Cada vez más facetas de la vida parecen supeditadas al marco virtual: el entretenimiento, la comunicación y hasta las transacciones más simples. Así es que se han desarrollado medios de pago acordes a los tiempos que transcurrimos. Ya no hace falta usar efectivo, y ni siquiera tarjetas bancarias tradicionales. Existe toda una nueva gama de medios que se adecuan a las necesidades actuales. Neosurf es una de las más nuevas de estas propuestas, y está en pleno crecimiento en España y el mundo.
¿Qué es Neosurf?
Se trata de una tarjeta prepagada creada por la sociedad Neosurf Cards SAS. Esta tarjeta permite realizar compras online de manera sencilla, anónima y segura mediante un código Neosurf. Se puede adquirir en cualquiera de los más de 135.000 puntos de venta en todo el mundo; luego se le carga dinero para usarla, y ya está lista.
Hay una vasta variedad de sitios que aceptan esta tarjeta como medio de pago, y hasta hay casinos online con Neosurf, como se puede apreciar
en este portal.
Es significativo que este tipo de medios de pago no obligan al usuario a demostrar sus datos fiscales; de esta manera, se protege esa información personal. Asimismo, este sistema es menos susceptible de ser rastreado por los organismos de control fiscal del Estado, lo cual genera alguna polémica con respecto a su uso. Como todas las tarjetas de la misma especie, Neosurf tiene un crédito limitado, que depende del valor por el cual el usuario compre su código. Esto es una ventaja en función de controlar las finanzas y no gastar más de la cuenta. En el caso de esta tarjeta en particular, el mínimo de compras es de 10 euros y el máximo de 100 euros, para establecer un control más estricto sobre los gastos. Además, la firma está desarrollando distintos tipos de tarjetas que se adecuen a las necesidades de sus usuarios específicos.
Una competencia privilegiada
Al ser una empresa emergente, Neosurf debe contender en el mercado con las compañías del mismo rubro. En este caso, la industria de las tarjetas prepagadas en España está monopolizada por Playsafecard, que tiene una trayectoria más larga en el sector y cuenta con muchos más aliados estratégicos que las empresas nuevas. Así pues, Neosurf está en proceso de afianzamiento: debe llegar a más público, establecer más puntos de venta y asociarse con más vendedores que acepten pagos. Esta etapa está dando muy buenos resultados: por ejemplo, en Valencia ya hay más de una veintena de puntos de venta, y muchos comercios adheridos.
Seguridad de Neosurf
No solo esta tarjeta, sino todas las prepagadas, son famosas por su confiabilidad. Lo más importante es tener en cuenta el uso que cada empresa hace de la información privada y los datos personales de sus usuarios. Neosurf almacena todo en sus servidores y no lo revela con nadie a menos que la justicia lo ordene con el fin de esclarecer fondos, prevenir lavado de dinero y controlar la evasión fiscal.
Así pues, el hecho de que la información personal esté protegida al momento de hacer compras presenta un alivio para los consumidores. De esta manera se previenen estafas como la duplicación de tarjetas, el
phishing y el robo de la identidad virtual. Neosurf ofrece la posibilidad de que sus usuarios obtengan una copia de su información digital por el monto de 10 euros.
Horizonte de crecimiento
Neosurf cuenta con oficinas centrales en París, pero también cuenta con sedes en España, Japón, China, el Reino Unido y otros países. Su posible inclusión como medio de pago en la industria del turismo acrecentará el potencial de la marca y ampliará el marco de transacciones. Al ser una empresa joven, las proyecciones que se hacen sobre su futuro invitan al entusiasmo.
Una economía que pide cambios
Los medios de pagos virtuales son una respuesta a la necesidad de un sistema cada vez más globalizado, impersonal y consumista. Esta estructura pareciera requerir de mayores intervenciones para adecuarse al espíritu de la época.
Así, existen diversos proyectos con aval institucional para promover una
cultura de consumo más ecológica y menos destructiva. Especialmente en el contexto de la pandemia, se ha vuelto evidente que los medios de producción tal como están no garantizan el bienestar de toda la población del mundo. Por eso es necesario modificar y revisar no solo los medios de pago, sino también la estructura misma de la economía, que suele darse por sentado pero que presenta grietas en su base. Sin dudas, se tratará de los grandes desafíos de nuestro siglo.
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