Grupo de aficionadas a la bici de Museros. EPDA Las bicicletas forman parte del entramado urbano de nuestros pueblos. A nadie sorprende ver como en pleno siglo XXI este medio de transporte es utilizado con la más absoluta naturalidad por mujeres ataviadas con ropa deportiva o con un look casual. Pero no siempre fue así. Hubo una época, cuando algunas féminas empezaron a hacer uso de este vehículo, en la que pudieron escucharse argumentos de toda índole sobre la indecorosidad de este comportamiento e, incluso, razones médicas que apuntaban a que su uso podía provocar daños físicos como la esterilidad o el aborto. Pero como sucede con todos los cambios, fueron numerosas las mujeres de finales del siglo XIX que decidieron desafiar a la sociedad machista del momento, cambiar sus vestidos por pantalones bombachos y convertir a la bicicleta en todo un símbolo de la lucha por la igualdad.
La sufragista estadounidense Susan B. Anthony sostenía que “la biclicleta ha hecho más por la emancipación de la mujer que cualquier otra cosa en el mundo”. Corría el año 1896 cuando esta líder norteamericana recorría en bici su país para defender los derechos de las mujeres. Ha llovido mucho desde entonces y todo parece sonar lejano con la perspectiva de hoy en día en cualquier pueblo o ciudad de la sociedad occidental, pero existen todavía países, como es el caso de Afganistán, Arabia Saudía o Irán, donde el honor de las mujeres es puesto en entredicho por el simple hecho de usar este medio de locomoción.
Una mirada necesaria al pasado para adquirir plena consciencia de los pasos que, en todos los ámbitos, tuvieron que dar otras mujeres para conquistar su libertad. Gracias a ellas, hoy en día la biclicleta forma parte del día a día de numerosas mujeres. Algunas la usan como un medio de transporte sostenible en la lucha contra el cambio climático, otras intentan abrirse camino en el ámbito deportivo y, mientras esto sucede, no dejan de aparecer iniciativas que impulsan el uso de esta ‘maquina de la libertad’ en un mundo que sigue luchando por la igualdad real.
La pasión por la bicicleta ha llevado a Clara Santamaría, vecina de Museros, a poner el marcha el proyecto ‘Women in Bike’, se trata de una iniciativa de la Real Federación Española de Ciclismo enmarcado dentro de Universo Mujer del Consejo Superior de Deportes y con el patrocinio de Movistar que pretende impulsar el ciclismo femenino y crear la mayor comunidad de mujeres ciclistas de España. “El proyecto tiene una serie de líderes y embajadoras por toda España, ya somos más de 80, (en la Comunitat Valencia somos 10) y lo que tratamos de conseguir es básicamente que cada vez más mujeres monten en bicicleta. La misión las líderes como embajadoras del proyecto es acompañar a las chicas en las diferentes #QuedadasWomenInBike organizándolas, guiándolas y asesorándolas en la práctica ciclista. Necesitamos dar más visibilidad al ciclismo femenino, que ya existe en nuestra C omunitat Valenciana”, remarca Clara.
Quedadas Women In Bike es un programa de paseos guiados, donde cualquier mujer puede iniciarse en el ciclismo, practicarlo como deporte de ocio y encontrar un grupo de mujeres afines con las que disfrutar de la práctica de esta modalidad deportiva como actividad lúdica y saludable. “El ciclismo -señala esta vecina de Museros- es un deporte que puedes empezar a practicar sin tener una gran forma física. Además es poco lesivo, te permite estar en contacto con la naturaleza y con tus compañeros charlando…, algo fácil para las que se están iniciando”.
En este contexto, en octubre de 2019 empezó a rodar en esta localidad de l’Horta Nord el grupo ‘Xiques Bici Museros’. Desde entonces y de la mano de Clara, cada vez son más las mujeres que se animan a participar en la iniciativa: “A muchas chicas en un principio les da vergüenza. Todas hemos dado el paso de apuntarnos por primera vez, y una vez que pruebas no hay vuelta atrás. Todas son bien acogidas”, señala esta apasionada de la bicicleta. En esta iniciativa, Clara cuenta con “la ayuda de todas las chicas. Estamos muy ilusionadas con el proyecto porque además de las quedadas hemos organizado un taller de mecánica de la bicicletay tenemos más proyectos a la vista, como charlas de seguridad vial, curso de primeros auxilios , RCP, etc...”.
En estos momentos, las salidad en bicicleta suelen realizarse los domingos. “Hay mujeres de Museros pero también de otras localidades como La Pobla de Farnals, Marines o València”, dice. La idea es seguir creciendo: “Vamos a organizar grupos por niveles y queremos chicas desde nivel cero, con bicicleta de paseo hasta chicas para ir a marchas cicloturistas. En la actualidad, tenemos dos niveles, uno inicial y otro intermedio, pero es necesario darnos a conocer porque sabemos que hay muchisimas mujeres que estarían encantadas de venir con nosotras”, remarca Clara Santamaría.
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