Vista del puerto marítimo de Sagunt. La
situación sanitaria por el coronavirus ha derivado en una crisis
económica que ya se deja sentir en la comarca del Camp de Morvedre.
Para analizar la situación y las consecuencias de esta crisis, el
Periódico de Aquí ha hablado con la presidenta de Asecam, Cristina
Plumed; la secretaria general de CC OO en el Camp de Morvedre y el
Alto Palancia, Begoña Cortijo, y la secretaria territorial de UGT en
el Camp de Morvedre, l'Horta Nord y Camp de Túria, Pilar Tarragón.
Cristina
Plumed reconoce que la situación “es complicada como en toda la
Comunitat Valenciana” y señala que hay negocios cerrando “a
diario, algunos para no volver a abrir y esto implica desempleo y
falta de generación de riqueza. Estamos en una situación muy
complicada a nivel económico y aún no podemos cuantificar las
consecuencias”. En este sentido, apunta que al final de trimestre
“tendremos datos fiables de la caída en nuestra comarca. La caída
de un 10% del PIB a nivel nacional, ya nos habla de la repercusión
negativa y estamos aún inmersos en la tercera ola de la pandemia,
que está azotando a esta comunidad y comarca con especial
virulencia”.
Por
su parte, Begoña Cortijo, apunta que la situación económica en la
comarca está condicionada “por las medidas sanitarias para el
control de la pandemia del mismo modo que el resto de la economía
del país y dentro de esa afectación nos estamos encontrando con
sectores en los que exclusivamente se han tenido que tomar medidas
preventivas para garantizar el trabajo de sus empleados y otros
sectores en los que han tenido que paralizar completamente la
actividad, por lo tanto, en esta crisis, no se puede hablar de una
afectación económica única y uniforme”.
Desde
UGT, Pilar Tarragón recuerda que la ciudad de Sagunt está “entre
las ciudades grandes con más contagios, lo cual no es bueno para el
conjunto de la comarca ni a nivel sanitario ni a nivel económico,
pues como se ha demostrado en toda esta crisis sanitaria los
contagios traen consecuencias negativas para la economía. Estamos en
unos momentos graves tanto sanitarios como económicos y por ello es
necesaria la responsabilidad de todos y todas, tanto de los
ciudadanos como de los políticos, y también de los empresarios”.
En este sentido, lamenta que los servicios jurídicos de UGT en la
comarca “continúan atendiendo muchas demandas de centros de
trabajo con escasas o nulas medidas de seguridad , de despidos
ilegales, de horas extras no remuneradas, de cambios de horario,
funciones o puesto de trabajo, sin previo aviso ni justificación,
esto nos hace ver que la situación actual es utilizada por unos
cuantos para infringir las leyes y presionar a los trabajadores y a
las trabajadoras, lo cual no se puede permitir”.
Las
tres coinciden en señalar que esta tercera ola está afectando
todavía más a la economía de la comarca. Para Cristina Plumed, la
situación es una “ruina”: “Partimos de una base peor, los
sectores más afectados ya han sufrido mucho, llevan casi un año
resistiendo, a base de reservas, préstamos, etc... porque las ventas
en algunos meses han sido nulas y en otros han oscilado, dependiendo
del sector, entre un 30% y un 60%”.
Begoña
Cortijo considera que esta ola “afecta a una economía que ya viene
tocada por las anteriores restricciones y eso hace que todavía sea
más perjudicial para determinadas actividades. Lo más complejo en
estos momentos es proteger la economía de aquellos sectores donde el
contacto humano es esencial para el desarrollo de su actividad, ya
que hay que proteger la salud de la ciudadanía y evitar los colapsos
que están sufriendo los servicios sanitarios, pero también hay que
proteger la economía de dichas actividades que están sufriendo
mucho”.
En
términos parecidos se manifiesta Pilar Tarragón, que indica que la
economía actual ha sufrido ya una ”primera y una segunda ola, por
lo que el acumulado de las tres lo agrava mucho más, existen
empresas que resistieron a la primera y a la segunda, pero ya no
están resistiendo a una tercera ola, no debemos analizarlas por
separado. Esta tercera ola en la comarca, está siendo devastadora”.
En
referencia a si la comarca del Camp de Morvedre resultará más o
menos afectadas, la presidenta de Asecam destaca que la afección
económica de la comarca “a corto plazo puede ser menor que las
comarcas donde el sector turístico sea intensivo, pero, aun así,
los efectos de esta crisis afectan de forma indirecta o directa a
todos los sectores y eso nos va a hacer atravesar un bache económico
importante. Por supuesto, que no se hayan dejado de implantar nuevas
empresas, nos hace tener esperanza de más empleo y riqueza en
nuestra comarca a medio plazo”.
La
responsable de CC OO en el Camp de Morvedre reconoce que “por
fortuna nuestra comarca tiene un potente tejido industrial que es el
que mejor ha soportado esta situación, aunque no toda la industria
ha mantenido el mismo nivel de actividad. Las empresas vinculadas a
los componentes del sector auto, que ya manifestaban cierta
inestabilidad antes de la crisis derivada del COVID, en esta crisis
se han agudizado sus problemas. Las vinculadas al sector químico y
energético han funcionado con niveles de producción similares a los
niveles previos a la pandemia y la industria alimentaria tampoco ha
parado su actividad. Pero, sin duda, el motor económico de la
industria ha hecho que las consecuencias sean menos dramáticas que
en otras zonas donde la dependencia al turismo y a los servicios ha
hecho estragos”.
Desde
UGT se recuerda que en los primeros momentos de la pandemia “se
cerró todo, excepto lo declarado como servicio esencial, y las
comarcas en las que priman ese tipo de empresas continuaron
trabajando y por ello se vieron menos afectadas a nivel económico”.
Tarragón también señala que en el Camp de Morvedre hay mucha
diferencia en algunos municipios en relación a sus actividades
económicas mayoritarias: “Podríamos destacar que el municipio de
Canet tiene una actividad principal dedicada al turismo, actividad
muy afectada por esta situación, pero también podemos hablar de que
la economía de la ciudad de Sagunt se sustenta principalmente del
sector de la industria, el cual ha eliminado el empleo temporal y
está utilizando los Ertes para mantener los puestos de trabajo, es
importante recordar que esta medida finalizaba el 31 de enero, y
gracias a la presión y negociación de los agentes sociales con el
Gobierno, de los cuales UGT es una parte importante, se ha acordado
el mantenimiento de esta figura tan útil en estos momentos de
crisis”. Así, destaca que “el sector de la industria está
utilizando los Ertes para el mantenimiento del empleo y así, al
menos de momento está manteniendo las plantillas, no así como otros
sectores”.
Por
lo que respecta a las medidas adoptadas para paliar los efectos de la
crisis, Cristina Plumed apunta que “las administraciones a nivel
autonómico están muy limitadas, pues partíamos de ser una
comunidad infrafinanciada, con un nivel de endeudamiento importante.
Se han creado ayudas, pero son claramente insuficientes, la situación
de algunos negocios es muy precaria económicamente, en algunos casos
no facturan nada y tienen gastos fijos importantes, están
incurriendo en más deuda, mes a mes, sin poder trabajar. Por lo que
ayudas de 1000€ a 3000€ no podrán salvar su caja”. Así,
señala que “es importante que estas ayudas se den” y que haya
“flexibilidad laboral” pero “sólo con esto, no resistirán”.
Para
Begoña Cortijo, “las medidas en materia laboral adoptadas por el
gobierno de España “han sido fundamentales para sostener el empleo
a través de los ERTES en aquellas actividades que han tenido que
parar necesariamente para poder frenar la pandemia”. En cuanto a
las ayudas directas a autónomos y pequeñas empresas “han
funcionado menos bien y en muchos casos no han llegado a cubrir las
necesidades de esos profesionales cuando más lo han necesitado. En
la gestión de las ayudas de carácter social nos hemos encontrado
con un importante colapso en las administraciones públicas
encargadas de su gestión”.
Pilar
Tarragón considera que “en esta crisis, a diferencia de las
anteriores, las facilidades que se han dado a las empresas para
ajustar las jornadas, la opción del teletrabajo, y las posibilidades
de acogerse a Ertes han sido un mecanismo de flexibilidad fundamental
que ha frenado la destrucción de empleo y por ello la situación no
es tan grave como en las crisis anteriores, a pesar de ello la
situación es muy difícil, y especialmente para determinados
sectores”. La responsable de UGT afirma que todas las
administraciones han intentado minimizar las consecuencias de esta
crisis, pero comenta que ha sido en las administraciones locales
“donde existen las diferencias más grandes, ya que algunos
municipios que tenían esa posibilidad han optado por destinar ayudas
sociales y económicas a los más necesitados, o han optado por
reducir o eliminar tasas a los autónomos, o ayudas directas por el
cierre de negocios o similares; pero no todas las administraciones
locales, aún queriendo ayudar a sus vecinos más necesitados han
podido hacerlo; lo cual desde UGT consideramos injusto y
discriminatorio, porque en función de dónde vives, o tienes la
tienda, el bar, el comercio o la empresa, recibes o no ayudas
municipales y en distinta cuantía. En esta comarca tenemos
importantes diferencias de ayudas municipales, en unas localidades
existen y en otras no, dónde existen son diferentes y exigen
diferentes requisitos para concederlas”.
A
pesar de todo, la presidenta de Asceam destaca que “hay sectores
que serán cruciales para la recuperación y habrá empresas que
creen empleo nuevo, pues tenemos la suerte de tener nuevas
implantaciones como ya he comentado”. En este sentido, advierte que
“debemos estar preparados tanto las empresas de la zona como los
medios humanos, para contar con los servicios y productos que esas
empresas puedan demandar y las personas demandantes de empleo con la
formación necesaria para poder trabajar en estas empresas”.
En
opinión de Begoña Cortijo, será necesaria la implicación “de
todas las administraciones y los agentes sociales, colaborando para
establecer los mecanismos adecuados que permitan recuperar el nivel
de actividad previo a la pandemia y siendo solidarios con aquellos
que han estado más afectado por las medidas sanitarias”. La
responsable de CC OO insiste en que la responsabilidad de las grandes
industrias con el tejido empresarial local “es ahora más necesaria
que nunca y establecer mecanismos para conseguir esa red de
colaboración va a ser el reto de los próximos años”.
Pilar
Tarragón apuesta por “recuperar el empleo perdido, y los salarios”
cuando la actividad económica sea posible: “Debemos buscar un
mercado laboral con empleo estable y de calidad, ya que ello es
necesario para impulsar el crecimiento de la economía. En los
primero momentos de esta crisis sanitaria se empezó destruyendo el
empleo temporal y reduciendo las jornadas del empleo parcial, esos
colectivos siempre son los más afectados en los malos momentos, a
pesar de que muchos contratos temporales están en fraude de ley, ya
que se utilizan para la actividad habitual de la empresa, y por ello
deberían ser indefinidos, de este modo es como nuestro mercado
laboral se adapta a los cambios”. Añade también que las rentas de
los trabajadores “en su mayoría han disminuido, o por reducciones
de jornada o debido a los Ertes, y no debemos olvidar que si las
personas no tienen para gastar, la economía no se mueve, es
necesario que la gente tenga trabajo y un sueldo digno, por ello
desde UGT exigimos que se suba el SMI y pedimos en todas las empresas
de la comarca que también se suban los salarios mínimos, resaltando
que no existe ningún estudio que demuestre que la subida del salario
destruye empleo, y desde UGT hacemos constar nuestra queja con todos
aquellos que echan la culpa de los problemas económicas a esa subida
del SMI”.
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