Imagen de la recogida de la aceituna. LA UNIÓ de Llauradors muestra su disconformidad respecto
a la norma de regulación del sector de aceite de oliva, tal y como se aprobó
ayer martes por el Consejo de Ministros, por considerar que no revertirá la
crisis actual de precios y por perjudicar al olivar tradicional de la Comunitat
Valenciana.
LA UNIÓ, que ya se había posicionado en contra en la fase
de consulta pública, considera que los instrumentos que contempla no servirán
para revertir la crisis de precios que vive el sector. La organización cree que
imponer la retirada o el uso no alimentario de aceite sin contraprestación
ninguna a los productores, no es garantía de mejora del mercado y, tal y como
se plantea, perjudica sobre todo al olivar tradicional, extensivo y de menor
rendimiento.
La organización critica que no hay antecedentes que
avalen los efectos positivos de las medidas de regulación aplicadas en el
sector del aceite de oliva; todo lo contrario, ya que el almacenamiento privado
realizado por la Comisión Europea a principios de 2020 fue un fracaso, pues costó
cerca de 30 millones € y no logró evitar que los precios descendieran un 9% y
las importaciones aumentasen un 164%.
“El Ministerio podrá obligar a retirar del mercado o
enviar al uso no alimentario una parte de la producción” señalan desde la
organización. “Este sacrificio impuesto a los productores lo pueden arruinar
las importaciones, la especulación y el fraude, porque ya ha ocurrido en el
pasado”, añaden.
La organización también recuerda el informe que realizó
la CNMC en octubre, criticando la falta de concreción para desencadenar los
instrumentos contemplados en el Real Decreto. Sobre esto, la institución pedía
que se definiesen con mayor detalle las situaciones en las que se debía
intervenir el mercado para no afectar a la libre competencia, además de
solicitar que se evaluasen sus resultados posteriormente, reservas en las que
coincidía con nuestra organización.
El RD
castiga al olivar tradicional
Asimismo, LA UNIÓ considera también que “si como parece,
el Ministerio no ha cambiado su posición y las medidas no distinguen entre
tipos de plantación”, el Real Decreto perjudicará sobre todo al olivar
tradicional, extensivo y de menor rendimiento. Esto es así ya que será
penalizado por igual, participando en mucha menor medida en posibles
desequilibrios por exceso de oferta que los olivares intensivos y
superintensivos. “Por eso en nuestras alegaciones pedimos en su momento que el
olivar tradicional de bajo rendimiento quedara fuera de estas medidas”,
insisten.
LA UNIÓ reflexiona que para desencadenar una medida de autorregulación
es imprescindible sustentarlo en un fuerte compromiso sectorial de todos los
operadores de la cadena que, hoy por hoy, no existe. “Sinceramente, no nos
fiamos de los compañeros de viaje que tenemos para llevar a cabo esta medida”,
señalan “y no se plantea ningún medio para evitar que el hueco del mercado que
deje la regulación no se llene con importaciones, incluso de países terceros,
de peor calidad y sin cumplir las exigencias del aceite español”.
La organización subraya también la necesidad de
reforzar la coordinación entre administraciones y los instrumentos estatales y autonómicos
para erradicar el fraude en la cadena de valor del aceite y una ofensiva
diplomática por parte del Gobierno en las negociaciones de carácter
internacional que afectan a la comercialización del aceite español, como en el
caso de los aranceles impuestos por EEUU en el caso Airbus-Boening.
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