Imagen de la protesta de noviembre. EPDAEl 4 de diciembre era la fecha en la
que los vecinos dels Poblats del Sud, afectados por los planes de la
Conselleria de Territorio y el Ayuntamiento de València para los dos
tramos de la CV-500 (‘autopista’ y carretera) esperaban reunirse
con el vicealcalde Sergi Campillo. Los vecinos vieron anulada la cita
“por problemas de agenda”. Y comprobaron que en la municipal (que
es pública), ese mismo día representantes de las dos
administraciones tenían concertada una cita.
En la memoria de los habitantes dels
‘Pobles Vius’ resonaban las palabras del conseller Arcadi España,
que tras entrevistarse a finales de noviembre con el alcalde Joan
Ribó, prometió que el PATIVEL se ‘paralizaría’ el 7 de enero,
cuando acabara el plazo de alegaciones, hasta que se pulsara la
opinión de alcaldes pedáneos y vecinos.
El PATIVEL es un programa de paisaje
que, entre otras cosas, pretende convertir la llamada ‘Autopista de
El Saler’ en un bulevar de un carril por sentido de circulación.
Los vecinos de Els Poblats del Sud entienden que esta medida, sumada
a la semaforización del resto de la CV-500, les va a incomunicar del
resto de la ciudad de València.
Desde el Ayuntamiento se les explicó a
los vecinos, en vísperas de fiestas, que los cambios en el paisaje
del PATIVEL para la vía de alta capacidad, y la regulación
semafórica en la carretera eran competencia de la Conselleria, y que
ellos poco podían decirles. Así que nadie les ha dijo nada, excepto
que tuvieran calma. No ha habido la prometida reunión pre-navideña.
Ni ninguna otra, insisten los afectados.
Los días han ido pasando. Pero los
vecinos no han esperado a agotar el plazo de alegaciones al PATIVEL,
no fuera que de tanta calma la tuvieran que recuperar a base de tila
cuando ya no hubiera remedio. Porque mientras tanto, el semáforo de
El Saler está en funcionamiento. Y el de la Gola figura en
previsión, aunque aún sin obra. Los vecinos presentaron de manera
organizada más de 3.000 alegaciones, a las que habría que sumar un
número indeterminado fruto de la acción particular de otros
afectados. Y lo hicieron en varias tandas hasta el 7 de enero, hasta
que los Reyes Magos se fueron marchando a Oriente, sin pasar por la
CV-500, posiblemente por miedo a quedarse los camellos atrapados en
el semáforo instalado a la altura del embarcadero del Saler.
También los partidos de la oposición
se han movido. El PP ha pedido a la Conselleria que apruebe de manera
oficial la paralización del proyecto y destine el presupuesto a la
recuperación de la Albufera. Así se recoge en las alegaciones
presentadas por los concejales Julia Climent y Carlos Mundina.
Ciudadanos también ha presentado
alegaciones. Mamen Peris instaba a la Conselleria a abrir un
“verdadero proceso” de participación. Según la Ley de
Procedimiento Administrativo, hay tres meses de margen para
contestar. De momento sobre la CV-500 lo que se cierne es el
silencio.
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