Óscar Formigo, pareja del venezolano Randi Y.. EFE/Manuel BruqueR.Y., el venezolano de 33 años internado en el CIE de Zapadores, en
València, y cuya expulsión de España ha sido denunciada por la Campaña
por el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs NO),
ha quedado en libertad al resistirse a entrar en el avión donde iba a
ser deportado.
Así lo han indicado a Efe fuentes policiales, que
han precisado que su expulsión había sido decretada por un juez después
de haber agotado todas las vías para quedarse en España, ya que, además,
se le había denegado las peticiones de asilo y refugio.
También
había agotado el plazo de estancia en un CIE, en este caso el de
Zapadores, en València, por lo que al resistirse a embarcar, la Policía
no ha tenido más remedio que dejarle en libertad.
El hombre ha
montado un fuerte altercado y el comandante del vuelo -la autoridad
máxima dentro de un avión- ha decidido que no embarcara en el aparato
que iba a despegar del aeropuerto de Madrid-Barajas .
Según la
organización denunciante, el venezolano está afectado de VIH, llevaba
cerca de 50 días internado en el CIE de Zapadores, en València y durante
su primer mes de ingreso no recibió atención médica ni se le
proporcionó la medicación que precisa para su enfermedad.
Pero
las fuentes policiales consultadas han precisado que efectivamente el
hombre es portador del virus, pero no ha desarrollado la enfermedad.
Han
indicado además que ha estado controlado médicamente todo el tiempo, si
bien no ha precisado tratamiento específico para el sida toda vez que
no ha desarrollado la enfermedad, como queda reflejado en el informe
médico.
Fuentes cercanas al caso han explicado asimismo que este
hombre cuenta con antecedentes policiales por violencia de género y por
tráfico de drogas, entre otros delitos.
Por su parte la pareja del venezolano afectado de VIH que este martes ha salido del
Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de València para ser
expulsado a su país ha asegurado que de ser deportado "morirá porque
allí no tiene medicación".
En declaraciones a
EFE, su pareja, Óscar F., de origen gallego y residente en Madrid, ha
explicado que durante los 53 días que su compañero ha estado ingresado
en el CIE lo ha podido ver "animado" hasta ayer, un día después de
recibir la notificación de expulsión, que "estaba destrozado" pero
"calmado" y pidiendo que se hiciera "lo que se pueda".
Según
Óscar, durante un viaje en 2017 por Miranda de Ebro (Burgos) le
"pillaron sin documentación y dictaron una orden de expulsión. No la
recurrió en su momento por descuido y en un viaje a Valencia le pidieron
la identificación y tampoco la llevaba y se dictó la ejecución de la
expulsión".
Aunque el pasado 3 de diciembre el Defensor del
Pueblo paró otra expulsión con un informe favorable, ahora de nuevo se
ha activado "para mandar a una persona enferma a un país donde se va a
morir y separarla de su pareja hace tres años", según su relato.
"Es seropositivo", y en Venezuela, asegura Óscar, "moriría por la escasez de medicación"
R.Y.está en España desde 2015 y aunque ha pedido asilo en el CIE "de
las peticiones que se hacen desde el centro no se acepta casi ninguna.
De entrada tiene menos credibilidad que las demás", ha agregado.
Óscar ha pedido a la Subdelegación del Gobierno de Burgos que revoque
la orden de expulsión porque "este asunto lo tiene sobre la mesa desde
hace tres semanas y, aunque se han aportado documentos acreditativos de
la relación, de su cierto arraigo en España y de su situación
humanitaria, todavía no se ha respondido nada".
También ha
asegurado que durante las primeras semanas su pareja tuvo tratamiento
antirretroviral para el VIH en el CIE porque él se lo llevó.
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