Jorge Ignacio Palma, asesino de Marta Calvo, Arliene Ramos y Lady Marcela, en el juicio. / Biel Aliño, EFE Otra oportunidad para hacerle justicia a Marta Calvo, la joven de Estivella asesinada en noviembre de 2019 y cuyo cuerpo aún no se ha encontrado. La fecha de la vista del recurso de apelación contra la sentencia de Jorge Ignacio Palma, condenado también por matar a otras dos jóvenes, se ha fijado para el próximo 21 de febrero.
En la sesión, que se desarrollará en la sala de Audiencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, se escucharán los argumentos de las acusaciones, que piden la revisión de la pena de 159 años y 11 meses de cárcel a los que fue condenado Palma. De ellos, el máximo cumplimiento efectivo será de 40 años. Las acusaciones particulares solicitaban y volverán a solicitar la prisión permanente revisable.
En la sentencia, dictada el pasado mes de julio, el jurado declaró culpable al asesino en serie por todos los delitos que se le imputaban, considerándolo autor de 30 delitos muy graves. Además de Marta Calvo, mató a dos mujeres, Arliene Ramos y Lady Marcela, y lo intentó con otras siente. Su ‘modus operandi’ consistía en tratar de acorralarlas en una habitación, sin testigos, intoxicarlas con bebidas y, a continuación, matarlas lentamente introduciéndoles cocaína de alta pureza en sus genitales.
40 años en prisión no son suficientes tampoco para la madre, Marisol Burón, quien, tras conocer el fallo, ya anunció que recurriría la sentencia. La consideró “un insulto para la sociedad” y aseguró no quedarse “con los brazos cruzados”, no rendirse y “continuar luchando” por hacerle justicia a Marta y a las otras mujeres.
En veredicto de juicio, los miembros del jurado sostuvieron que hubo abuso sexual, que "actuó de manera sorpresiva y sin posibilidad de defensa de la víctima", que hubo indefensión y, además, que al hacer desaparecer el cuerpo pretendió ocultar las causas de la muerte, que ha quedado indeterminada, infligiendo un mayor dolor a la familia.
El veredicto añade que en este caso el acusado actuó dejando a la víctima sin posibilidad de defenderse, de forma sorpresiva, y continúa que también cometió sobre Calvo un delito contra la libertad sexual por imponerle unas prácticas a las que, de haberlas conocido, no habría accedido la víctima.
Asimismo, se le considera culpable de facilitar el uso de cocaína en las denominadas 'fiestas blancas' en un veredicto en el que el jurado hace referencia al agravamiento de la angustia de la familia con la desaparición del cuerpo y en el que se oponen a posibles beneficios de reducción de pena o de solicitar el indulto al Gobierno.
El jurado asumió como propias las peticiones de las acusaciones particulares de las víctimas, lo que, precisamente, abre la puerta a la posibilidad de pedir la prisión permanente revisable.
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