El embalse de Tous (Valencia) en una imagen de archivo. EFE/Biel Aliño
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha informado este jueves de que el sistema Palancia-Les Valls, que abarca gran parte del Camp de Morvedre,
continúa en un escenario de emergencia por escasez hídrica. Aunque han venido bien,
las últimas lluvias registradas durante la Semana Santa no han sido suficientes para librar la comarca de la situación de sequía prolongada que se alarga desde hace ya varios meses.
Sagunt se salva. El suministro de agua en la capital está garantizado, ya que proviene de la presa de Tous y no del Palancia. En el término municipal, los principales afectados por la emergencia hídrica son los regantes, que sí que se nutren del agua del río que atraviesa la comarca.
Los sistemas Cenia-Maestrazgo y la Marina también se encuentran en alerta, según los últimos datos que maneja el Ministerio de Transición Ecológica. Además, siguen en prealerta por escasez los sistemas de Mijares-Plana de Castellón, Serpis y Vinalopó-Alacantí.
Falta de precipitaciones durante un largo periodo de tiempo
La CHJ indica en su informe que se define como sequía prolongada aquella producida por circunstancias excepcionales o que no han podido preverse razonablemente, y se identifica mediante el uso de indicadores relacionados con la falta de precipitación durante un periodo de tiempo y teniendo en cuenta aspectos como la intensidad y la duración.
En efecto, en el Camp de Morvedre no ha llovido prácticamente en los últimos meses. Al menos, no lo suficiente. Algunos días de la Semana Santa estuvieron pasados por agua. Incluso alguno de los actos centrales de la fiesta, como la Procesión del Encuentro, tuvieron que modificarse en la capital por las precipitaciones. El agua ha salvado el mes, pero los datos son malos al no llegar ni a la media.
El objetivo del sistema de indicadores de sequía prolongada elaborado por la CHJ es identificar temporal y territorialmente la reducción coyuntural de la escorrentía por causas naturales, independientemente de la gestión de los recursos hídricos.
Para la realización del informe, la CHJ tiene en cuenta las variables de las precipitaciones medidas en las estaciones meteorológicas, las aportaciones de los ríos en las estaciones de aforo y las aportaciones de entradas a embalses, las evoluciones de los niveles piezométricos en los acuíferos y los volúmenes embalsados, con un diagnostico mensual.
La Confederación señala que cuando algún escenario se encuentre en situación de escasez se podrán tomar las medidas necesarias para paliar los efectos de la misma dentro del marco de actuación establecido en el Plan Especial de Sequías (PES).
Imagen facilitada por la CHJ en su informe.
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