Paradoja total. La playa de la Malvarrosa, en el término municipal de Sagunt, ha conseguido este año su primera bandera azul. Lo que podría interpretarse como un éxito turístico y medioambiental sin matices ha desatado, sin embargo, una oleada de críticas. Y no es para menos. Este tramo del litoral comarcal ha obtenido el reconocimiento justo en su peor momento, cuando la regresión enquistada que sufre desde hace años amenaza más que nunca su supervivencia.
La bandera azul, otorgada por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC), distingue playas con altos estándares de calidad en servicios, seguridad, accesibilidad, gestión ambiental y estado del agua. Esta es la primera vez que la Malvarrosa de Sagunt recibe el galardón, que se suma a los ya obtenidos en el Port de Sagunt, Corinto, Almardà y Canet d'en Berenguer, las playas principales del Camp de Morvedre.
La noticia ha sido celebrada por el Ayuntamiento como un hito. El alcalde, Darío Moreno, asegura que "con esta cuarta bandera se hace justicia" al diferenciar la playa de Corinto de la de Malvarrosa, dotando a cada una de un reconocimiento específico. Moreno ha aprovechado la distinción para reiterar que el Consistorio continuará presionando al Ministerio de Transición Ecológica para ejecutar las prometidas obras de regeneración del litoral: "Esta cuarta bandera también nos da más fuerza para seguir demandando los pasos que necesitamos para recuperar la calidad de las playas de arena que teníamos".
En la misma línea, el concejal de Playas, Roberto Rovira, ha calificado la concesión como "un reconocimiento al enorme trabajo" realizado por los servicios municipales, especialmente los equipos de limpieza, mantenimiento, socorrismo y promoción turística. Además, este año Sagunt ha renovado el distintivo Sendero Azul para el delta del Palancia y ha recibido un nuevo reconocimiento de Centro Azul para el Centro de Educación Ambiental de la Comunidad Valenciana (CEACV), ubicado en el marjal dels Moros.
Una playa sin accesos, con regresión y sin servicios básicos
Pero mientras las autoridades destacan las cifras récord y los supuestos avances, las plataformas vecinales lanzan una advertencia clara: la Malvarrosa "atraviesa su peor momento en años". En un comunicado contundente, la la Asociación Vecinal de las Playas de Almardà, Corinto y Malvarrosa asegura que la concesión de la bandera azul es un "insulto a la realidad del litoral y una herramienta propagandística del Ayuntamiento".
La playa, denuncian, "está desapareciendo" por un proceso de regresión costera no corregido. La erosión ha formado un "escalón" en la orilla que impide acceder al mar, especialmente para personas mayores o con movilidad reducida. La situación es tal que, de más de cuatro kilómetros de playa entre Almardà, Corinto y Malvarrosa, solo la posta sanitaria de Almardà cuenta con acceso adaptado.
A esto se suman carencias graves en servicios básicos. Tras el último temporal, las cañas acumuladas en la orilla siguen sin retirarse. Tampoco hay baños accesibles en la mayoría de los tramos, y el sistema de limpieza municipal ha sido calificado por los vecinos como "pésimo". La gestión de residuos —uno de los criterios clave para obtener la bandera azul— "brilla por su ausencia", aseguran.
En materia de seguridad, la situación no mejora. La plataforma denuncia que "la vigilancia en Almardà es prácticamente inexistente y que la Policía Local apenas patrulla la zona". Sobre socorrismo, "nada se ha informado aún de la operatividad del servicio para la temporada", en contraste con la vecina Canet d’en Berenguer, cuya playa Racó de Mar ha renovado su Bandera Azul por trigésimo cuarto año consecutivo y ya tiene fijado el calendario de socorristas hasta septiembre.
Los criterios de la bandera azul, en entredicho
La ADEAC establece criterios muy concretos para otorgar su galardón, divididos en cuatro bloques: información y educación ambiental, calidad del agua, gestión ambiental y servicios de seguridad. Para los vecinos, "ninguno de estos bloques se cumple plenamente en Malvarrosa". La presencia de algunos paneles informativos es, a su juicio, "el único punto en el que el Ayuntamiento puede sacar pecho". En todo lo demás, consideran que la playa "suspende".
"La Bandera Azul se ha convertido en una herramienta de propaganda", lamentan. "No es una certificación de excelencia, sino una foto fija que no refleja la degradación diaria que sufrimos". La entidad vecinal también critica que se utilicen estos distintivos como escudos políticos, sin que vayan acompañados de soluciones estructurales ni inversiones reales.
Costas descarta intervenir antes del verano
A este contexto se suma la falta de actuaciones por parte del Gobierno central. En el último pleno municipal del 5 de abril, el alcalde informó de que la Demarcación de Costas no actuará en el litoral norte antes del verano. Aunque el proyecto de regeneración sigue previsto, no empezará antes de finales de 2025 y su ejecución finaliza —si se cumple el calendario— justo antes del 30 de junio de 2026, fecha límite para aprovechar los fondos europeos.
Según la versión del Consistorio, Costas ha descartado un "reperfilado de grandes magnitudes" este verano porque la erosión ha alcanzado el sistema dunar y actuar podría poner en riesgo las viviendas cercanas. Se limitarán a suavizar el escalón en "puntos contados".
La Asociación Vecinal no oculta su frustración: "Las obras no llegan, las promesas se repiten y mientras tanto nuestras playas se borran". Alertan de que, si no se actúa pronto, podrían darse situaciones de riesgo que deriven en responsabilidades institucionales. "Si ocurre un accidente por falta de accesibilidad o por condiciones inseguras, alguien tendrá que responder", subrayan.
"Vamos a seguir movilizados"
Ante este panorama, los vecinos insisten en que no bajarán los brazos. Piden al Ayuntamiento que deje de usar la bandera azul como cortina de humo y que asuma un papel activo en la defensa del litoral. Exigen además que todos los partidos del Consistorio presionen conjuntamente al Gobierno y a la Generalitat para que la regeneración de las playas sea inmediata y no se demore más.
"Vamos a seguir vigilantes y movilizados. No vamos a permitir que se utilicen premios que no reflejan la situación real, mientras nuestras playas desaparecen”, concluyen. La playa de la Malvarrosa, aseguran, no necesita un banderín azul para tapar su decadencia. Necesita arena, accesos, servicios, seguridad… y voluntad política".