Cartel informativo. Foto: EPDA.
En esta época en que se
discute casi todo (en especial en las veladas ociosas y gritonas en algunas
tertulias televisivas), cuando se acerca la Navidad vuelve a retomarse la
polémica en torno a quiénes deben ser los protagonistas de los regalos de los
niños: si continuar con la tradición y reservar las sorpresas para los Reyes
Magos, o adaptarse a las costumbres anglosajonas y dejar que sea Papá Noel el
que se ocupe de nuestros hijos.
Conscientes de la
competencia existente incluso en épocas tan dadas a la alegría, la felicidad y las
sonrisas compartidas, la Agrupación de peñas se ha posicionado en el tema
tomando partido por sus entrañables Melchor, Gaspar y Baltasar, los mismos que
atendían sus peticiones cuando los miembros de la agrupación eran tiernos
infantes… algo de lo que ya hace mucho, mucho tiempo, de ahí que sus hijos no
tengan tan claro eso de esperar hasta el 6 de enero, cuando casi se acaban las
vacaciones, para disfrutar de sus regalos.
Pero esta agrupación es
la misma que se enfrentó hace un año al tópico ese que decía “aquí en el
Levante lo de la tapa no funciona, eso es para otras regiones, como Andalucía”…
y el resultado ya se ha visto: la primera Ruta de la tapa, celebrada las
pasadas fiestas de septiembre, logró unas cifras cercanas a las cien mil tapas
repartidas.
Y la segunda ruta ya está
en marcha.
Así que frente al tópico
de “los reyes llegan demasiado tarde”, la agrupación ha vuelto a echarle
imaginación: si los reyes han de mantenerse fieles a su cita (¡qué sería del
calendario laboral si suprimimos la fiesta el 6 de enero!), lo que nadie había
pensado es que podían enviar a sus emisarios de confianza, los pajes reales,
con mucha antelación, para realizar las reservas de los niños de Puçol antes de
que el colega gordito que trepa por los balcones y baja por las chimeneas acabe
llevándose los deseos, las ilusiones y el presupuesto de todos los bolsillos.
Y han vuelto a
conseguirlo.
El domingo 18 de
diciembre, una semana antes de que Papá Noel invada los hogares de medio mundo,
los pajes reales llegan a la plaza del País Valencià de Puçol. Será a partir de
las 11.30 horas y, como siempre, no vendrán solos, sino con un parque infantil,
juegos, hinchables y, cómo no, el apoyo de la Agrupación de peñas, siempre
dispuesta a facilitar que los más pequeños se hagan una foto con los pajes, al
tiempo que les entregan la tradicional carta con sus peticiones… porque, ojo,
estos pajes son muy tradicionales y recogen los pedidos en papel —eso sí, puede
ser reciclado—, nada de correos electrónicos o redes sociales.
A cambio del manuscrito
original de cada pequeño, los pajes entregan sonrisas, caramelos, chucherías y,
por qué no, una foto para hacerla llegar a los mismísimos Reyes Magos.
Así, en la tarde del 5 de
enero, durante la cabalgata que recorre las calles de Puçol a partir de las
17.30 horas, Melchor, Gaspar y Baltasar tendrán menos problemas para reconocer
a los niños que tan pacientemente han esperado a que sus sueños se hicieran
realidad. Porque son también los miembros de la agrupación quienes se ocupan de
organizar la tradicional cabalgata de Reyes, eso sí, con el apoyo logístico y
económico del Ayuntamiento de Puçol, que aporta todo lo preciso para que el
recorrido sea seguido con ilusión por chicos y grandes.
Empezamos a pensar que
ese eslogan con el que se presentaron para dar la bienvenida a la segunda Ruta
de la tapa —algo así como: “La agrupación, organizadores de eventos”— quizá no
sea tan pomposo como algunos pensaban y pueden convertirse en auténticos
creadores de tendencias… ¿se atreverán también con las fallas y los toros?
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