Los empresarios consideran sus terrazas "las más seguras contra el COVID" de la ciudad de Valencia. /EPDA
La nuevos horarios impuestos por el Ayuntamiento de Valencia a las
actividades de ocio nocturno han puesto en pie de guerra a los
empresarios de la zona de La Marina que consideran este recorte un
peligro claro y manifiesto para la supervivencia de sus negocios.
Concretamente el
ayuntamiento que dirige Joan Ribó ha decretado adelantar el horario
de cierre de los locales nocturnos de las actuales 3 de la madrugada
a la 1:30 de la noche. Una reducción que los empresarios prevén
tendrá consecuencia desastrosas para sus negocios. Ángel Brandez,
propietario del restaurante Vlue Arribar, ha denunciado esta mañana
en los micrófonos del programa Mediodía Más Valencia para
denunciar que esta medida puede suponer una estocada de muerte para
los empresarios de los locales situados en la explanada Veles i
Vents.
“El 75% de nuestra
facturación en verano se produce después de las doce de la noche,
si encima la gente sabe que a la 1:30 se tiene que marchar, no es que
perdamos a los clientes de 1:30 a 3:00, es que los de las 12
preferirán no venir para tan poco tiempo, así que estamos hablando de un 80% de pérdida según nuestros cálculos” advertía Vrández al
presentador del programa Carles Vileta.
Para Brández los
nuevos horarios ponen en riesgo el 80% de la recaudación veraniega
algo que el empresario recuerda es poner en riesgo no sólo los 200
empleos directos que crean los locales de Ocio de La Marina sino
también los indirectos que sufrirá la cena de proveedores de dichos
locales.
Brández no está
solo en su reivindicación, empresarios como Paco Villa, Nicolás
Martí, y Salvador Cabeza, han formado con Brández un frente común
ante una medida que además de temor les provoca incomprensión.
“Somos la zona más segura para el COVID gracias a nuestras amplias
terrazas, y la que menos molesta a los vecinos. ¿Por qué se pueden
organizar conciertos en La Marina mientras nosotros tenemos que
cerrar haciendo mucho menos ruido?” se pregunta Brández durante su
intervención.
Un recorte horario
sólo para la ciudad de Valencia
Si obviamos la
anómala y extraordinaria situación que se vivió en 2020 por la
irrupción en nuestras vidas del COVID-19 este es el segundo recorte
que sufren los empresarios de ocio valencianos. Tal y como recuerda
Brández, durante la celebración de la Copa América los locales se
mantenían abiertos hasta las cinco de la mañana, después el
horario se redujo hasta las 3 y ahora se les impone como hora de
cierre la 1:30 de la mañana, pero con una diferencia enorme: hasta
ahora los horarios los ponía la Generalitat Valenciana a nivel
autonómico y ahora es una decisión del Ayuntamiento a nivel local.
Para los empresarios
esto se traduce en un dolor de cabeza más, porque mientras los
locales de la capital cerrarán a la 1:30 los de zonas turísticas
cercanas como la playa de Alboraya o Canet d’En Berenguer se
mantendrán más tiempo abiertos, algo que, con los hábitos de ocio
de los valencianos, les deja en una desventaja enorme.
El frente de
empresarios ya ha tomado medidas judiciales para lograr una
resolución que garantice la supervivencia de sus negocios, pero aún
así insisten en que lo mejor sería una decisión consensuada con el
ayuntamiento de Valencia.
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