María Amparo Valero Ruiz En una
de las últimas intervenciones realizadas por el presidente de educación
nacional de CSIF, Mario Gutiérrez, en los medios de comunicación manifestaba
que, indudablemente, la situación que estamos atravesando en estos momentos, es
compleja. Debido a ello, a que es compleja, es necesario marcarse unos
OBJETIVOS y, por supuesto, un PLAN que permita llevar acabo dichos objetivos.
España
es el país con la ratio más alta de alumnado en las aulas de toda la Unión
Europea, del mismo modo que el profesorado de España es el de más edad de toda
Europa, cerca de un tercio de los docentes españoles están próximos a la zona
de riesgo a la que el Ministerio de Sanidad recomienda no incorporarse al
puesto de trabajo. Teniendo en cuenta estas circunstancias y las acciones
realizadas hasta el momento, CSIF como sindicato profesional ha manifestado que
desde el 14 de marzo que se decretó el estado de alarma no ha tenido ninguna
reunión con el Ministerio de Educación para ver cómo tratar este tema. Desde el
sindicato se puede entender cierta improvisación, al principio, pero a estas
alturas de la pandemia ya no tienen cabida dichas improvisaciones, hay que
marcarse unos objetivos y un planificación.
CSIF plantea 3 objetivos
básicos:
1.- Recuperar e intentar que ningún alumno/a se quede
atrás.
2.- Conciliar la vida familiar y laboral.
3.- Asegurar una vuelta a los centros y a las aulas sin riesgo.
Con seguridad y tranquilidad.
Pero
qué PLAN hay para proceder a la reincorporación a los centros, NO HAY NINGUNO.
De qué recursos se disponen, de qué material de prevención, están los centros
preparados…por ello CSIF propone que hay que partir de los recursos
disponibles, negociar con las partes implicadas, que son las que tienen que
llevar a cabo el plan, realizar la temporalización del mismo y poner todos los
medios materiales y humanos para poder ejecutarlo.
Por tanto, clases
presenciales a principios de junio:
● ¿Hay material de prevención?
● ¿Están los centros preparados?
● Y sobre todo, ¿con qué objetivo?
Porque volviendo a lo anterior si no hay un plan, todo son ocurrencias. Pero es
que no hay plan en educación desde el año 90 porque los problemas estructurales
de las educación española no se tratan con la seriedad que se merecen, de ahí,
que se hayan legislado tantas leyes orgánicas al respecto.
En
conclusión, hoy por hoy, y estamos a mitad de mayo, sigue sin existir un plan
general, una planificación a nivel educativo. A falta de un mes para acabar el
curso escolar no se sabe todavía si se va a volver a las clases presenciales, y
por qué no se sabe. Pues porque no hay plan, ni objetivos, ni medios ni
conocimiento de las condiciones sanitarias sobre cómo hacerlo. Por tanto, ya se
tenían que estar reuniendo todos los implicados en esta materia (sindicatos
educación, docentes, pedagogos, familias) para tratar este tema que conlleva
gran envergadura.
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