Darío Moreno, alcalde de Sagunt. / EPDA Como cada año, con motivo del 25 de Noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, denunciamos y condenamos la violencia machista que sufren miles de mujeres en nuestro país. La formación y reflexión son primordiales en asuntos de feminismo y por ello cada año esta fecha es enmarcada con una programación diversa y creciente en la que no solo participa el Departamento de Igualdad, también el resto de departamentos del Ayuntamiento y el tejido asociativo de nuestra ciudad.
Son muchas las mujeres víctimas y muchas las violencias ejercidas hacia la figura de la mujer. Algunas se detectan fácilmente, otras son invisibles. El sociólogo Johan Galtung clasificaba la violencia en tres tipos: directa, cultural y estructural. Cuando hablamos de violencia hacia las mujeres, la opinión pública suele hacer referencia a la violencia directa, a aquellos insultos, agresiones, acosos, violaciones y asesinatos que pueden ser detectables y cuantificables. Desde luego puede ser su lado más brutal, pero es una visión insuficiente, pues se nos escapa el resto del cuerpo del iceberg, mucho más complejo de ver a simple vista.
Debemos entender también como violencia determinados discursos de odio. Es violencia la estigmatización de la mujer, los estrechos corsés y estereotipos sociales que llevan consigo, la culpabilización mediática de las víctimas de violación y también la cosificación y sexualización que tiene lugar de manera tácita. Debemos entender también como violencia esa opresión estructural llevada a cabo por instituciones patriarcales. Es violencia que la pobreza tenga rostro femenino, es violencia el techo de cristal, que un juez pregunte a una víctima de violación cómo iba vestida o que sus derechos fundamentales sean una cuestión de debate político constante. Estas son algunas de las violencias invisibles, aquellas que no se ven pero que legitiman y enmarcan los crímenes violentos que aparecen día a día en los medios de comunicación.
Por último y para finalizar, me resultaba imposible no dedicar mis últimas palabras al recuerdo de nuestra vecina Soledad, asesinada el pasado 9 de Mayo en el Puerto de Sagunto. Todo mi cariño y apoyo a su hija y demás personas cercanas y familiares. No podemos tolerar más crímenes hacia las mujeres por el mero hecho de serlo. Por ello, reivindiquemos hoy una igualdad real que suponga la eliminación de cualquier tipo de violencia, visible e invisible, que atente contra la vida y el bienestar de las mujeres.
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