Imágenes de archivo de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que forma parte del consorcio europeo de universidades tecnológicas que impulsan la creación de un supercampus europeo. EFE/UPV La Universidad Politécnica de Valencia (UPV) forma parte del
consorcio europeo de universidades tecnológicas que impulsan la creación de un
supercampus europeo, que cambiará el panorama universitario actual y cuyo
primera titulación empieza a tomar forma y podría iniciarse en 2023.
El director del Área de Acción Internacional de la UPV, Javier Orozco, explica
a EFE que fue el presidente francés, Emmanuel Macron, el que formuló la
necesidad de reforzar la educación europea e impulsó esta "ambiciosa
idea" que, bajo el nombre de ENHANCE, se ha puesto en marca con un
presupuesto de 5 millones de euros.
UNA ÚNICA UNIVERSIDAD EUROPEA
"Lo que hace Europa es poner dinero y directrices para que cada
universidad vaya desarrollando la idea con nuestros propios gobiernos",
apunta Orozco, que detalla que, "en un mundo ideal, supondría que todos
los campus universitarios que forman la alianza se fusionen en una única
universidad europea".
Aunque reconoce que esa idea es "absolutamente imposible legalmente y con
muchas dificultades prácticas", sostiene que se puede "avanzar en la
construcción de lo que podría ser un espacio europeo de verdad de educación
superior".
Además de la UPV, participan en la alianza la Universidad Tecnológica Chalmers
(Suecia), la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología, el Politécnico de
Milán (Italia), la Universidad RWTH de Aquisgrán (Alemania), la Tecnológica de
Berlín (Alemania) y la Tecnológica de Varsovia (Polonia).
Son un total de 245.000 estudiantes y, en los últimos cinco años, han alcanzado
ya una movilidad de 4.400 personas entre sus respectivas comunidades
universitarias, incluido alumnado y profesores, indican a EFE fuentes de la
UPV.
"Todas ellas están en posiciones muy relevantes por delante en el
'ranking' de Shangai y dentro del mundillo europeo de educación son primeros
espadas en volumen de inversión, en relación a empresas y otros muchos
parámetros", valora Orozco.
La vocación de los socios es una ciencia aplicada: "Nuestro ADN es todo el
desarrollo al máximo nivel pero con un foco de aplicación de volcarnos hacia la
sociedad".
"Ese es uno de los elementos fundamentales, el desarrollo de titulaciones
de investigación e interacción muy vinculada al codesarrollo con la sociedad y
con el resto de socios de estas innovaciones", añade.
MAPA DE ASIGNATURAS EN MARCHA
El objetivo es que asuman "los grandes retos de Europa, centrados
principalmente en la sostenibilidad, en la ciudad del futuro y en los paradigmas
transversales que son, por una parte, la digitalización como soporte para todos
los elementos, y por otro, el emprendimiento como forma de desarrollar y
movilizar la innovación".
"Eso lo aterrizamos en programas económicos. Primero vamos a establecer un
mapa de asignaturas con el fin de que al final los estudiantes que quieran
estudiar en alguna de estas universidades puedan tener una gran flexibilidad
para componer esas asignaturas y que le sean reconocidas en cualquiera de
ellas", explica.
Ese mapa, agrega, es "un entrecruzamiento" porque "hay que
analizar las competencias y ver paquetes que sean equivalentes no por nombre de
asignaturas o por tema, sino por competencia, para que se hagan grupos o
microcredenciales que le sirvan automáticamente para usarlas donde
quieran".
Así, "si un estudiante quiere irse un semestre a Milán o a Berlín, puede
irse donde quiera y tendrá un mapa de lo que puede coger que le sirve para los
estudios que está cursando", apunta para advertir de que inicialmente
serán "solo los estudios de su universidad".
PRIMER TÍTULO EUROPEO
En el proyecto se incluye el desarrollo del primer título europeo en
sostenibilidad urbana, que "se parece mucho a arquitectura, a medio
ambiente e incluso a cartografía o telecomunicación por la integración de
protocolos e Internet".
"Esa titulación empieza ya por hacer un análisis de todas las asignaturas.
No se trata de repente de dar muchas nuevas asignaturas sino integrarlas
adecuadamente para que se puedan componer en distintos ciclos", apunta.
"Será un título de verdad europeo, con reconocimiento y titulación a nivel
europeo y una acreditación que se hará en las oficinas que teóricamente en el
tiempo deben sustituir a las nacionales", añade.
"A la par hay que avanzar en ese diálogo político, que no es nada fácil
porque vinculado a eso está quién paga las universidades, dónde están los
profesores, y son aspectos que hay que equilibrar", resalta.
COLABORACIÓN CON LA INVESTIGACIÓN
Señala que no es un proyecto de investigación para encontrar la solución a un
problema concreto sino que es un proyecto de formación en el que "el
desarrollo curricular de los diferentes alumnos en los niveles más avanzados
tienen aspectos vinculados a investigación".
En ese sentido, indica que las tesinas de máster y las tesis doctorales se
hacen para proyectos concretos financiados por empresas y por Europa en equipos
"donde todas las especialidades colaboren para mejorar la solución y
hacerla más rápida y más eficiente".
HORIZONTE EN 2023
Orozco asegura que el mapa de asignaturas podrá estar el año que viene y
"en dos o tres años ya se tendrá para poder empezar al menos, el diseño
curricular de la población universitaria europea", y añade: "Los
temas políticos los han de resolver los políticos, pero desde España estamos
forzando para que eso se acelere".
"La colaboración en investigación es más fácil", apunta para sostener
que "en tres años es viable poder empezar la primera promoción de la
titulación europea, porque ya hay trabajo viable de proyectos que han empezado
antes".
"Sería el primer título europeo de educación universitaria con la marca de
calidad que da Europa y sustentada por un consorcio de universidades potente,
siempre y cuando lo podamos plasmar en hechos y los gobiernos los ratifiquen
con la legalidad correspondiente", concluye.
Comparte la noticia
Categorías de la noticia