Conferencia de presidencias
La
V Conferencia de Presidencias de Diputaciones, Cabildos y Consejos
Insulares ha concluido este viernes en València con una declaración
conjunta de los responsables provinciales, en la que certifican el
compromiso absoluto con los ayuntamientos para ayudarles a recuperar
el pulso económico tras la pandemia. Al mismo tiempo, reclaman una
revisión del marco competencial y mayor financiación para estos
gobiernos intermedios que llevan dos siglos trabajando con el fin de
garantizar la mejor calidad de vida en cualquier municipio, sea cual
sea su tamaño.
Los
representantes provinciales coinciden, por encima de siglas y
colores, en la reivindicación del papel capital de los gobiernos
intermedios en una modernización de las políticas públicas acorde
al siglo XXI. Los hay que van más allá y consideran "insuficiente"
la financiación que reciben del Estado "para atender competencias,
algunas impropias, y generar oportunidades en el medio rural".
Piden participar en la elaboración de normativas que les afectan
tanto como a municipios más poblados y una discriminación positiva
en materia fiscal y administrativa, que fomente el arraigo y permita
a los pequeños consistorios fijar población y generar riqueza,
activando a su vez a los proveedores locales.
El
encuentro celebrado en la Sala Alfons el Magnànim de la
Beneficència, tres años después de la anterior conferencia, ha
coincidido con el bicentenario de muchas de estas instituciones, que
siguen cumpliendo una función esencial en el sistema constitucional
de descentralización territorial del poder público. La efemérides
coincide con un nuevo tiempo en que los gobiernos intermedios buscan
ser palanca de cambio en la sociedad del siglo XXI, con una constante
voluntad de acercamiento a la ciudadanía, el deseo de modernización
y transparencia y la adopción de las mejores tecnologías
disponibles para facilitar la vida a las personas.
La
eficacia de las diputaciones, cabildos y consejos insulares, entes
con una elevada aceptación ciudadana, se puso de manifiesto con la
"capacidad de reacción que, desde el primer momento de
desconcierto tras la irrupción de la pandemia, demostraron estas
instituciones en su intermediación con los ayuntamientos, poniendo
más en valor el trascendental papel del Gobierno de España y las
comunidades autónomas", como recordó durante la apertura del
encuentro el presidente de la Diputació de València, Toni Gaspar.
Gaspar
destacó la expectación de estas jornadas de trabajo en las que han
participado más de una veintena de presidentes y presidentas
provinciales, junto a otros representantes de los gobiernos locales
intermedios y expertos en política territorial y derecho
administrativo. El objetivo de la quinta conferencia, organizada por
la corporación valenciana junto a la FEMP y la Fundación Democracia
y Gobierno Local, no es otro que seguir avanzando en los mecanismos
para garantizar los servicios públicos de calidad a todos los
ciudadanos, vivan en pueblos, pequeñas ciudades o aglomeraciones
urbanas.
Las
conclusiones
La
declaración conjunta emitida por los participantes tras el encuentro
comienza con "el compromiso para reparar los daños económicos y
sociales causados por la pandemia, a través de la gestión de los
fondos europeos incluidos en el Mecanismo de Recuperación",
valorando positivamente la participación de los gobiernos locales en
las conferencias sectoriales, donde se ha escuchado su voz para la
toma de decisiones. Una segunda conclusión es la de afrontar el reto
demográfico con vistas a "una mejor distribución territorial de
la población".
En
este punto, todos coinciden en "fomentar y diversificar las
actividades productivas, optimizar las infraestructuras y los
equipamientos públicos y garantizar los servicios esenciales,
sanitarios y educativos, sin descuidar la movilidad y la seguridad".
El objetivo es compartido, si bien cada presidente o presidenta
provincial tiene su punto de vista sobre cómo alcanzarlo. La máxima
responsable de la Diputación de Barcelona y alcaldesa de
L'Hospitalet, Núria Marín, advierte que "la búsqueda de
espacios para vivir lejos de los grandes núcleos urbanos, incluso
por parte de la juventud, es una gran oportunidad que debemos
aprovechar para reequilibrar el territorio, de la mano de una
digitalización inteligente que no amplíe la brecha entre ciudadanos
y territorios". Desde Soria, donde temen el colapso estival de
algunos municipios, el presidente Benito Serrano espera como agua de
mayo la fiscalidad reducida que llega desde Europa y tiene claro que
con el presupuesto de su Diputación "solo nos da para repartir
miseria".
La
petición de mayor financiación y revisión de las competencias para
los entes provinciales es el nexo común del discurso de varios
ejecutivos intermedios, caso de Ávila y Lugo, que apuntan que en
materia de despoblación y reequilibrio demográfico "se ha dicho
todo pero no se ha hecho nada". En este sentido, otra de las
conclusiones de la declaración conjunta pasa por instar a los
legisladores a conferirles "competencias propias que permitan poner
en marcha políticas diferenciales y servicios intermunicipales", y
para ello los gobiernos locales intermedios "deben gozar de una
adecuada capacidad económica, basada en fondos propios libres de
condicionalidad".
Las
conclusiones de la quinta conferencia de responsables provinciales se
completan con los necesarios avances en transformación digital,
cuidando "la profesionalización y capacitación técnica de los
empleados públicos y reduciendo la brecha digital sin excluir a las
personas"; el "empeño en la consecución de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030", aprovechando la
transformación ecológica para fijar población y generar economías,
como apunta la ex consellera Elena Cebrián; y "la cooperación
entre sí y con los demás niveles territoriales de gobierno".
El
reto demográfico
Dos
temas aparecían señalados en negrita en el programa de esta
conferencia de representantes provinciales: el reto demográfico y la
gestión de los fondos europeos en referencia a la recuperación
postpandémica. Ambos asuntos han sido abordados en la matinal del
viernes en sendas mesas de trabajo, con la participación de
presidentes y presidentas de estos gobiernos intermedios, cuyas
experiencias son de gran valor a la hora de intercambiar propuestas y
mecanismos que resulten eficaces en la gestión de los recursos.
La
primera de las mesas ha sido presentada por la secretaria autonómica
de Cohesión Territorial y Políticas contra la Despoblación de la
Generalitat, Elena Cebrián, quien ha introducido el reto demográfico
a través de los conceptos de despoblación, envejecimiento y
población flotante en determinadas zonas turísticas o de
temporalidad laboral. Sobre esta base, ha abogado por reforzar la
capacidad financiera de los municipios, como hacen el Consell y las
diputaciones de València y Castellón con el Fondo de Cooperación
Municipal; y trabajar de forma transversal entre instituciones para
eliminar fronteras interiores como la ausencia de servicios básicos
o las deficientes comunicaciones.
Elena
Cebrián propone "cambiar la mirada hacia lo rural", tanto por
parte de la ciudadanía como especialmente de las políticas
públicas. Para ello, reivindica el papel fundamental de las
administraciones, que se ha puesto de manifiesto durante la pandemia,
y una "inteligencia social" que permita aplicar de manera
correcta los fondos y recursos de los que se disponen, caso de los
Next Generation.
El
presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, insiste en el
apunte de Cebrián. "El dinero es importante pero no lo es todo. La
ruralidad debe participar en normativas que son determinantes para
los pueblos pequeños, como las de vivienda, o en las que pueden
beneficiar a nuestras zonas productivas". En la misma línea se
manifiesta el presidente soriano, que advierte del papel que juega el
medio rural para hacer frente a problemas como la desertización y la
superpoblación. "Nadie vive en un pueblo sin servicios, pero estos
pueblos de una provincia con 4,6 habitantes por kilómetro cuadrado,
sin contar la capital, son determinantes para proteger una gran
reserva forestal", concluye Benito Serrano.
Más
optimista se ha mostrado el presidente de la Diputación de
Castellón, José Pascual Martí, quien celebra el cambio de
mentalidad que ya no considera un fracaso "quedarse en el pueblo",
y demanda una discriminación positiva tanto en materia fiscal como
administrativa. Por su parte, el presidente de la Diputación de
Lugo, José Tomé, también considera "caduco" el modelo de
estudiar o ingresar a un familiar en una residencia de la capital, y
defiende el empleo juvenil y femenino, caso del que genera su
corporación con una red de residencias de la tercera edad en
municipios del entorno rural.
El
presidente alicantino, Carlos Mazón, ha roto una lanza por las
diputaciones, "el primer instrumento contra la despoblación", y
ha apostado por la promoción del turismo de interior y el cuidado de
los caminos, las farmacias y las oficinas de gestión en el medio
rural, discrepando de un Fondo de Cooperación Municipal, vigente en
la Comunitat, que "ni es fondo ni es de cooperación".
Gestión
de los fondos europeos
De
la importancia de la transformación digital en la gestión de los
fondos europeos ha hablado el catedrático de Geografía Humana de la
Universitat Joan Romero, quien ha calificado como "hecho histórico"
la aparición de los 70.000 millones de euros que la UE pone a
disposición de España a través de los fondos Next Generation.
Considera Romero que el desafío es que las distintas
administraciones "sean capaces de gestionarlos bien, para lo cual
resulta imprescindible la coordinación entre Gobierno, autonomías,
diputaciones y ayuntamientos".
El
ex conseller de Educación afirma que el contexto en el que llegan
estos fondos tiende a la confusión, con instituciones que tienen una
concepción muy vertical y estanca", y reclama un papel más
relevante de los gobiernos locales y las diputaciones, acompañado de
"una visión estratégica para lograr que los fondos supongan una
transformación real en nuestro país".
De
la trascendencia de estos fondos y la importancia de la
transformación digital han hablado también los responsables de los
ejecutivos intermedios. El presidente albaceteño, Santiago Cabañero,
propone que los gobiernos de proximidad "acompañen a los sectores
de la población que no se van a digitalizar para evitar la brecha".
Desde Zamora, José María Barrios alerta de que un 30% de municipios
de su provincia no tiene internet, y muchos de ellos ni siquiera
cobertura móvil. Una realidad que comparte Burgos, donde su
presidente provincial, César Rico, pone el foco en "la
potenciación de la conectividad como herramienta para completar la
necesaria digitalización".
En
términos más generales se han pronunciado otros presidentes y
presidentas provinciales, caso de Manuel Baltar (Ourense), quien
asegura que "los gobiernos provinciales contrarrestan el
centralismo y deben buscar sinergias entre ellos"; Carmela Silva,
presidenta de la Diputación de Pontevedra, quien apela a la
responsabilidad de los gestores locales frente a cambios
vertiginosos, caso de la transformación ecológica; Catalina
Cladera, responsable del Consell Insular de Mallorca, quien ha
expuesto la problemática de un territorio más próximo a la
superpoblación que a la España vaciada, con dificultades para
garantizar los servicios a toda la ciudadanía; y Miguel Ángel
Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz, quien ha
calificado la conferencia como "un banco de buenas prácticas".
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