Instantes antes de la carrera. / EPDA
Instantes antes de la carrera. / EPDA
Instantes antes de la carrera. / EPDA A pesar de la incertidumbre meteorológica, que mantuvo a los organizadores y participantes en vilo hasta el último momento, la XVII edición de la Pujada a la Montieleta se celebró con éxito ayer sábado en Benaguasil. Los últimos días han estado marcados por la lluvia, un fenómeno que, aunque preocupante, no detuvo a los 500 corredores inscritos que se enfrentaron a esta exigente prueba de 10 kilómetros. Con un 10% más de participación respecto al año pasado, esta emblemática carrera volvió a demostrar su popularidad en el calendario deportivo de la provincia de Valencia.
La Pujada a la Montieleta, integrada en el programa 'A córrer per l'Horta de la Diputación de Valencia y respaldada por la Asociación de Corredores per L'Horta (ACPL) y el Ayuntamiento de Benaguasil, ha sido durante 17 años un polo de atracción del municipio del Camp de Túria. Su trazado es único, con pronunciadas subidas y bajadas, y en especial el ascenso a la montaña de la Montieleta entre los kilómetros 2 y 3,5, que distingue a esta prueba del resto de carreras.
Este año, con las fiestas locales en pleno apogeo, Benaguasil ha recibido a corredores no solo del municipio, sino también de otras localidades y comarcas. Un centenar de participantes eran benaguasileros, mientras que el resto llegaron desde diferentes puntos de la provincia, atraídos por la fama y la dificultad de esta prueba. El recorrido mezcla tramos urbanos y de huerta, con la desafiante subida a la Montieleta, donde los participantes deben reservar fuerzas, ya que aún queda la mayor parte de la carrera por completar tras la cima.
A lo largo de los años, la Pujada a la Montieleta ha forjado su identidad gracias a su recorrido y al ambiente que genera. Aunque en alguna edición se ha corrido bajo lluvia intensa e incluso granizo algún año, la carrera sigue siendo un éxito garantizado en términos de participación y apoyo local. La llegada de corredores de fuera impulsa la economía del municipio, especialmente en sectores como la hostelería, que agradece el aumento de clientes durante la jornada, llenando los bares de la plaza y la avenida principal durante ese día.
La carrera, que acepta a participantes de 16 años en adelante, está pensada para todas las edades y niveles, aunque no es sencilla. Su dificultad no ha disuadido a los corredores, que cada año disfrutan de la mezcla de deporte, naturaleza y comunidad que ofrece este evento.
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