, de los que unos 30 millones corresponderían a los ingresos por concepto de alojamiento hotelero. Estos ingresos suponen una recaudación directa de impuestos de unos 100 millones solo en concepto de IVA, por lo que, según Hosbec, "no es ni necesario ni aconsejable gravar de forma adicional e injustificada una actividad que tanto beneficio aporta a las arcas del Estado".
Hosbec Valencia representa a veintitrés hoteles en la ciudad de València, que tienen 5.416 plazas hoteleras (en la provincia de Valencia son 30 asociados con 7.552 plazas).
En el caso de bares y restaurantes de Valencia, tenían unas previsiones muy positivas en la semana fallera, con un 70 % de negocios confiados en mejorar las cifras de 2022, tanto por el buen tiempo como por la coincidencia con el puente de la Comunidad de Madrid del 20 de marzo.
La Federación de Hostelería de la provincia de Valencia ha lanzado un sondeo entre sus asociados, que revelará la actividad registrada durante las Fallas en comparación con la edición del año pasado.
La Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia -que representa a 500 bares, restaurantes y locales de ocio de las zonas de Russafa, Ciutat Vella, Cabanyal, Juan Llorens, Xúquer, Honduras y Blasco Ibáñez- ha asegurado que se ha incrementado un 30 % la facturación respecto al año pasado y se ha registrado una recaudación récord en las zonas con gran tradición y actividad fallera tras tres fines de semana de intensa actividad.
Según esta entidad, las Fallas de 2023 han sido una de las mejores de los últimos años para la actividad hostelera en los barrios donde se concentra mayor actividad y actos falleros, especialmente en zonas como el centro histórico, el Eixample o zonas con Fallas de Sección Especial.
En comparación con los datos precovid, la facturación ha sido un 10 % superior, según las primeras estimaciones.
Desde la Coordinadora señalan que a nivel turístico los estudiantes Erasmus se han convertido en los principales embajadores de las fiestas, ya que, cada año, atraen a un mayor número de amigos o amigas y familiares desde otros lugares de Europa.
La Coordinadora señala algunos aspectos que necesitan mejorar, como son la instalación "desbordada" de mercadillos y puestos de buñuelos que, en muchos casos, prácticamente impiden la actividad de los negocios habituales de los barrios; el lanzamiento de petardos borrachos, que generan peligro; y la actividad de las tiendas 24 horas en cuanto a la venta de alcohol.
Por último, señala que la ciudad sufre un desequilibrio económico en el sector, ya que en las zonas donde no hay actividad fallera retrocede la facturación de los bares y restaurantes en comparación a cualquier semana.
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