El presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Mompó, se ha reunido esta mañana en Carlet –junto a Miguel Barrachina, portavoz de Agricultura del PP en Les Corts, y Ernesto Fernández, vicesecretario de Agricultura, Agua y Pesca del PPCV–, con Eduard Esparza, vicepresidente de la DO Kaki Ribera del Xúquer; Enrique Bellés, director de Cooperativas Agroali-mentarias de la CV; así como diferentes representantes de cooperativas (Carlet, l’Alcúdia, Llombai, Catadau y Castelló y sindicatos agrícolas (AVA-Asaja y La Unió), para analizar la preocupante situación en la que se en-cuentra la agricultura valenciana.
Todos los participantes han puesto de manifiesto su preocupación ante la elevada siniestralidad que padece el campo provocada principalmente por el cotonet, a la que hay que añadir los daños ocasionados por el granizo de las últimas tormentas. De hecho, según una primera estimación de los téc-nicos de la cooperativa agrícola Sant Bernat, un 30% de la superficie del término municipal de Carlet está dañado por el pedrisco.
Por lo que respecta al insecto sudafricano, la supresión de materias acti-vas fitosanitarias y la falta de alternativas eficaces ha provocado una ex-pansión incontrolada que sólo en el sector del caqui de la Comunitat Valen-ciana acumula más de 40 millones de euros en pérdidas, 25 de ellos por causa directa de la producción perdida y 15 por los sobrecostes económi-cos entre campo y almacén.
«La situación es muy delicada. El sector está atravesando una de sus peo-res etapas y la incidencia del cotonet va a dejar a muchos agricultores en la ruina. Una realidad que parece que ni en la Conselleria ni en el Gobierno quieren ver», ha explicado Mompó.
También ha criticado que «el director general de Sanidad del Ministerio de Agricultura, Valentín Almansa, elude sus responsabilidades y ha culpado a los labradores de esta plaga por pisar poco el campo. A lo mejor, el que no ha cogido una azada en su vida es él. Su obligación es resolver los pro-blemas, pero estamos en manos de “expertos” de traje y despacho que es-tán destruyendo nuestros cultivos».
Los asistentes han coincidido en la necesidad de poner en marcha de ma-nera urgente medidas destinadas a aliviar las enormes pérdidas, al mismo tiempo que han denunciado la ineficacia del Plan de Acción que el MAPA puso en marcha en septiembre del año pasado para frenar esta catástrofe.
Multiplicar la lucha biológica
«El campo valenciano necesita una hoja de ruta clara y efectiva. La inca-pacidad del Gobierno valenciano para arbitrar tratamientos alternativos está llevando a la ruina a un sector estratégico para nuestra economía. Se de-ben multiplicar los esfuerzos para convertir la lucha biológica en una reali-dad. No puede ser que tengamos ayuntamientos que destinen recursos propios, como ha pasado en Xeraco, para hacer frente a esta problemáti-ca», ha aseverado el presidente provincial.
Barrachina, por su parte, ha hecho hincapié en las perspectivas de futuro y la falta de vigilancia en la entrada de productos desde otros países. «Lide-ramos el abandono de cultivos en España, además no hay relevo genera-cional. Si a eso le añadimos todas las trabas que está teniendo que asumir el agricultor, las perspectivas de futuro no son buenas».
Control de importaciones
«Hace falta más inversión en formación continua», ha indicado Barrachina, quien ha recordado que «la lucha contra las plagas es de competencia au-tonómica y para hacer frente al cotonet se ha llegado tarde. No puede ser que al citricultor español lo tengan acorralado y todo lo que llegue de fuera tenga barra libre».
Mientras, Ernesto Fernández ha incidido en la impotencia de los trabajado-res del campo. «Este año los labradores han gastado más dinero que nun-ca en productos fitosanitarios que no han reducido la afección. Los costes de producción siempre los asumen los mismos y estamos hablando de un problema que puede llevar al campo valenciano a la ruina. Se debe apostar más por la investigación para avanzarse a las plagas que cada vez son más frecuentes».
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