Virgen de los Desamparados por la carretera. EPDA. De todos o casi todos es conocido que desde el mes de marzo del año 2021, la Imagen Peregrina de la Virgen de los Desamparados, patrona de Valencia, ha recorrido las calles, escuelas, hospitales del Cap i Casal, y desde el segundo domingo de mayo, está acercándose a nuestros pueblos. Me pareció leer que el Señor Arzobispo de Valencia, Cardenal D. Antonio Cañizares, lo había así dispuesto (y si no me expreso bien, ruego sea corregido), por tanto la gratitud a S.E. el Cardenal, como no a la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados y a la Hermandad de los Seguidores de la Virgen.
Jueves 20 de mayo del año 2021, hace dos días que recordábamos que el 18 de mayo del año 2020 podíamos de nuevo salir de casa, pisar la calle, volver a recorrer nuestras calles y plazas, esa pandemia que apareció en marzo del año pasado, nos dejó gran tiempo en casa mermando nuestras libertades.
Un año y dos días después a las 16.40 horas, empieza a sonar desde lo más alto de la torre del campanario, un repique de campanas, que nadie podíamos descifrar. ¿Será por los niños que se preparan para la primera comunión? ¿Anunciaran fuego estas campanas? ¿Qué está pasando? El poder de convocatoria de las campanas, hizo posible que las personas salieran a la calle.
En la Plaza Mayor sonaba con fuerza desde el Mare Movil: ”Al matí cap al llevant, quan naix el dia, les campanes van dient: Ave, Maria! Alabat sigui sempre el nom teu, Santa Maria Mare de Déu. Sol ben alt i esplendorós, quan és mig dia, les campanes van dient: Ave, Maria! A la tarda en el ponent, quan mor el dia, les campanes van dient: Ave, Maria!”
Nadie sospechó que la Imagen de la Virgen de los Desamparados llegaba hasta Casinos. Por tercera vez en la historia de nuestro pueblo, nos ha visitado la Patrona de Valencia, en 1981 a causa del fuerte pedrisco que azotó nuestro pueblo y su término, llego a Casinos esta imagen un día 14 de agosto, con el manto de color morado, con el mismo manto que se asomó a la plaza de la Virgen el segundo domingo de mayo del año 2020.
En el año 2003, con motivo del Aniversario de la fundación de la Parroquia y del XV Aniversario de la dedicación del Altar Mayor, nos volvió a visitar la imagen Peregrina, del 25 al 28 de julio, esta vez con manto blanco y dorado, siendo recibida por nuestros vecinos en la puerta del Ayuntamiento de Casinos, saliendo a su encuentro en la Plaza del Rosario, la imagen del Santísimo Cristo de la Paz.
La Virgen de los Desamparados, ha marcado momentos importantes en la historia de nuestro pueblo, su presencia en nuestra tierra siempre es recordada. Un año de pandemia, ¡cuántas personas cada día han seguido la santa misa desde sus casas! ¡A cuantos hogares ha llegado su presencia y su mirada!
Hoy, en la tarde primaveral de este año, vuelven a voltear las campanas, haciendo realidad lo que cantamos en el himno: la “Reina del cel i la terra” estaba discretamente paseando por Casinos.
Se ha vivido un momento de emoción, de no saber, de ver como pasaba por nuestras calles, asomarse a balcones y ventanas, y nos ha dado tiempo a seguirla, a acompañarla, a empaparnos de su mirada. Desde el coche la hemos seguido en su recta final, desde la Plaza Mayor, calle Cervantes, Pelayo, Turia, Avda. de Valencia, Calvario, Ayuntamiento y por la calle Inmaculada, marcho camino de la casa del Campo.
¿Cómo la íbamos a dejar sola? No podía marcharse de Casinos sin nadie que la acompañara, y así lo hemos hecho, dos vehículos la hemos acompañado hasta llegar a Alcublas.
Su paso por la casa de campo, las bodegas, el pino… ha sido un paseo maravilloso detrás de la Patrona de Valencia, y hemos llegado hasta la vecina población de Alcublas, las campanas volvieron a sonar, y la Virgen recorrió las calles y plazas.
Las personas salían a su encuentro, a dos mujeres les dio tiempo de coger flores para arrojarlas a su paso, y después de la corta visita en nuestros pueblos, siguió la Virgen su camino a llevar su Amparo a otros lugares.
¡Que privilegio poder acompañarla! ¡Qué alegría poder vivir en primera persona esta visita! Que no se nos olvide, es el momento de la gratitud, querido Don Antonio, cuando esto pase, cuando se acabe, hagámosle una gran fiesta a la Madre que no nos Desampara, que vuelva a nuestros pueblos, que recorra todas nuestras calles; porque después de la tempestad viene la calma, y hoy es el día de exclamar las palabras que se proclaman en el Pregón pascual: “¡Oh, feliz culpa, que nos mereció tal Redentor!”. Gran pueblo el valenciano que tiene una madre que a todos nos cobija en su manto. ¡Gracias!
Acabo estas palabras, con esta plegaria: «Empareu-nos nit i dia en totes les necessitats, puix que sou, la Verge Maria, Mare del Desemparats»
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