Los nacimientos siempre son
motivo de alegría y, especialmente, cuando se trata de especies en riesgo
de extinguirse en muy corto plazo, donde cada individuo es valioso para evitar el trágico final. BIOPARC Valencia acaba de ser
testigo de este maravilloso momento con el esperado parto de la chimpancé Eva.
El equipo técnico del parque permanecía alerta para aplicar los protocolos
necesarios y ante la preocupante evolución y en coordinación con el programa
europeo de preservación de esta especie, ha sido imprescindible intervenir para evitar su
muerte. Especialistas en bienestar y etología de primates han iniciado una complicada
operativa para
alimentar a la cría mediante biberones manteniendo el contacto con el grupo
familiar.
Cuando una vida está en juego
es imprescindible
disponer de la información y conocimientos necesarios para actuar con diligencia y
prontitud. Tras el parto, Eva manifestaba total interés por el recién nacido
pero evidenciaba falta de destreza en su manipulación y, aparentemente, carencia
de leche. Tras un tiempo prudencial se decidió practicar una anestesia leve
para realizar una exploración donde se verificó el perfecto estado de salud del
pequeño y que no era viable la lactancia. Había motivos para la
esperanza pues se contaba con la profesionalidad del personal que consiguió la
exitosa experiencia del caso de Djibril en 2021, que fue criado a mano y
posteriormente adoptado por Eva integrándose a la perfección en la familia. En
esta ocasión el dispositivo ha previsto minimizar el tiempo del
proceso y asegurar el vínculo permanente con sus congéneres para restituir la situación
natural a la mayor brevedad posible.
La
responsabilidad que recae sobre los parques de conservación de naturaleza como
los BIOPARC es enorme. Por un lado, el hecho de albergar el grupo más numeroso de España de la subespecie Pan troglodytes verus, catalogada en
peligro crítico de extinción por la Lista Roja de la Unión Internacional para
la Conservación de la Naturaleza (UICN). De las 4 subespecies de chimpancés, la occidental o “verus” vislumbra un
negro futuro con alrededor de 35.000 individuos en
áreas fragmentadas e inconexas de los que el 80% sobreviven fuera de zonas
protegidas con altísimo proceso de deforestación y enmarcadas en conflictos que
desencadenan una gran inestabilidad. En definitiva, se encuentra entre las 25
especies de primates más amenazadas del mundo y con una previsión de
desaparecer el 99% en 2060. Con esta perspectiva es indispensable el programa
de conservación EEP de la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA) que cuenta
con la mayor población de esta especie fuera de África y que posibilita
implementar eficazmente la denominada conservación ex situ para
conseguir una población “de reserva" que puede devenir esencial en
las próximas décadas.
Recientes investigaciones como la realizada por el CSIC y
publicada por Nature o las recomendaciones de la propia UICN respaldan una
estrategia global para hacer frente a la pérdida de biodiversidad y evitar la
extinción de estas especies; un planteamiento conocido como One Plan
Approach que integra la acción de cría controlada en los parques de
animales y la intervención en los hábitats naturales. En esta línea se
posicionan los BIOPARC, con un papel sustancial en el EEP y aportando recursos
a través de la Fundación BIOPARC para proteger in situ los ecosistemas más vulnerables.
El equipo veterinario y de cuidado animal monitoriza
continuamente cada paso aunando el “saber
hacer” con altas dosis de vocación y toda la dedicación necesaria, por lo que
se muestra confiado y estos primeros días la situación es estable. Además del
progreso del pequeño, se presta la máxima vigilancia al bienestar de todo el
grupo formado por el macho Moreno,
cinco hembras (Malin y Py y las hermanas Eva, Natalia y Noelia), el pequeño
Djibril y Cala, hija de Noelia y que acaba de cumplir 1 año.
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